Un juez de Nueva Zelanda aprobó este miércoles la extradición a Estados Unidos del alemán Kim Schmitz, conocido como Kim Dotcom, el fundador de la página de descargas Megaupload, que enfrenta cargos por fraude, extorsión y blanqueo de dinero. “No es nuestra última palabra. Hemos apelado” la decisión, declaró a la prensa Kim Schmitz, de 41 años. “Estoy decepcionado. Es todo lo que tengo que decir. Les deseo Feliz Navidad a todos. Ahora vuelvo a mi casa”, agregó Schmitz, que desde hace cuatro años intenta impedir su extradición. El juez Nevin Dawson dictaminó que hay pruebas “abrumadoras” para dar luz verde a la extradición.
La ministra neocelandesa de justicia, Amy Adams, que debe dar su acuerdo a cualquier medida de extradición se abstuvo de comentar el veredicto. “Como este fallo puede ser apelado, no sería apropiado comentarlo”, agregó la ministra. Kim Dotcom y sus allegados pueden recibir una pena de 20 años de cárcel en Estados Unidos. Dotcom y tres ex dirigentes de Megaupload –Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk– son acusados de haber obtenido un beneficio ilegal de 175 millones de dólares y causado un perjuicio de 500 millones dólares a los titulares de los derechos de películas, obras musicales y otros productos pirateados. El juez dijo que cuando Megaupload llegó a su máxima cota de popularidad, pudo acaparar un 4% del tráfico de internet. Dotcom, que fue arrestado en una espectacular operación policial en su mansión del norte de Auckland en enero de 2012, niega todos los cargos. Dotcom acusa a Estados Unidos de perseguirlo, instigado por la industria cultural estadounidense y afirma que su caso podría marcar un precedente para todos los usuarios de internet. Dotcom defiende que Megaupload era una plataforma de intercambio de archivos pero que con un total de 50 millones de usuarios al día, no podía controlar todos los datos subidos a la página. Antes del veredicto, había anunciado que continuaría la batalla legal. “No sé cuánto tiempo podrá durar el proceso. Un año y medio, dos o tres o más. Es un asunto muy complejo”, declaró al diario New Zealand Herald.


