El nombre Alí Kemaloglu no dice mucho, pero, en una entrevista con Radio Panamá, dijo mucho. Lo hizo, por iniciativa propia, tratando de averiguar cómo era posible que una propuesta de su empresa Turmask, dirigida al Gobierno de Colombia terminó apareciendo en una licitación en Panamá.
Alí Kemaloglu es un médico, director ejecutivo de Turmask, empresa fabricante y constructora turca de hospitales móviles (de campaña y modulares). Su fábrica está en Ankara, Turquía, con capacidad para diseñar, manufacturar, construir y desplegar hospitales de campo.
Una alerta de Google, en la que se mencionaba el nombre de su empresas en una licitación para construir un hospital modular en Panamá, lo sorprendió. Escribió a Radio Panamá, pues la alerta de Google le remitió al reportaje del periodista de esa emisora Leonardo Grinspan.
Resulta que la propuesta de Turmask fue presentada en la licitación del hospital modular de Albrook, a través de una sociedad panameña de la que Kemaloglu no tiene la menor idea de su existencia: TKL Import & Export. Esta era una de las tres empresas que presentaron ofertas para construir el citado hospital. Pero su propuesta fue desechada por lo oneroso de su precio: más de $16 millones.
Seguramente, el reportaje de Radio Panamá dejó con los ojos cuadrados a Kemaloglu porque, además de no haber presentado una propuesta para el hospital panameño, reveló que sí había enviado a una empresa local una oferta solicitada para construir un hospital de campaña, pero en Colombia, muy similar al de Panamá.
La empresa local que tomó contacto con Kemaloglu para pedirle una cotización resultó ser nada menos que Nitesh Mayani, el presidente de SmartBrix, la empresa que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) le adjudicó la construcción del flamante hospital modular por $6.9 millones.
Curiosamente, SmartBrix -que recibió el proyecto de Turmask para Colombia- presentó al MOP una propuesta propia. En tanto, la oferta de Turmask quedó inexplicablemente en manos de TKL Import & Export, que la presentó en la licitación de Panamá, con precios notablemente altos y alterados, indicó el director ejecutivo de la empresa turca.
Los correos
Y no es broma. Alí Kemaloglu, para probar lo que decía, remitió a Radio Panamá copia del intercambio de correos electrónicos que sostuvo con Nitesh Mayani, el mismo que no ha querido responder ni una sola pregunta a este medio sobre su importación de Costa Rica, en 2019, de 160 módulos de segunda mano que habrían sido usados en la construcción del hospital modular de Albrook.
El primer correo de Mayani a Turmask tiene fecha del 15 de marzo de 2020. Un día antes, el ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, se había puesto en contacto con tres empresas, dos de ellas vinculadas a él por amistad o razones comerciales. Una era TKL Import & Export, S.A., inscrita por Samira Gozaine, actual directora del Servicio Nacional de Migración y cercana amiga del ministro Sabonge. La otra empresa era VA Project International, vinculada a Jaime Ventura Cervera, un amigo y ex socio socio de Sabonge en varias sociedades anónimas. Ambas empresas “perdieron” la licitación. La tercera contactada por el ministro fue SmartBrix.
Sabonge se había adelantado a una decisión del presidente, Laurentino Cortizo, quien anunció, tras un Consejo de Gabinete, el 18 de marzo pasado, la construcción del hospital modular de 100 camas para atender pacientes de Covid-19. Pero ese primer correo de Mayani a Turmask es revelador. Como se dijo, tiene fecha del 15 de marzo pasado, y el presidente de SamrtBrix indicaba haberse ganado la posibilidad de construir un hospital de campaña en Colombia, por lo que pedía ayuda a Turmask para que cotizara un hospital de campaña con capacidad para 250 y 500 camas.
Pero en Colombia se estaban desplegando hospitales de campaña, pertenecientes al cuerpo de ingenieros del Ejército, que convirtieron carpas en hospitales móviles para pacientes de Covid, donde atenderían a unos 100 pacientes.
