Dos años antes de las elecciones de 2019, el Código Electoral fue reformado para establecer topes a los gastos de las campañas políticas que, en el caso del presidente de la República, se fijó en $10 millones. Además, se hizo obligatorio el registro de todas las donaciones privadas, incluso, las propias, y “la información correspondiente al origen de las contribuciones privadas… deberá ser presentada al Tribunal Electoral detallando la lista de donantes… [la cual] será de acceso público”, indicaba el Código Electoral (TE) de entonces.
Según la lista de donantes que presentó al TE en mayo de 2019 –mediante declaración jurada– el entonces presidente electo, Laurentino Cortizo, afirmó que su campaña tuvo un ingreso de $7.5 millones. Juró que toda la información era “total, cierta y exacta”, y que su suplente –José Gabriel Gaby Carrizo– “no ha sido utilizado para recabar ingresos o hacer gastos fuera de las declarados en este informe, y como evidencia de ello, firma conjunto conmigo la presente declaración”, juró Cortizo.
El juramento… y Bagatrac
¿Qué tan cierta es esa declaración? La Prensa recibió un cúmulo de documentos que revelarían que no todos los donantes aparecen en la lista que presentó Cortizo al TE o en la lista jurada de donantes de las primarias del PRD. También hay evidencias de lo que parecen ser maniobras para ocultar dinero aparentemente donado por una cuestionada empresa: Bagatrac, a través de un esquema en el que habrían participado allegados de Carrizo, la mayoría, instalados hoy en el Gobierno, y su socio, Luis Acevedo Ureña.
El voluminoso legajo de copias recibido por La Prensa evidenciaría que se habrían pagado comisiones a personas, empresas y negocios por prestar sus nombres para recibir los fondos de Bagatrac y otras empresas.
El dinero se obtendría simulando la prestación de servicios a la constructora o asumiendo gastos de la campaña que Bagatrac pagaba directamente a los proveedores, como si esta y otras empresas del mismo grupo los hubiese contratado en vez de la campaña. Ni Bagatrac su dueño –Alberto Jurado Rosales– ni sus fundaciones ni el cuantioso monto de sus donaciones aparecen en las listas de donantes que entregó Cortizo al TE. ¿Por qué no lo declararon?
La Prensa conversó con una fuente allegada a Carrizo y que trabajó de cerca en la campaña del PRD. Contó que cuando el diputado bocatoreño Benicio Robinson (PRD) se sumó al “proyecto político” de Cortizo, Bagatrac llegó de su mano. Pero, para 2018, cuando Cortizo ganó las primarias de su partido y cuando empezó la recaudación de fondos para las elecciones de mayo de 2019, Bagatrac estaba en aprietos.
Quizás es la razón de porqué no está en la lista de donantes de Cortizo. Y es que, en 2018, el principal accionista de Bagatrac, Alberto Jurado Rosales, confesó ante fiscales anticorrupción haber pagado $3 millones en sobornos a funcionarios del gobierno de Ricardo Martinelli, en el esquema de Blue Apple. Aquél no era su mejor momento.
Pero eso no le impidió apoyar la lista del PRD: los registros a los que ha tenido acceso este medio revelan cuantiosas donaciones electorales no declaradas, que suman decenas de miles de dólares al mes y se movieron gracias a una sofisticada contabilidad paralela para permitir el flujo de dinero desde Bagatrac hasta las sociedades controladas por Carrizo y sus colaboradores de campaña.
Esta tarde reafirmé mi compromiso con la democracia de nuestro país firmando el Pacto Ético Electoral del Tribunal...
Posted by Laurentino 'Nito' Cortizo on Monday, November 12, 2018
La treta rindió frutos para Jurado Rosales y su empresa. Tan pronto como tomó posesión el actual gobierno, Bagatrac parece haber recuperado su “inversión” a través de contratos con el Estado, en algunos casos, sin competencia, y en otros, gracias a las altas valoraciones que recibieron sus propuestas, como las que recibía Odebrecht cuando se simulaban concursos en los que participaba.
Prueba de ello es que, dos meses después de tomar posesión el PRD, a Bagatrac se le adjudicó una licitación en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) –cuya oferta no fue la más económica, pero sí la que recibió el mejor puntaje– por un monto de $84.2 millones, para ampliar una carretera en Chiriquí. De ahí en adelante, Bagatrac escaló hasta alcanzar cientos de millones de dólares en contratos, convirtiéndose en una de las favoritas del MOP.
¿Cómo fluyó el dinero sin declarar desde Bagatrac hasta la campaña del PRD? ¿Quiénes aceitaron la contabilidad paralela que llevó a Cortizo a la presidencia en 2019?
Vea: Bagatrac y sus esquemas de ‘donación’