El fundador de la red de mensajería Telegram, Pável Dúrov, informó de su regreso a Dubái tras llegar a un acuerdo después de más de medio año con la Justicia francesa, que le imputaba 12 cargos que van de blanqueamiento de crímenes a complicidad en la difusión de imágenes pederastas.
“He vuelto a Dubái tras pasar varios meses en Francia debido a una investigación relacionada con las actividades de delincuentes en Telegram. El proceso sigue en curso, pero es genial estar en casa”, escribió en Telegram y en la red social rusa Vkontakte.
Dúrov, que fue detenido por las autoridades francesas el 24 de agosto de 2024 y luego puesto en libertad bajo fianza, agradeció “a los jueces de instrucción por permitir que esto sucediera”.
También dio las gracias a sus abogados y su equipo “por su incansable esfuerzo para demostrar que, en materia de moderación, cooperación y lucha contra la delincuencia, durante años Telegram no solo cumplió, sino que superó sus obligaciones legales”.
Además, dedicó palabras de “profundo” agradecimiento a “los millones de personas de todo el mundo que han mostrado su apoyo durante este viaje inesperado. Ha sido muy importante”.
Durante su estancia en Francia, Dúrov afirmó que desde 2018 ya revelaba direcciones IP y número de teléfonos de delincuentes a las autoridades si lo solicitaban correctamente, y culpó a la Unión Europea de no solicitar esta información por los canales adecuados.
Aseveró que “siempre que recibimos una solicitud legal debidamente formulada a través de las líneas de comunicación pertinentes, la verificamos y desvelamos las direcciones IP y los números de teléfono de delincuentes peligrosos”.
Puso como ejemplo Brasil, donde reveló datos de 203 solicitudes en nueve meses de 2024, y la India -su mercado más grande- donde respondió a 6.992 solicitudes de las autoridades en el mismo período de tiempo.
La detención de Dúrov, que nació en San Petersburgo, pero reside en Dubái desde 2017, provocó en su momento una ola de indignación entre los diputados y senadores rusos.
El propio presidente ruso, Vladímir Putin, que intentó bloquear infructuosamente Telegram entre 2018 y 2020, calificó de “arbitraria” la detención e imputación del empresario ruso, y señaló que todos los sistemas de mensajería “pecan de lo mismo”.
“Si actúan así con Dúrov, entonces también habría que cerrar, detener o encerrar bajo arresto domiciliario a otros”, señaló.
En cambio, la prensa independiente recuerda que, además de intentar cerrar la red de mensajería, el Kremlin presionó a Dúrov para que vendiera Vkontakte, el Facebook ruso, lo que propició la fundación en 2013 de Telegram y su posterior exilio.