Los que hicieron posible el flujo de cientos de miles de dólares a la campaña de Laurentino Cortizo en las elecciones de 2019 al margen de la campaña oficial, cambiaron su vida y parecen haber conseguido un ascenso desde lo económico. Algunos trabajan en el Gobierno con altos salarios y otros abandonaron sus sencillas oficinas en barrios populares. Pero, además de la campaña de 2019, algo más tienen en común: Ninguno quiso hablar o nadie sabe de su paradero.
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El abogado Eduardo Ruíz Escartín, agente residente de una de las sociedades usadas para lo que parece haber sido una triangulación de fondos al margen de la campaña oficial del PRD en 2019, es uno de ellos. La Prensa fue a la oficina que declaraba en la época en que Luis Acevedo Ureña –el socio del vicepresidente José Gabriel Carrizo– figuraba como una referencia en su hoja de vida.
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Esa oficina está en el corazón de La Exposición, el otrora señorial rincón de Calidonia, pero tres semanas atrás, al llegar a la que posiblemente sea la única cuadra sin ningún vestigio del señorío de épocas pasadas, encontró vecinos, comerciantes y transeúntes, pero de Ruíz Escartín nada: levantó su oficina y no ha aparecido más por allí.
Aunque ya nunca va, en el edificio saben de él: Allí siempre llegan citaciones porque, al parecer, sigue poniendo esa dirección para evadir notificaciones. “La Policía viene y las pega en el frente, pero ahora viene menos porque ya saben que no aparece nunca y no hay quién firme la notificación”, dijo uno de los vecinos a La Prensa.