El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, no pudo sustentar al magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Olmedo Arrocha, por qué no existen informes de inspección de Miambiente a Minera Panamá entre 2022 y 2023, justo cuando el Gobierno y la empresa negociaban un nuevo contrato-ley que, tras su firma, fue considerado inconstitucional por la Corte Suprema.
En nota fechada el pasado 7 de noviembre, Arrocha –en calidad de magistrado sustanciador de la demanda de inconstitucionalidad contra la ya derogada Ley 406 de 2023– solicitó a Concepción, entre otras cosas, la “bitácora por fecha de las gestiones de monitoreo y cumplimiento” realizadas por Miambiente para verificar el cumplimiento del estudio de impacto ambiental (EIA), aprobado en 2011 a favor del proyecto en Donoso de Minera Panamá.
Según la bitácora proporcionada por la entidad a la Corte, el registro de inspecciones de Miambiente a la minera se llevó hasta agosto de 2021. Para ese mismo mes, La Prensa también había solicitado los informes completos a Miambiente, pero tampoco los proporcionó.
Este medio preguntó al ministro sobre las inspecciones pendientes, a pesar de los múltiples hallazgos de incumplimientos del pasado reciente, pero prevaleció el silencio.
Mientras tanto, el abogado Ernesto Cedeño presentó una solicitud al procurador de la Administración, Rigoberto González, para que investigue y, de ser necesario, presente una denuncia penal contra Miambiente ante el Ministerio Público.
El objetivo es conocer por qué no se llevó a cabo el cobro coactivo de unos $12 millones que, supuestamente, la minera adeuda a la entidad para la construcción de parques ecológicos.
Miambiente no habría fiscalizado en 2022 y 2023
En el Ministerio de Ambiente (Miambiente) no hay registros de inspecciones entre 2022 y 2023 a Cobre Panamá, pese a los hallazgos recurrentes de posibles daños ambientales en las zonas aledañas al proyecto minero y en el área de trabajo. Desde noviembre pasado, La Prensa solicitó estos informes al ministro Concepción, pero no han sido entregados.
Informes de Miambiente de 2011 a 2021 describen posibles incumplimientos ambientales preocupantes en el Corredor Biológico Mesoamericano, que, sin embargo, habrían sido ignorados por el Consejo de Gabinete al momento de aprobar un nuevo contrato con Minera Panamá en junio pasado. La Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el contrato (adoptado a través de la Ley 406 de 2023) a finales de noviembre pasado.
¿Miambiente elaboró algún informe de inspección a Minera Panamá entre 2022 y 2023, pese a los hallazgos de incumplimiento en años anteriores de la empresa? Concepción respondió con el silencio.
Adjuntos
Informe de Inspeccion 2021.pdfInformes que llegan hasta 2021, entregados por Miambiente en noviembre pasado a solicitud de este medio, dejan en evidencia una secuencia de eventos inquietantes. Por ejemplo, mortandad de peces en 2020, contaminación de fuentes hídricas e incumplimientos de Minera Panamá al EIA durante varios años.
Estos nuevos informes obtenidos por La Prensa resaltan que Minera Panamá es “reincidente” en incumplimientos ambientales, así como en mantener una morosidad de $12 millones para la construcción de parques ecológicos, provenientes de una deuda de 2012 a 2018.
Destrozos
Uno de los informes más recientes, fechado en 2021, da cuenta de que la minera “destrozó” 2 mil 432 hectáreas de bosques hasta febrero de 2019, “incumpliendo” el compromiso de no excederse de 2 mil 100 hectáreas en el área de estudio.
Poco después, la empresa admitiría que taló 2 mil 976 hectáreas. La información llegó a Miambiente de forma extemporánea, según el informe, ya que la entidad la solicitó en diciembre de 2020, pero llegó en mayo de 2021.
El informe no menciona sanción alguna por las 876 hectáreas de más que la empresa habría talado durante el periodo en el que sí hubo registros de sus actividades.
Minera Panamá evitó revelar a este medio el área total talada para la extracción del mineral. Solo dijo que su concesión comprende 13 mil hectáreas, con planes para intervenir 5 mil 900 hectáreas. “Nuestro compromiso implica reforestar un total de 10 mil 475 hectáreas, abarcando zonas tanto dentro como fuera de los límites de la concesión”, dijo la empresa.
