Desde enero hasta este mes de noviembre han ingresado a Panamá, a través de la selva del Darién, 26 mil niños migrantes en su rumbo hacia Estados Unidos, de esa cantidad más de la mitad tiene menos de cinco años.
Así lo reveló este martes 23 de noviembre Diana Romero, oficial de Emergencias del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para Panamá, quien recordó que las cifras se encuentran en los registros del Servicio Nacional de Migración.
“Estamos hablando de un flujo migratorio de familias con bebés muy pequeños, que están tomando una de las rutas más peligrosas del mundo”, destacó.
Romero detalló que esos registros también destacan que durante 2021 han ingresado al país más de 121 mil personas, quienes tienen el objetivo de llegar a Estados Unidos.
La oficial ofreció sus declaraciones durante un evento “Niñez y migración”, organizado entre Unicef y Aldeas Infantiles SOS y tuvo la intención de mostrar la realidad de la niñez migrante en Panamá.
Panamá para ese flujo migratorio es un país de tránsito, origen y destino. “Para nosotros es muy importante que se mantenga la abogacía para que se garanticen los derechos de educación y salud”.
Recordó que parte de la respuesta que realiza en la actualidad el Estado panameño es literalmente para salvar la vida de niños, niñas y adolescentes migrantes.
Romero explicó que la migración de familias con niños a través del Darién es reciente y pudo comenzar entre 2016 y 2017. “En 2019 cruzan 3 mil 900 niños y en 2020 mil 600 a pesar de que se tenían las fronteras cerradas”.
El tapón del Darién, una zona selvática de 266 kilómetros, se ha convertido en un corredor para los migrantes irregulares que, desde Sudamérica, tratan de cruzar América Central y México en su camino hacia Estados Unidos.
En su mayoría los migrantes son haitianos y cubanos, aunque también hay de diversos países de Asia y África.