En agosto de 2019, cuando su partido acababa de llegar al gobierno del país, Eugenio Geñito Delgado avisó al terminar una reunión sobre la ley de Descentralización: “La ley necesita algunas modificaciones, mejorar algunos puntos y, sobre todo, que se aumenten los recursos a las juntas comunales”.
Tres años después, Geñito había conseguido embucharse $4.6 millones de la descentralización paralela. La junta comunal del corregimiento de Salud, de la que es representante, estaba en el top 10 de las que más millones recibieron cuando La Prensa publicó la primera entrega de la serie investigativa, en mayo de 2023. Tras la denuncia −y un sinfín de reclamos, una investigación y hasta una advertencia del Tribunal Electoral (TE)−, el festín de fondos no paró.
Desde entonces, Salud consiguió más de un millón más. En total, van $6,041,598 millones entregados por la Autoridad Nacional de Descentralización (AND) en 36 órdenes de pago que fueron refrendadas por la Contraloría en tiempo récord: un promedio de 10 días.
Si se divide ese monto por la cantidad de habitantes, el poblado que Geñito concibe como propio escala al primer lugar de ese top 10: $2,380 por cada persona del corregimiento.
¿Quién es este hombre que consiguió semejante preferencia? ¿Para qué le dieron los millones? ¿En qué los invirtió?
De naturaleza acomodaticia, Geñito es un perredista que va por el quinto mandato al frente del Consejo Provincial de Colón. Para las próximas elecciones de mayo, compite por tres puestos según el boletín publicado por el TE: representante de Salud, alcalde de Chagres y diputado suplente de Nelson Jackson Palma en el circuito 3-2, con el apoyo de tres partidos: PRD, Molirena y Realizando Metas (RM).
Pero quizás la mayor de sus astucias esté vinculada a un accidente: es vecino del presidente Laurentino Nito Cortizo, cuya finca está en Chagres.
El gobierno de Nito hizo diferencias con Geñito: otorgó a su junta comunal cuatro veces más de la descentralización paralela de lo que giró a La Encantada −segunda en el ranking de Chagres− y 18 veces más que la última, El Guabo.
Lo de Geñito con la descentralización paralela es una fiesta continuada de fondos públicos asignados sin parámetros, controles ni rendición de cuentas.
Registros públicos de la Contraloría analizados por La Prensa revelan que la AND desembolsó la mayor parte de los $6 millones para que Geñito los gaste como quiera: $4.4 millones para la genérica “implementación de iniciativas Comunitarias y sociales” y $350 mil para el conveniente “gastos de funcionamiento”.
Solo el 5% del total fue con un destino comprobable: el Programa de Inversión de Obras Públicas y Servicios Municipales (Piopsm), una de las tres vías previstas en la ley original para que el Estado inyecte dinero para el desarrollo del interior del país.
¿Y en qué invirtió Geñito los millones?
Si se busca “junta comunal Salud” en el sitio oficial de compras públicas -Panamá Compra-, Geñito no habría invertido en nada entre el 1 de julio de 2019 y el 27 de enero de 2024: hay cero licitaciones publicadas.
Por la Contraloría pasaron 379 órdenes de pago realizadas por la junta comunal entre 2019 y 2024, por $382,656. Es decir, el 6% de los $6 millones recibidos por la AND. La mayor parte de eso fue para pagar planilla: $232 mil, lo que representa el 60% del total.
En un recorrido de La Prensa por la comunidad, muchos pobladores destacaron que da trabajo, ayuda con comida o cemento. Los cinco primeros destinos de los pagos analizados fueron para eso: planilla; bolsas, tarjetas y platos de comida; materiales de construcción, jamones navideños y mejoras habitacionales.
Pero, ¿qué pasó con el resto de los $6 millones? Imposible saberlo. Entre los destinos difusos de las partidas, la falta de controles y el subregistro en Contraloría, no hay manera de seguir la ruta de los $6 millones de la descentralización paralela en Salud.
La Prensa buscó a Geñito en la junta comunal y en su casa el martes 23 de enero después del mediodía. La junta comunal estaba cerrada. Según respondió la persona que atendió en la casa, ese día había viajado a Colón.
El domingo 28 de enero contestó una llamada a su celular. Lo primero que dijo fue: “¿Usted no tiene hijos? ¿Usted no tiene nada que hacer los domingos? (...) Si usted está trabajando, yo no”. Con la consulta sobre los millones de la descentralización paralela para Salud, Geñito se ofuscó más: “No existe la descentralización paralela, ¿oíste? Pa’ que sepas”. La pregunta siguiente -que iba a referir a los $6 millones que la AND destinó a Salud- la interrumpió vociferando: “Bastante [ha recibido Salud], como han recibido todos. Y a esta hora, para que te quede bien claro, Karla (sic), yo no atiendo”.
Los vecinos del corregimiento dicen que Geñito “hace fiestas” y “pura fiesta”.
A mediados de enero convocó a una por sus 50 años. Tiró la casa por la ventana: escenario, fuegos artificiales, grupos musicales. Hasta la madrugada.
El fin de semana siguiente, hizo una segunda parte para agradecer por el éxito de la primera.
En Salud, la descentralización paralela también es una fiesta.