La empresa turca respondió ese mismo día, el 15 de marzo. Enviaría un diseño al día siguiente, advirtiendo que si era urgente la entrega del hospital, quizá fuera necesario despacharlo vía aérea. Acto seguido, Turmask le pidió a Mayani que presentara su empresa. SmartBix respondió ese mismo día. Mayani le envió la dirección electrónica de la empresa, al mismo tiempo que le pedía detalles de la cotización: tiempo de entrega y especificaciones del equipo que proveerían.
Y tal como lo prometió. Turmask le envió a Mayani, el 16 de marzo, una cotización por correo electrónico, cuyo asunto era: Urgent - Covid19 response field hospital for Colombia. Los destinatarios eran Mayani y el representante de SamartBrix en Colombia, Alejandro Lega Barco. La cotización era, como se lo habían pedido, de un hospital de campaña con 250 camas.
Mayani respondió muy agradecido. Y le pidió una lista del equipo con sus costos por separado, tal como sería exigido en el pliego de cargos del hospital modular de Panamá. Pero horas más tarde, Mayani nuevamente escribió a Turmask para pedirle una nueva cotización: mismo tipo de hospital, pero esta vez quería una oferta con 100 camas: 80 para pacientes bajo observación médica y 20 camas para una unidad de cuidados intensivos, destinadas a pacientes críticos, y que, además, cumpliera con los protocolos de la Organización Mundial de la Salud sobre enfermedades infecciosas.
Turmaks respondió que enviaría la propuesta al siguiente. Y, efectivamente, la oferta llegó el 17 de marzo, un día antes de que se celebrara el Consejo de Gabinete en el que Cortizo anunciaría la construcción del hospital modular. La nueva propuesta de Turmask era un hospital nivel II, con 106 camas. Era como los que ya había enviado a algunos países para atender la pandemia del nuevo coronavirus.
Hospital completo por $6.7 millones
En la entrevista con Radio Panamá, el director ejecutivo de Turmask dijo no saber quién presentó en la licitación de Panamá la propuesta que le había enviado a SmartBrix. “Nosotros no queremos que nuestro nombre aparezca en este proceso de licitación debido al altísimo precio que ellos [TKL Import & Export, S.A] han presentado… Pero ellos han dicho, en nuestro nombre, [que el precio ofertado era de] 16 y tantos millones de dólares… creo que fue 16.9 millones. Eso es más del doble de nuestro precio normal”, afirmó Kemaloglu.
En efecto, el hospital de 106 camas ofertado a las autoridades de Colombia, incluía de todo: equipamiento, camas, incluso, tomografías computarizadas. Por todo, Turmask pedía $6.7 millones (sin costo de transporte). En cambio, la cotización de Turmask que apareció en Panamá, según reveló el ministro Sabonge en entrevista a este medio semanas atrás, era superior a los $18 millones.
Entonces, ¿quién alteró los precios de Turmask y con qué intención? ¿Y por qué SmartBrix pide una cotización a Turmask destinada a las autoridades de Colombia, y esta termina en una licitación en Panamá?
Kemaloglu preguntó a los representantes de Turmask que hay en Panamá, Venezuela y en otros países si habían participado en la licitación del hospital modular de Albrook, pero todos lo negaron. “Nosotros no habíamos presentado ninguna oferta para esa licitación, ni directamente ni por medio de [uno de nuestros] agentes”, sostuvo Kemaloglu… “Por lo tanto, alguien ha debido usar una presentación nuestra con algunas firmas falsificadas”, advirtió el médico turco.
Tras la alerta enviada por Google, luego de que Radio Panamá publicara su reportaje sobre el hospital modular, Kemaloglu le escribió a Mayani preguntándole por el estatus de su oferta de un hospital destinada a las autoridades de Colombia. Y también aprovechó para preguntarle si él -Mayani- sabía algo sobre la licitación de Panamá. “No hay respuesta… seis días atrás envié esa consulta y luego la repetí tres días atrás”, dijo Kemaloglu.
Y es probable que no le responda. Igual ha hecho con las preguntas de este medio: ignorarlas.