Resaltó que ha reforestado “con éxito” unas 4 mil 300 hectáreas de las 7 mil 375 hectáreas previstas. Sus cifras contrastan con datos de Miambiente. Concepción resaltó que esperan información solicitada a la empresa para elaborar el informe final sobre una auditoría técnica financiera, a fin de “cuantificar, registrar en espacio y contabilizar los seis compromisos ambientales establecidos para este proyecto e incluido en la Carta de Entendimiento 2012-2017″.
Otro informe de Miambiente, fechado en 2021, identifica siete importantes supuestos incumplimientos de Minera Panamá, algunos de manera reiterativa.
Contradicciones
Un informe del 14 de junio de 2021 de Miambiente resalta que, desde el 2016 hasta ese año, alertaron sobre descargas de aguas residuales domésticas e industriales, así como del presunto manejo inadecuado de desechos sólidos (orgánicos e inorgánicos) no autorizados a Minera Panamá en la zona del proyecto, “a sabiendas de que el área de desarrollo del proyecto es considerado parte del Corredor Biológico y con una amplia diversidad biológica”.
Personal de Miambiente, del Ministerio de Comercio e Industrias y trabajadores de la minera, en el transcurso de las inspecciones, observaron en el túnel de decantación “descargas de aguas residuales finales, producto del agua del proceso de la tina de relave hacia el [río] del Medio, sin contar con permiso, hacia fuera del área de proyecto”.
Y esto, resalta el documento, “tiene y causa impactos negativos en los ecosistemas naturales y poblaciones humanas adyacentes y dependientes de los cuerpos de agua objeto de las descargas, a través del aporte de posibles contaminantes peligrosos, como metales pesados”.
Iniciamos la investigación para determinar alcance de incidente ambiental en la región de Donoso, donde opera la empresa Minera Cobre Panamá, luego que la empresa reportó la rotura en unión de soldadura de tubería que transporta agua de proceso hacia el relave. pic.twitter.com/J8DMIWBxSF
— Ministerio de Ambiente de Panamá (@MiAmbientePma) July 18, 2021
Las inspecciones determinaron que la minera depositó desechos sólidos, como llantas usadas –compuestas de azufre, selenio, cloruros, zinc, alquitrán y resina, entre otros–, tuberías plásticas y restos de acero sin el manejo adecuado. También descubrieron que la minera –sin autorización– tiraría esos desperdicios en “un botadero de tierra superficial dentro del área de la mina y otros en el vertedero de Aguadulce, disminuyendo su vida útil”.
Una persona –que asegura estar afectada por los desechos del vertedero de Aguadulce– indicó a La Prensa que interpuso una denuncia ante las autoridades por la falta de manejo a los desechos en el lugar y que supuestamente provendrían de la mina.
En cuanto a los desechos bioinfecciosos de las instalaciones médicas de la mina, estos se debían quemar en incineradores ubicados en el puerto y la planta, pero “no se ha cumplido, [ya que] son trasladados fuera del área del proyecto, incumpliendo con el estudio de impacto ambiental”, detalla el documento de 2021.
Preocupación
Otro informe de Miambiente de 2021 resalta que en un recorrido virtual –a causa de la covid-19–, tuvieron acceso a la clínica veterinaria, que es un contenedor con dos veterinarios y una jaula en su exterior para brindar primeros auxilios a los animales. La estructura “no cuenta con laboratorio, la máquina de rayos X tampoco funciona y no se pueden realizar procedimientos quirúrgicos a las especies que lo requieran”.
En un comentario en la cuenta X de Minera Panamá de noviembre pasado, se menciona que colocaron 88 cámaras trampa “que operan los 365 días del año” para monitorear el paso de las diferentes especies, pero en una de las últimas inspecciones de Miambiente, de 2021, se resalta que estas no estarían funcionando.
Los inspectores determinaron que el sistema de la minera “es deficiente, ya que las cámaras trampa para realizar este seguimiento han sido vandalizadas o se han deteriorado con el tiempo y no han sido reemplazadas o ubicadas en sitios seguros”.
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