El Ministerio de Ambiente informó que notificó a la empresa Greenfield Resources sobre el rechazo del estudio de impacto ambiental categoría III que buscaba revivir la vieja mina Remance, en San Francisco, Veraguas.
Con esto, de momento, se cierra el capítulo de un proyecto minero que ponía en riesgo el acceso al agua potable de 75 mil personas en dos de los distritos más importantes de esa provincia, como lo son San Francisco y Santiago, y que dependen del río Santa María.
De hecho, como parte del proceso de evaluación del citado estudio ambiental el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) le hizo saber al Ministerio de Ambiente –a través de una nota fechada el 26 de enero de 2022– que un fallo en el sistema de la mina afectaría la toma de agua de San Francisco y Santiago.
Varias comunidades de Veraguas y oenegés, entre ellas el Centro de Incidencia Ambiental, dijeron que estarán alertas, porque si bien se rechazó el estudio ambiental, la concesión minera sigue vigente, con lo cual se podría presentar un nuevo estudio. También esperan que el ministerio publique pronto en su página web la resolución que rechaza el estudio ambiental, luego de haber notificado a la empresa promotora de la mina.
Voz ciudadana
Para Susana Serracín, parte de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, el rechazo a este estudio de impacto ambiental pone de relieve una vez más la importancia de la participación ciudadana, toda vez que la lucha firme, responsable y ampliamente informada de las organizaciones comunitarias y ambientalistas desnudó públicamente los vacíos, incongruencias técnicas y legales, así como la falta de cumplimiento de los criterios mínimos de todo el estudio ambiental de la mina.
En palabras de Serracín, dicho proyecto representaba una “grave amenaza” a la integridad de la cuenca del río Santa María.
“Por todas esas razones de peso, se ha tomado una decisión correcta e inteligente. La salud humana, la seguridad hídrica de la población y los ecosistemas debe ser la prioridad frente a la minería altamente destructiva”, puntualizó la abogada, quien recordó que la citada cuenca hídrica recorre Veraguas, Herrera y Coclé, por lo que miles de personas y actividades de producción dependen de ella.
Por su parte, Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, subrayó que luego de este anuncio están a la espera de que el Ministerio de Ambiente haga pública la resolución de rechazo del proyecto minero, así como de los informes técnicos que sustentaron la decisión, tanto de la administración central, como de la regional de Veraguas, y toda la información asociada que avaló la decisión tomada.
“Esperamos que todo el proceso se ajuste al procedimiento administrativo correspondiente, de acuerdo con la normativa ambiental que regula los estudios de impacto ambiental. A la fecha, esa información no se ha hecho pública por los canales regulares para ello y seguimos esperando”, acotó.
Las comunidades
De momento, comunidades de Veraguas, principalmente de los distritos de Santiago y San Francisco, solicitan que se declare la cuenca del río Santa María como área protegida ante la amenaza que representarían en el futuro este tipo de proyectos en la zona. Se trata de una petición que vienen haciendo desde hace varios años a las autoridades.
Olmedo Carrasquilla, vocero de las comunidades de Veraguas que rechazaron el estudio ambiental, manifestó que seguirán “alertas”, porque si bien el Ministerio de Ambiente tomó una decisión que los tranquiliza, aún la concesión minera otorgada por el Ministerio de Comercio e Industria sigue viva y en cualquier momento podrían intentar reabrirla nuevamente.
Por otra parte, argumentó que las comunidades se están uniendo para reclamar que la cuenca del río Santa María sea declarada área protegida, debido a que beneficia a tres provincias del país y cualquier impacto negativo sobre la zona también perjudicará a las comunidades que dependen de este “valioso” recurso natural.
“Es lamentable que a un recurso tan valioso como la cuenca del río Santa María no se le haya dado el sitial que merece”, concluyó el dirigente.
Durante el proceso de evaluación de esta concesión minera, residentes de comunidades de San Francisco y otras áreas de Veraguas, así como varias oenegés, indicaron que la minería en Remance ha “fracasado” en décadas pasadas, para las comunidades, para el ambiente y para el Estado.
“Causó contaminación, estuvo carente de planes de contingencias y no hizo reparaciones, todo esto hasta el cierre de la minera por mala administración. Sus efectos negativos fueron cargados por la población campesina aledaña”, indicaron los activistas en una nota que enviaron al Ministerio de Ambiente.
En términos generales, la antigua mina Remance es una concesión de la empresa Greenfield Resources, Inc. para la extracción de minerales metálicos (oro y otros) en una zona de 2 mil 400 hectáreas ubicada en los corregimientos de Remance, San Juan y San José, distrito de San Francisco.
Esta concesión había sido cerrada en la década de 1990.