Viajar ligero no funciona cuando se visita al eje cafetero: Caldas, Quindío y Risaralda.
En esta región, una variedad de climas y temperaturas, a medida que los metros sobre el nivel del mar se elevan, exige llevar distintos tipos de ropa, como guantes, gorro y abrigo para el frío en el Parque Nacional Los Nevados, por ejemplo.
Aunque el café arábigo se cultiva en otras regiones, en Quindío, Caldas y Risaralda es un motor doble tracción, tanto para la industria del café como para el turismo temático sobre esta planta de fruta dulcita cuando está roja.
Esta región está poblada de los pintorescos jeep, vehículos que reemplazaron al caballo y a la mula en la transportación del café (ver foto de Salento).
El vapor sale de las aguas termales de Santa Rosa de Cabal, en Risaralda, donde un cuerpo cansado agradece el reposo.
Un jugo de lulo (naranjilla), acomodarse para disfrutar de la tarde en una colorida hamaca, comprar artesanías en Salento,beber la diaria taza de suave café, todo eso sabe a Colombia.