La Universidad de Panamá (UP) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) ingresaron este año, por primera vez, al QS Ranking de Sostenibilidad, una clasificación mundial que evalúa a las universidades en función de su impacto ambiental, social y de gobernabilidad, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas.
Eduardo Flores, rector de la UP, informó que este ranking pondera tres indicadores: impacto ambiental, social y gobernabilidad. En total, se evaluarán en esta edición 1,751 universidades de 107 países, de las cuales 409 pertenecen a las Américas.
En el caso de la UP, se ubicó en la posición general de 1501+ a nivel mundial y en el rango 343 entre las universidades de la región, según informó la casa de estudios.
Este año 2025, por primera vez la Universidad de Panamá ingresa al *QS Ranking de Sostenibilidad*. Este ingreso indica que nuestra institución está en caminada a cumplir los ODS.
— Eduardo Flores C. (@eflorescastro) January 7, 2025
Este ranking pondera tres indicadores: Impacto Ambiental, Impacto Social y Gobernabilidad. pic.twitter.com/0dIHWR1PGy
El ranking QS reconoce los esfuerzos realizados por las universidades para lograr un planeta más sostenible, ya sea a través de investigaciones en áreas como el medio ambiente y la ciencia del clima, estrategias de mitigación del cambio climático o el impacto de sus egresados en la creación de un mundo más sostenible.
Flores también destacó que, en relación con el impacto social, el ranking reconoce los esfuerzos enfocados en mejorar la sociedad, ya sea mediante medidas de igualdad, el intercambio de conocimientos, la promoción del aprendizaje, la obtención de buenos resultados para los graduados y la garantía de que los estudiantes disfruten de una experiencia enriquecedora durante su formación.
En cuanto a la gobernabilidad, subrayó que una buena gobernanza es esencial para que las universidades contribuyan al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto requiere un liderazgo sólido, un proceso democrático para la designación de líderes, una toma de decisiones abierta y documentada, y un poder distribuido en toda la institución, incluyendo a los estudiantes y a las comunidades que atienden.