El contralor general, Gerardo Solís, ha guardado silencio sobre más de seis liquidaciones por montos exorbitantes de funcionarios de altos cargos en la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), incluidos el gerente general y el subgerente, Carlos Mosquera y Óscar Rendoll, quienes estarían recibiendo entre los dos más de $555,810.
Pero los mutuos acuerdos no serían los únicos beneficios que reciben ejecutivos y trabajadores de confianza en Etesa; además, se les hace un ajuste anual del 3% sobre su salario base.
También, pueden aplicar al Programa de Asistencia Educativa para que, cuando hayan culminado la carrera, postgrado o maestría —pagados también por la entidad— “podrán aplicar nuevamente de forma inmediata para realizar otros estudios”.
Resalta el documento que, aunque estos funcionarios obtengan calificaciones C o B o su equivalente, recibirán una remuneración del 50%. De obtener una A o su equivalente, recibirán una remuneración del 70%.
Después de que La Prensa revelara inicialmente esta información el pasado viernes, el presidente electo José Raúl Mulino le solicitó al contralor Solís que no refrende estos pagos y advirtió que no permitirá que aquellos funcionarios de confianza que terminan su mandato el próximo 30 de junio apelen a fórmulas “novedosas” como la del mutuo acuerdo.
Por su lado, Etesa defendió este fin de semana las indemnizaciones, alegando que las mismas fueron autorizadas por su junta directiva, presidida por el ministro de Comercio e Industrias, Jorge Rivera Staff, conforme a lo que dicta el Código de Trabajo.
Por ley el contralor puede asistir a las reuniones de junta directiva de Etesa.
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