El panameño Anthony Martínez Meza y cinco capos llevan un año libres en Dubái

El panameño Anthony Martínez Meza y cinco capos llevan un año libres en Dubái
Una de las casas donde se detuvo a los capos del supercártel en Dubái en noviembre de 2022. Guardia Civil


Policías de Países Bajos, Francia, Bélgica, Dubái y España desarticularon en noviembre de 2022 un denominado “supercártel” de narcotraficantes que controlaba buena parte del mercado de la cocaína en Europa. En esa operación, llamada Dessert Light, fueron detenidas 49 personas, de las cuales siete eran consideradas por Europol como “objetivos de alto valor”, entre los que se encontraba el panameño Anthony Martínez Meza.

“Es un hito histórico en la lucha contra el narcotráfico global”, anunció entonces la Guardia Civil, la institución encargada de la investigación en España donde la operación fue bautizada Faukas.

La cooperación policial europea conseguía así desarticular la estructura logística de una macro organización en la que señores de la droga de diferentes nacionalidades se habían asociado para inundar Europa de cocaína. Y lograron también incautar 30 toneladas de cocaína -lo que equivalía a “un tercio del mercado”, según la Guardia Civil- con la colaboración de Dubái, un hecho sin precedentes. Seis de los siete grandes capos detenidos vivían en Emiratos Árabes Unidos, convertido en un auténtico “santuario” para delincuentes del más alto nivel.

El panameño Anthony Martínez Meza y cinco capos llevan un año libres en Dubái
El narco panameño Martínez Meza.

Sin embargo, un año después de la megaoperación, los seis hombres detenidos en Dubái se encuentran en libertad en el emirato y aún pendientes de extradición. Entre ellos están los dos que reclama España: Ryan James Hale, un ciudadano británico que residió en la Costa del Sol, y el panameño Anthony Martínez Meza, alias Hassan, que en la investigación está identificado como el responsable de proveer la droga y de enviarla desde el puerto panameño de Manzanillo.

Martínez Meza era supuestamente el proveedor de droga del grupo. Considerado por los organismos de seguridad de Europa como uno de los suministradores de droga más importantes del mundo, se ocupaba personalmente de que su gente en Colón plantara la cocaína en contenedores para enviarlos a Europa. Por estos días, está libre en los emiratos y es reclamado por autoridades españolas, ante una aparente indiferencia desde Panamá: el Ministerio Público (MP) no ha confirmado si lo investiga o si maneja alguna acción en ese sentido.

“Señal de impunidad”

Además de Martínez Meza, como se dijo, España reclama a Hale. Miembro del clan irlandés de los Kinahan, Hale era el jefe del cartel en el que estaba enlistado el panameño: dirigía el negocio y se coordinaba con el resto de los capos con los que compartía residencia.

Francia, Bélgica y Países Bajos reclaman otros más: Edin Gačanin y Zouhair Belkhair, ambos con pasaporte holandés, y los belga-marroquíes Hoesny Ajaray y Rabhioui Bourfa, cuya extradición piden tanto Bélgica como Francia. Todos ellos quedaron en libertad a comienzos de este año, apenas dos meses después de su detención en Dubái, y sus respectivas extradiciones permanecen en el limbo de la burocracia judicial del emirato.

Cuando se hizo público que Belkhair había quedado en libertad bajo fianza y Gačanin en libertad sin ningún cargo, las autoridades holandesas pusieron el grito en el cielo, según publicaron entonces los medios del país. Porque, además, parecía que el bosnio se encontraba en paradero desconocido.

En Francia también llegaron a las páginas de los periódicos las penalidades de la extradición de Ajaray y Bourfa. En los cuatro casos, Dubái respondió asegurando que ambos países habían presentado sus respectivas solicitudes fuera de plazo, fijado en 40 días. Los fiscales holandeses lo negaron taxativamente, al igual que los franceses.

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Uno de los registros efectuados por la Guardia Civil, la DEA y Europol en Dubái en noviembre de 2022. Guardia Civil

Unos meses después, en verano, el semanario Le Nouvel Observateur hizo pública una nota que los servicios de seguridad franceses habían enviado a la policía quejándose de la falta de colaboración de Dubái en el proceso de entrega de los delincuentes reclamados por Francia.

“Hasta la fecha, ninguno de estos narcotraficantes ha sido extraditado a nuestro país y varios procedimientos contra individuos especialmente activos y peligrosos han sido incluso archivados por las autoridades emiratíes, que han invocado pretextos más o menos falaces en apoyo de sus decisiones”, protestaban los servicios de inteligencia franceses.

A su juicio, que los narcos fueran puestos en libertad constituye una “fuerte señal de impunidad enviada por los Emiratos Árabes Unidos a los narcotraficantes que se instalan en masa en Dubái y continúan desde el emirato organizando y gestionando el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero y los asesinatos en las ciudades francesas”.

Todos reclaman... ¿y Panamá?

En el marco de la alianza entre medios para Narco Files, una investigación periodística transnacional sobre crimen organizado liderada por OCCRP en la que participa La Prensa, el medio español infoLibre consultó al Ministerio de Justicia de Bélgica por las extradiciones de Ajaray y Bourfa. En la respuesta, las autoridades indicaron que persiguen “a cierto número de fugitivos que se cree que se encuentran en los Emiratos” y que tiene “solicitudes de extradición pendientes” ante los tribunales de Dubái.

Bélgica firmó con Emiratos Árabes Unidos un convenio de extradición en 2021. Francia también lo tiene desde 2018. Los abogados de los holandeses Gačanin y Belkhair confirmaron a OCCRP que ambos siguen en libertad y pendientes de los jueces dubaitíes.

