Anel Bolo Flores, contralor de la República desde el pasado 2 de enero, ha solicitado a los jefes de entidades estatales que se abstengan de pactar adendas invocando el mecanismo de equilibrio contractual, por considerar que muchos de esos reclamos son “injustificados”.
“Estamos hablándole a todos los ministros de Estado que la palabra ‘equilibrio contractual’ es prohibida y se va a ver con mucha lupa, porque en efecto usted tiene razón que ahí hubo muchos abusos”, dijo Flores en conferencia de prensa, este martes 14 de enero.
También confirmó que destituyó a Zenia Vásquez de Palacios, secretaria general de la Contraloría General de la República (CGR) entre 2020-2024. El anterior contralor, Gerardo Solís, había colocado a Vásquez en la planilla con el cargo de “asistente ejecutivo II” desde el 6 de noviembre pasado, con estatus de funcionaria “permanente”, a fin de que permaneciera en la institución una vez Flores asumiera el mando.
Vásquez fue socia de Odila Castillo, exasesora de Solís y abogada que ha acumulado una fortuna gestionando equilibrios contractuales a favor de contratistas del Estado. Sobre Castillo, Solís ha dicho que fue una “excelente funcionaria” y que es “quien mejor conoce el derecho administrativo y las contrataciones públicas” en Panamá.
El nuevo contralor dijo este martes que “lo que ya se refrendó, no es mucho lo que yo pueda hacer”; sin embargo, aseguró que revisará “con lupa” las adendas que no han sido refrendados, ya que opinó que muchos de estos reclamos son “injustificados y no los vamos a aceptar”.
Flores ha visto que muchos contratistas invocan el equilibrio contractual alegando las restricciones de movilidad impuestas en 2020, con la covid-19. No obstante, señaló que la pandemia es un caso fortuito y que esta condición está estipulada en los contratos.
Aunque Flores admitió desconocer el monto total que representan los equilibrios contractuales refrendados en la pasada administración, no considera necesario hacer una auditoría, ya que afirma tener mucho trabajo por delante.
La socia de Odila Castillo
Sobre la destitución de Zenia Vásquez, la decisión fue adoptada el pasado 3 de enero. La exsecretaria general presentó una solicitud de reconsideración la semana pasada, la cual es analizada y será respondida “en los próximos días”. En caso de que la respuesta sea negativa, Vásquez podrá apelar ante la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, recordó Flores.
Vásquez llegó a la Contraloría hace cinco años, de la mano de Solís. Antes, fue socia de Odila Castillo en el bufete Palacios Vásquez y Asociados.
Pero Vásquez no fue la única funcionaria de su confianza a la que Solís, en el ocaso de su gestión, reconvirtió en “asistente ejecutiva II”. Hizo lo mismo con 16 directores y jefes de departamento de la CGR. Flores decidió quedarse con 10 de ellos, aunque no especificó las funciones que desempeñan actualmente.
“Lo que sucede es que, cuando dejan de ser directores debido a un cambio de administración, no pierden sus cargos, sino que son reubicados en otras posiciones. Esto es una práctica que se ha mantenido en los últimos 40 años”, justificó Flores.