Los pilotos del avión presidencial son cobijados por un manto de confidencialidad, que no permite conocer siquiera su identidad ni a cuánto ascienden los viáticos que reciben. A ellos se ha destinado un beneficio negado a otros funcionarios –como los bomberos– pues recibirán uniformes nuevos para vestirlos en las misiones a las que viaje el presidente Laurentino Cortizo, su vicepresidente, ministros e invitados especiales.
Incluso, una compra reciente, hecha por la AAC, también es un tema “confidencial”, según el director de Aviación Presidencial de esa entidad, Mariano Cano. El funcionario, además, se negó a confirmar si el director de Seguridad Aérea de Aeronáutica es piloto del avión presidencial, contrario a administraciones anteriores, cuando se conocían quiénes desempeñaban esos cargos.
Cano invocó los artículos 13 y 14 de la Ley 6 de Transparencia para negarse a revelar el monto de los viáticos que se le asignan a los pilotos del avión presidencial. A su juicio, se trata de información de seguridad nacional. Sin embargo, este funcionario no informó ni envió a este medio el documento de la AAC que clasifica la información de los pilotos presidenciales como información de “acceso restringido” por razones de seguridad nacional.
Uno de estos pilotos sería el director de Seguridad Aérea de la AAC, Abdiel Fernández, quien usa varios sombreros en la entidad –y fuera de ella–, para generar mayores ingresos económicos, incluida la institución para la que trabaja, y que ahora encubre otras labores que desempeña este funcionario en la entidad, y que supondría que desatendería temporalmente –por sus ausencias en viajes oficiales– sus deberes como director de Seguridad Aérea de la AAC.
Secretismo
Cano no quiso dar razones de tanto secretismo. Incluso, se negó a dar detalles de una compra que lleva a cabo la institución. En el portal Panamá Compra se observa parte de una contratación que intentó hacer la AAC por, al menos, $20 mil (precio de referencia) para adquirir “20 vestuarios para el personal operativo, mecánicos y pilotos” de esa entidad, que data de mayo pasado.
El detalle de la compra incluye más de $12 mil por pantalones, camisas, correas, gorras y botas. Por ejemplo, por 15 pares de botas la AAC pagará $2,400; en promedio, un costo de $160 por cada par, lo mismo que cuestan botas de seguridad de bomberos. Empresarios dedicados a la venta de vestuario de pilotos consultados por este medio consideraron que el precio que pagaría la AAC por esos productos es elevado.
Considérese, además, el costo de un vestuario para bombero, que actualmente están raídos, gastados y en pésimas condiciones. Un uniforme de bombero, con casco de seguridad, casaca de trabajo, pantalón, botas y un cinturón con alarma, cuesta aproximadamente $1,250, mientras que los de los pilotos y mecánicos del avión presidencial costarían, en promedio, según el precio de referencia de la AAC, unos $1,000.
Cano no quiso responder por lo oneroso de estos bienes ni si se realizará otro acto público o si se hará una compra directa para el vestuario faltante, como las corbatas, zapatos, barras azules de capitán, así como más pantalones y camisas. Cano, al parecer, desconoce el contenido del artículo 10 de la Ley de Transparencia que, textualmente, indica que “El Estado informará a quien lo requiera sobre lo siguiente… 4. Actos públicos relativos a las contrataciones públicas desarrolladas por la institución”.
Multiservicios
El director de Seguridad Aérea, Abdiel Fernández, obtiene, al menos, $5 mil mensuales de salario, siendo el único pago visible que se conoce de este funcionario en la planilla desactualizada de la AAC hasta junio de 2022, que publica en su sitio web la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai).
Fernández sumaría réditos al reemplazar al director general de Aeronáutica, Gustavo Pérez, en sus ausencias, como en mayo pasado. A ello, se sumaría su faceta como piloto del avión presidencial y los contratos por servicios que ha obtenido en la AAC y en otras entidades del Estado, incluida la Asamblea Nacional, a través de una empresa en la que es accionista mayoritario: PFM Panamá.
Desde el 2012, la AAC no actualiza su planilla ni el informe de viajes, viáticos y sus respectivas justificaciones en el portal electrónico de la entidad. Al ser cuestionado el director de Finanzas de la AAC, Eladio Santanach, por la falta de transparencia, este se negó a responder.
Algunas fuentes vinculadas a la AAC, consultadas por este medio, coincidieron en que desde hace un año, Fernández estaría realizando vuelos como piloto del avión presidencial. “El sería un piloto auxiliar, es decir, que si alguno de los principales u oficiales de la línea presidencial no pudiese volar entonces él estaría disponible. Sin embargo, esto no ha sucedido, pero ha viajado en varias ocasiones. Incluso, recibe capacitaciones recurrentes como piloto presidencial en el exterior”, aseguró una fuente.
Este medio tuvo acceso al pliego de cargos de otra licitación programada para julio próximo por $846 mil (monto de referencia) de la AAC para el pago de capacitaciones a funcionarios. En el documento se menciona a Fernández, como uno de los cuatro pilotos del avión presidencial que recibirá “entrenamiento recurrente para piloto al mando de la aeronave Embraer 135BJ”. El costo del entrenamiento para los cuatro pilotos asciende a $196 mil, es decir, $49 mil por cada uno.
La Prensa cuestionó a Fernández sobre estos pagos de viáticos y desde cuándo forma parte del equipo de pilotos del avión presidencial, pero ignoró los correos con las solicitudes de información. Tampoco se quiso referir al tema el titular de la AAC.