En España, los fiscales antidroga de Valencia, Ismael Teruel, y de Málaga, Fernando Bentabol, coincidieron en quejarse de la “falta de interés” de los dubaitíes por cumplir con las extradiciones. “Empezaron a pedir informes e informes, cosas raras… y trámites absurdos”, dijo Teruel.

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Anthony Alfredo Martínez Meza es descrito por las autoridades de España como un sujeto de alto perfil en el negocio ilegal del tráfico de estupefacientes en Europa.

En Valencia, se tramita la solicitud de entrega de Martínez Meza, porque fue en su puerto donde se decomisó el alijo de 698 kilos de cocaína en marzo de 2020 que permitió tirar del hilo y llegar hasta los capos instalados en Dubái.

Pero, ¿qué pasa con Martínez Meza en Panamá? ¿Abrieron una investigación? ¿Han contactado a autoridades en Dubai? La Prensa consultó al MP, pero no hubo precisiones: “Se colaboró con la información requerida en su momento”, dijeron.

Siembra dudas

Además de no decir nada sobre la extradición, las autoridades judiciales del emirato no han dejado de manifestar sus dudas sobre la legalidad de la desencriptación de las plataformas de chats Encrochat y Sky ECC, que permitió a la Guardia Civil ligar ese cargamento con quienes lo habían organizado. Ese cifrado, como publicó La Prensa a principios de 2023, reveló las complicidades locales y el mecanismo de los supercapos de la droga.

Anular la validez del descifrado de las comunicaciones se ha convertido en la principal estrategia utilizada por los abogados para salvar a sus clientes. Sin embargo, en un paso hacia lo que puede ser su validación definitiva, la abogada General de la Unión Europea, Tamara Cápeta, acaba de avalar el uso de los mensajes descifrados de Encrochat que fueron intervenidos gracias a la policía francesa.

“No se molestan en ser eficaces y ágiles, ponen inconvenientes, dan largas. Y más aún cuando se trata de personas que invierten allí, para blanquearlo, parte del dinero que han obtenido”, lamenta por su parte el fiscal malagueño Bentabol, quien igual aclara que, en el caso de Hale, el juzgado ya ha presentado toda la documentación requerida y está pendiente de que respondan las autoridades judiciales del emirato.

El panameño Martínez Meza, en tanto, está libre en Dubái, “pero sin posibilidad de salir del país”, según confirmó Teruel, el fiscal de Valencia. El comandante de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Fran Torres, teme que las reticencias de la justicia del emirato permitan la huida de los supercapos.

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Los carteles de la DEA con recompensas por información sobre los líderes del clan de los Kinahan, al que pertenece uno de los capos detenidos en Dubái. DEA

Otra prueba de la renuencia dubaití la esgrime el fiscal antidroga de Valencia. Ya antes del verano, Europol convocó en París a las policías de los países implicados en la operación Dessert Light y éstos, a su vez, invitaron a los fiscales encargados de las extradiciones. Pero la policía de Dubái, que también había sido citada, no acudió, explica Ismael Teruel. “Así que quedó claro que el emirato no tenía mucho interés”, remarcó.

Luis Chabaneix, abogado penalista especializado en extradiciones, apunta en otra dirección para explicar el supuesto desinterés de Dubái por entregar a los seis capos: la falta de peso geopolítico de España. Pero también menciona la corrupción. “Ese tipo de delincuentes tienen muchos contactos en las altas esferas y mucho dinero e influencias que pueden ayudarles a salir del escollo”.

Como sea, un año después de su detención por enviar toneladas de droga a Europa desde Panamá, Martínez Meza está libre y en Panamá nadie se preocupa por eso.

Las conexiones locales de Martínez Meza

Cuando Martínez Meza fue capturado en noviembre de 2022, quedó al descubierto su vida llena de extravagantes lujos en Dubái que, según la DEA, es un paraíso para delincuentes.

Martinez Meza comandaba operaciones de forma local y a distancia, apoyado por una red con entrada a puertos en las costas caribeñas y del Pacífico. Tenía sociedades en Panamá y contacto con personas que estarían ligadas al Gobierno y a su partido, el PRD, además de la Zona Libre de Colón, donde al momento de su detención su madre era directora de Presupuesto.

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El facsímil pertenece al expediente de la investigación contra la organización criminal lidera por el británico Rayan James Hale, quien tenía comunicaciones directas con Anthony Alfredo Martínez Meza, un importante suministrador de drogas en Europa

En la Fiscalía de Drogas de Panamá había indicios, pero no había investigaciones en curso que lo involucraran en delitos de este u otro tipo. Y aunque el MP dice haber cooperado en la operación que dio con su captura, la información que existe sobre Martínez Meza está sellada en el Consejo de Seguridad Nacional, según una fuente judicial.

El panameño mantendría algún contacto con el partido de gobierno y negocios a través de, al menos, tres sociedades, en las que figura como directivo, todas domiciliadas en Cristóbal, Colón: Machina Supply International Inc., Francisco Martínez, S.A. y JPM Int., S.A.

En JPM Int., S.A., vigente desde junio de 2014, Martínez Meza figura como director, presidente y secretario. La sociedad tenía como agente residente a Michael Soto Movilla, quien fue delegado del PRD en Cristóbal, y su nombre aparece en la planilla del Servicio Nacional de Migración y en otras sociedades vinculadas a negocios en la ciudad atlántica.

Soto Movilla es un viejo conocido del gabinete del presidente Laurentino Cortizo: el ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, lo etiquetó en un comentario en Facebook en marzo de 2017.

*Esta publicación es parte de NarcoFiles: El Nuevo Orden Criminal, una investigación periodística internacional sobre el crimen organizado global, sus innovaciones, sus tentáculos y quienes lo combaten, liderada por OCCRP y en alianza con 40 medios, incluido La Prensa.


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