En Panamá, las personas con discapacidad visual enfrentan una serie de barreras para acceder a la educación superior, que van desde las arquitectónicas hasta no tener la libertad de elegir una carrera profesional.La situación quedó en evidencia en el informe “Diagnóstico sobre la inclusión de ciegos a la educación superior”, elaborado por la Asociación de Estudiantes y Egresados Ciegos Universitarios de Panamá (Aeecup) y presentado recientemente. El documento, que empezó a elaborarse en septiembre de 2014, plantea que tanto universidades estatales como privadas carecen de facilidades para que las personas no videntes logren movilizarse en estos centros de estudios.Incluso indica que hace falta crear conciencia entre los docentes y administrativos sobre el trato que deben brindar a los panameños con discapacidad visual, y que se requiere más tecnología que facilite el aprendizaje. Ricardo Jaén, presidente de Aeecup, señaló que de la universidad depende que muchas personas con discapacidad puedan prepararse profesionalmente e incursionar en el campo laboral.Entre alumnos y profesionales no videntes en las universidades hay si acaso 70 u 80 personas, calculó Jaén. Mientras que el más reciente censo (2010) detalla que la población no vidente se estima en 8 mil personas, de las cuales menos del 1% logra completar sus estudios universitarios e ingresar al mercado laboral.
El informe muestra que muchas veces las personas con discapacidad visual no culminan sus estudios por la falta de tecnología destinada a este sector de la población.
La relación Sistema Braille (SB) y nuevas tecnologías es uno de los puntos más importantes que se plantea en el diagnóstico, “ya que a través de las cintas magnetofónicas, grabadoras digitales y los programas de síntesis de voz no se enseñan ni reglas ortográficas, ni normas de redacción, y aquí la persona no vidente se ve afectada”.
Además, concluye, hay un déficit en el dominio del braille entre las personas con discapacidad visual y que en las universidades en las que se imparte como carrera la educación especial, el SB ocupa apenas un semestre.
Otro aspecto que inquieta a los no videntes es que a nivel de la educación superior persiste la resistencia del docente hacia el desempeño de las personas en el aula, incluso han registrado casos que en ciertas universidades se pretende decidir qué carrera pueden estudiar las personas ciegas.
Tras el análisis hecho por la Aeecup se recomendó adaptar los sistemas curriculares desde el proceso de admisión a las universidades para que desde allí se incluyan tecnologías y nuevos métodos de enseñanza.
También se evalúa el nivel de acceso a la información que tienen los estudiantes ciegos de secundaria cuando están en proceso de elegir una carrera profesional.
MÁS ORIENTACIÓN
El director del Patronato Luz del Ciego, Pedro Salinas, señaló que hay muchas limitaciones para las personas ciegas, por lo que se requiere orientar tanto a los jóvenes videntes y no videntes sobre las opciones de carreras.
“Sabemos que hay carreras que tienen limitaciones, pero debe existir acceso a la información y que se pueda elegir sin ningún tipo de exclusión”, señaló Salinas.
Por su parte, John Bennett, expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, manifestó que una de las posibilidades que debe analizarse es que el Instituto de Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos otorgue préstamos para que los discapacitados puedan estudiar.
Agregó que la función del Gobierno es potenciar la acción ciudadana y no reemplazarla, por lo que hay que explorar mecanismos que puedan mejorar la educación de este y otros grupos de la sociedad.
COMISIÓN DE EDUCACIÓN
Ante el diagnóstico de la Aeecup, la Dirección Nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación (Meduca) explicó que la inclusión en la educación superior es manejada por el Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis).
Deydamia de Díaz, directora de Educación Especial del Meduca, dijo que se adelantan reuniones de coordinación con la ministra de Educación, Marcela Paredes de Vásquez, la Universidad Especializada de las Américas y un equipo de trabajo para retomar el tema de la inclusión.
Añadió que “se está retomando la inclusión para involucrar a las universidades, ya que es un tema que nos compete a todos”.
Conadis trabaja con todas las universidades a través de una Comisión de Educación donde aborda el tema educación y discapacidad, dijo.
Conadis da seguimiento a la parte normativa y a las estrategias en el aspecto educativo, con la finalidad de lograr la inclusión social, económica y cultural de las personas con discapacidad.En tanto, la presidenta de la Asociación de Universidades Privadas de Panamá, Xiomara de Arrocha, señaló que con el proceso de acreditación se han dado adecuaciones en las instalaciones de las universidades.Es una exigencia del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación para el Mejoramiento de la Educación Superior Universitaria, a través de la Comisión Técnica de Fiscalización, explicó de Arrocha.La también rectora de la Universidad ISAE destacó que hay una necesidad de inclusión de las personas con discapacidad no solo visual, sino con otras discapacidades y para eso se están preparando. En ese sentido, Miguel Ángel Candanedo, secretario General de la Universidad de Panamá, indicó que trabajan en el acceso, por ejemplo, con rampas y sensores.Agregó que el problema es cultural, por lo que se requiere concienciar a la población en el sentido de que hay que brindar mejores facilidades a estos panameños que tienen derecho a la educación.