Los exorbitantes salarios e indemnizaciones que paga la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa) no son los únicos privilegios a favor de sus gerentes y ejecutivos. Existe un plan de beneficios, poco conocido, que sería la envidia de cualquier multinacional.
La Prensa tuvo acceso al “plan de política de beneficios” para los ejecutivos y trabajadores “de confianza”, un documento de siete páginas que fue modificado y aprobado por el saliente gerente general de Etesa, Carlos Mosquera, en enero pasado. En el documento también figuran las firmas de los directores de Recursos Humanos, de Finanzas y de Asesoría Legal. Aunque en el documento no aparecen sus nombres de pila, esos cargos corresponden a Alexis Ayala (suplente del diputado Raúl Pineda), Pablo Castrejón y Ramón Palacios, respectivamente, aunque en el renglón asignado a Ayala firmó esa vez Gisela Collado, quien tiene el cargo de “coordinadora de operaciones” de Recursos Humanos.
Castrejón y Palacios, así como Mosquera, son algunos de los que está reclamando indemnización, bajo la figura de un mutuo acuerdo.
En el punto cuatro del referido plan, en la sección de “beneficios” para ejecutivos y trabajadores de confianza, se indica que el mutuo acuerdo contempla, además del pago de las prestaciones laborales y derechos adquiridos establecidos en el Código de Trabajo, una indemnización que se calcula tomando en cuenta el tiempo de servicio.
El documento especifica que los “trabajadores con tiempo de servicio de cuatro años con seis meses a cinco años con cinco meses” recibirán una indemnización que equivale a 11 meses de su salario base.
Aquí encajaría Mosquera, que asumió la gerencia general en julio de 2019. Su salario es de $14,315.22 al mes, más del doble de lo que devengan el presidente de la República, ministros y diputados de la Asamblea Nacional, que es de $7 mil al mes. Si el plan especifica que a Mosquera le corresponden 11 meses de salario, esa cifra totaliza $157,467.42. No obstante, la cantidad que se adjudicó en su mutuo acuerdo es de $249,195, lo que equivale a poco más de 17 meses de salario.
Beneficios en atención médica
Los ejecutivos y trabajadores de confianza de Etesa cuentan con un seguro de gastos médicos y hospitalización equivalente a $400 mil, renovable cada año. Se excluye al personal mayor de 60 años de edad, que tienen un seguro de gastos y hospitalización diferente, en el que Etesa les reembolsa todo lo que paguen.
El gerente general, los ejecutivos y trabajadores de confianza también gozan de un programa de “medicina preventiva”, que consiste en exámenes anuales de laboratorio, rayos X y consultas con un cardiólogo. La compañía aseguradora asume el 60% del costo de estos exámenes y Etesa, el 40% restante.
Ajuste salarial
Aunque ya reciben jugosos salarios, los ejecutivos y trabajadores de confianza reciben anualmente un ajuste salarial del 3%. Este ajuste es automático, ya que el plan de beneficios no indica que el mismo está sujeto a alguna evaluación o desempeño.
No es todo. También tienen un descuento del 60% en su facturación mensual de energía eléctrica. Esto significa que si el recibo les llega por $100, solo pagan $40.
Por si fuera poco, la empresa estatal les paga el 100% de membresía y cuotas en clubes y gremios profesionales. También en ligas deportivas, si el gerente lo aprueba.
Si utilizan un vehículo propiedad de Etesa, el combustible lo paga la empresa. Y si andan en su propio automóvil y el gerente lo aprueba, también.
El plan de beneficios menciona que Etesa, “de forma voluntaria”, otorga a sus ejecutivos y trabajadores de confianza los beneficios contemplados en la convención colectiva vigente, negociada con sus trabajadores. Estos beneficios los reconocerá la empresa, aunque el ejecutivo no haya aportado ni una cuota sindical, como seguramente sí lo hace el resto de los trabajadores.
La excusa es la de “mejorar las condiciones profesionales, sociales y económicas de nuestros ejecutivos y trabajadores de confianza, de manera que sirva de incentivo para mantener una alta productividad”.
El documento indica que la dirección de Recursos Humanos, según el documento, presentará cada dos años un “plan de beneficios” para los ejecutivos y los trabajadores de confianza que “tendrá como mínimo lo establecido en la convención colectiva vigente”. Este plan será revisado y aprobado por el gerente general e informado a la junta directiva.
‘Tienen derecho’
La noche del pasado sábado, Etesa divulgó un comunicado en sus redes sociales en el que defendió las indemnizaciones a favor de sus gerentes y ejecutivos, porque “tienen derecho”, y explicó que las mismas fueron autorizadas por la junta directiva de la empresa estatal, que preside Jorge Rivera Staff, ministro de Comercio e Industrias hasta el próximo 1 de julio.
En ese comunicado, Etesa señala que, en el caso específico de Mosquera, el gerente solicitó pactar el mutuo acuerdo, porque tenía que someterse a procedimiento quirúrgico urgente. Entonces, según ese comunicado, la terminación laboral con Mosquera “fue de común acuerdo y no una decisión unilateral por parte del gerente general”.
El comunicado no hace mención alguna a que la salida de Mosquera es inminente, porque el presidente electo José Raúl Mulino (que toma posesión el próximo 1 de julio) ya anunció que será reemplazado por Roy Morales. Como subgerente fue designado Eric Salazar.
De ser esto cierto, sería un atraco a fondos públicos intolerable muy próximo al delito, en el mejor escenario. pic.twitter.com/WL9lWqNgPC
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) June 22, 2024
El comunicado de Etesa omite en qué condiciones se pactaron las indemnizaciones que reclaman los otros cinco funcionarios con montos exorbitantes: $306,615 para el subgerente Óscar Rendoll; $77,095 para el gerente de Compras, Daniel Castilla; $116,577 para el director de Finanzas, Pablo Castrejón; $119,366 para el director de Asesoría Legal, Ramón Palacios; y $91,068 para la directora de Servicios Corporativos, Zorina Carles.
Mulino pidió a la Contraloría General de la República que no refrende estas indemnizaciones, por considerarlas un “abuso” en el manejo de los fondos públicos.
Aunque funciona bajo el régimen de una empresa privada, todas las acciones de Etesa pertenecen al Estado.
