El exdirector del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu), Bernardo Meneses, no solo criticó a los estudiantes que negaron haber viajado a Estados Unidos para un curso de inglés, como aparece en el listado oficial de la entidad publicado por el Ministerio de la Presidencia. También intentó justificar la contratación de Vedx Solutions Inc., señalando que los beneficiados firmaron los contratos directamente con la empresa, no el Ifarhu.
El Ifarhu desembolsó $232,800 para que 24 personas participaran en un curso virtual de inglés en 2021, que se suponía tendría una duración de seis meses. Sin embargo, según varios estudiantes entrevistados por este medio, el curso solo duró dos meses. El Ifarhu registró que el curso fue impartido en Estados Unidos.
Ahora Meneses afirma que “nunca” prometió ese viaje a 24 estudiantes, ya que los contratos especificaban que las clases eran virtuales, lo que requería el uso de unos visores (lentes de realidad virtual).
Resaltó que el Ifarhu no firma contratos con universidades o centros de estudio, porque “no recibe dinero de eso”, aunque admite que la selección y contratación de los proveedores, en este caso Vedx Solutions Inc., fue gestionada por él como director de la institución.
Acusó a los estudiantes de “quedarse” con los visores.
¿Ellos sabían que tenían que devolverlos? ¿Cuánto costaron esos aparatos?, preguntó La Prensa.
“No, eso estaba dentro del monto del contrato que se pagó [a Vedx Solutions Inc.]. Eso no se detalló”, respondió Meneses.
El exdirector, quien dijo no recordar quién le propuso los cursos virtuales de Vedx, no pudo dar fe de su efectividad.
“Sin duda, era algo innovador. Panamá iba a estar por primera vez en esa modalidad. Recordemos que estábamos en tiempos de pandemia”, dijo. No obstante, en enero de 2021 inició el proceso de vacunar a la población contra la covid-19 y muchas actividades económicas, que habían estado cerradas el año antes, ya se habían reactivado en modalidad presencial o semipresencial. De hecho, Meneses reconoce que no se le dio continuidad a estos cursos, porque las aulas reabrieron y regresaron las clases presenciales.
El pasado 7 de octubre, el actual director del Ifarhu, Jaime Díaz, afirmó que “recibimos una entidad quebrada y sin recursos. No tenemos tecnología, lo que no nos permite tener trazabilidad en ningún proceso. Tenemos sobregiros en las cuentas de hasta tres veces los presupuestos otorgados para el funcionamiento y tenemos deudas administrativas en inversión que superan los $178 millones”.
Justificación
Meneses insinuó que la información oficial sobre los auxilios económicos divulgada en la web del Ifarhu podría contener “errores” y que por eso ahí se divulga que los 24 estudiantes que recibieron el curso de Vedx viajarían a Estados Unidos.
“El listado [oficial] puede decir una cosa, pero lo que vale es el contrato que uno firma”, declaró a La Prensa.
En los contratos se indica que a cada uno de los participantes se les concedió un auxilio de $9,700, que se desglosa así: $1,200 para “cubrir gastos de movilización” y $8,500 para sufragar el costo del curso, dinero que fue entregado directamente a la empresa proveedora.
Los estudiantes expresaron su preocupación, porque en el listado oficial se indica que viajaron a Estados Unidos, algo que no ocurrió, ya que algunos ni siquiera tenían visa para ingresar a ese país. Además, la inquietud crece debido a que las nuevas autoridades del Ifarhu han anunciado que quienes no hayan cumplido con los términos de los contratos deben devolver el dinero recibido.
Una fuente del Ifarhu indicó que la base de datos publicada por el Ministerio de la Presidencia fue proporcionada por la entidad, aunque señaló que fue un trabajo arduo debido a que la documentación no estaba en orden ni digitalizada.
Admite inconsistencias
Meneses reconoció que las inconsistencias en los contratos se deben a una “mala redacción” por parte del personal del Ifarhu encargado de elaborar los documentos. Por esa razón, según él, en algunos documentos se ubica a Vedx Solutions Inc. en Estados Unidos; en otros, en Nueva Zelanda o Panamá.
“En efecto, si el contrato tiene la ubicación de Estados Unidos, ese es el correcto. Si aparece otra ubicación en algún contrato es porque estaba mal redactado. Tal vez fue un error de la persona que elaboró el contrato”, señaló Meneses.
En cuanto a la duración del curso, que en algunos contratos aparece como “noviembre de 2020 con vencimiento en abril de 2021″, y en otros de marzo a septiembre de 2021, Meneses sugirió que “muchos estudiantes firmaron contratos antes del inicio del curso”.
En el listado de auxilios económicos aparece que la capacitación se realizó de marzo a septiembre de 2021.
Más irregularidades
El certificado de culminación del curso no solo está firmado por una persona con un nombre ilegible, en representación de Global XR Academy, una empresa diferente a la contratada por el Ifarhu para realizar el curso, sino que también presenta detalles que generan dudas sobre su autenticidad.
Por ejemplo, el formato de la fecha, tratándose de una empresa de Oregón, Estados Unidos, debería seguir el orden: mes, día y año, pero en el certificado entregado por Global XR Academy aparece en el formato: día, mes y año. Por ejemplo, “From 19 April 2021 to 01 October 2021″.