Desde el inicio de la pandemia de la covid-19, la vacunación infantil mundial ha experimentado el mayor descenso sostenido de los últimos 30 años.
Así lo demuestran datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas), que precisan que 25 millones de niños en 2021no recibieron una o más dosis de la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3) —que se utiliza como marcador de la cobertura de inmunización— a través de los servicios de inmunización de rutina.
El porcentaje de niños que recibieron las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3), cayó cinco puntos porcentuales entre 2019 y 2021, hasta el 81%.
En Panamá, el escenario no es diferente según las estimaciones de la OMS y Unicef, ya que la cobertura de tres dosis de la vacuna DTP pasó de 88% en el 2019 a 74% en el 2021.
Otro dato que se encuentra en la página de la OMS es que la cobertura de vacunación de sarampión disminuyó, pues de un 97% en el 2019 pasó a 73.8% en el país.
Los porcentajes que publica la OMS son oficiales proporcionados por el Ministerio de Salud (Minsa) y estimaciones del organismo.
Razones y cambios
Xavier Saéz-Llorens, infectólogo, pediatra y jefe del departamento de Investigación del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, señaló que la baja cobertura de la vacunación no solo obedece a la pandemia a la que se destinó más recurso técnico, humano y económico, sino también a la desinformación sobre la seguridad y efectividad de las vacunas, las afectaciones económicas de los padres que les impide asistir a los centros de salud, el desabastecimiento de algunas vacunas por pagos atrasados a la Organización Panamericana de la Salud, entre otros factores.
Subrayó que la vacunación contra la covid-19 en niños menores de 12 años es desafortunadamente más baja que para otras vacunas.
“Se requieren más campañas de información y persuasión por Minsa y sociedades científicas”, expresó Sáez— Llorens.
A juicio de la presidenta de la Sociedad Panameña de Infectología Pediátrica, Kathia Luciani, tener un esquema de vacunación de primer mundo como Panamá no es suficiente si no se logra alcanzar y mantener coberturas vacunales altas que prevengan casos y brotes.
Enfatizó que con las coberturas vacunales bajas, aumentan la población susceptible de padecer las infecciones prevenibles por vacunas, que no se reportaban hace décadas, como polio o sarampión.
De hecho, Panamá figura entre los 12 países de la región de América Latina y el Caribe con un alto riesgo de sufrir un brote de la poliomielitis o comúnmente llamada polio, una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar una parálisis total.
En ese sentido, Luciani sostuvo que este año se realizaron cambios al esquema de vacunación de forma tal que la cohorte de niños nacidos en el 2022 ya no recibirán ninguna dosis de polio oral (VPO, que es una vacuna de virus vivos atenuada), ahora el esquema de la polio será con vacuna de la polio inactivada.
La meta es 95%
Ante esta situación, el Minsa a través del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) ha tenido que reforzar las labores de docencia y campaña de vacunación convocando a los padres de familia para que completen la cobertura de vacunación de sus hijos.
Este medio solicitó al Minsa los datos más actualizados de la cobertura de vacunación infantil, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
En diciembre de 2021, Ximena Norero, pediatra infectóloga en el Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, advirtió que las cifras que se manejan a través de PAI dan cuenta que las coberturas vacunales pediátricas en el país habían disminuido de forma importante, y estaban debajo del 70%. Cifra muy parecida a las que se encuentran en la página web de la OMS.
Por ejemplo, para el año 2018 las estadísticas reflejaban coberturas de 97.2% en las vacunas contra la infección del neumococo; sin embargo, para octubre del 2021 solo se alcanzó a 63% de la población que demandaba esta protección, sostuvo.
Expertos en pediatría coinciden en que el país debe encaminar estrategias que le permitan recuperar las coberturas de vacunas infantiles a sus cifras habituales que superaban el 95%.