Las denuncias de médicos internos y residentes sobre jornadas de trabajo sobrehumanas y los abusos que sufren en los centros hospitalarios públicos fueron desestimadas por el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre. Alegó que estos horarios y turnos son parte de su formación, al mismo tiempo que defendió a los médicos especialistas, indicando que ellos “no recargan” de trabajo a estos médicos.
Una reciente investigación de La Prensa reveló detalles de un sistema de salud inhumano, en el que médicos internos y residentes en formación son privados de descanso y de sueño, y sometidos continuamente a humillaciones por sus propios colegas, denunciaron los médicos internos y residentes entrevistados por este medio.
Sucre aseguró –en respuesta escrita enviada a este medio– que las horas de formación, incluidos los turnos, las determina el comité de docencia, integrado por representantes del Ministerio de Salud (Minsa), la Caja de Seguro Social (CSS), el Hospital Santo Tomás, la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y la Federación Nacional de Médicos Residentes e Internos (Fenameri). Sucre se abstuvo de responder qué gestiones ha hecho, como ministro de Salud, para disminuir las horas de trabajo de este personal.
Los médicos consultados por La Prensa afirmaron que cumplen jornadas obligatorias de 32 horas, pero que, regularmente, estas jornadas se pueden extender hasta 36 horas de trabajo ininterrumpido. Este personal narró que, debido al cansancio y la privación de sueño, se han dormido durante citas con pacientes, incluso, en el transcurso de cirugías, lo que ha puesto en riesgo la vida de ambos.
Los pacientes desconocen estas extenuantes jornadas laborales de los galenos a los que confían sus vidas. La comisionada suplente de la Federación Nacional de Médicos Residentes e Internos ante la Comisión Nacional de Docencia, la doctora Fiorella Herrera, aseguró que aspiran a que se determine un horario de hasta 24 horas. “Una vez se cumpla con su horario extraordinario, uno tiene derecho a irse a su casa a descansar. Humanamente, es imposible funcionar al 100% con su nivel cognitivo, las destrezas motoras, la capacidad de respuesta y estímulos de alerta. Todo se ve afectado”, afirmó.
¿Descanso?
En cuanto a la carencia de espacios para el descanso o espacios inadecuados para estos médicos residentes e internos, Sucre aseguró que “todas las unidades formadoras, internos y residentes tienen áreas de descanso durante y post turno. [El] Minsa [lo] solicitó y así fue acogido, que se garantizara el descanso post turno para todos en todas las unidades”.
Pero los internos y residentes consultados se preguntan dónde están esos espacios, cuando ellos tienen que dormir en el suelo. Coinciden en sentirse defraudados de un sistema de salud que no garantiza la seguridad de ellos ni de los pacientes. “No es posible que se diga que tenemos un lugar para descansar cuando saben que no es así. Esto es inhumano”, expresó a este medio un interno.
Otros médicos relataron que hay habitaciones pequeñas, distantes de las salas donde prestan servicio, por lo que prefieren esperar en una silla algún resultado clínico.
En cuanto al descanso post turno que mencionó Sucre, estos médicos en formación expresaron decepción de que las autoridades no se preocupen por su salud mental. “Tenemos familias a las que no vemos por estos turnos. ¿Quién quiere quedarse más de las 36 o 42 horas de trabajo continuas aquí en el hospital?”, se preguntó uno de los consultados por La Prensa.
La comisionada suplente de Fenameri también negó que todas las instalaciones de salud cuenten con un área de descanso para los residentes e internos. Y, si hay –afirmó– “no están en las mejores condiciones”, subrayó.
“Después de estar un mínimo de 32 horas en el hospital, nada garantiza que podrás dormir. Todos anhelamos irnos para nuestras casas, a bañarnos, a ver a la familia y estudiar. Además, no se cuentan con momentos para poder dormir en esos turnos”, subrayó. Agregó que a la Fenameri llegan denuncias de colegas que se han accidentado camino a sus casas, al quedarse dormidos al conducir y que nadie compensa las pérdidas económicas que sufren por la privación del sueño.
Otros médicos han perdido más que dinero: son los que no pueden contar sus historias. Personas allegadas al doctor Tomás Cano –de 33 años de edad, que falleció el pasado 25 de julio en un accidente automovilístico– aseguraron que este médico tenía que salir a las 3:00 de la tarde del día de su muerte, pero eran las 8:00 de la noche y aún no salía. “Eso [del horario] ya se veía normal. Ese día, hasta la médico de turno le dio una insultada delante de todos, lo humilló. Él terminó su turno y se fue a casa muy deprimido. Se quedó dormido camino a ver a su bebé de cuatro meses. Se le aceleró el carro y así fue su trágica muerte”, narraron.
Hay mucho temor por las represalias en el área médica, ya que “los funcionarios [médicos] le montan [escenarios] de terror a los internos y residentes, y al final los terminan echando del sistema”, se quejan los internos.
Defensa
Pese a las denuncias de los internos y residentes sobre sus condiciones laborales en las que reemplazan en la mayoría de los casos a los médicos nombrados, Sucre insistió en que estos médicos “no suplantan las funciones de un especialista. Están en formación”. “Las funciones de especialistas residentes, médicos internos y médicos generales; si bien [están] interrelacionadas, son distintas, uno no recarga al otro”, insistió Sucre.
No obstante, reconoció que “sí es cierto que algunas funciones, como flebotomía [extracción de sangre] o transporte de pacientes deben ser realizadas por los médicos internos, sólo en caso de emergencias y no de forma cotidiana”, por lo que dijo que ha establecido “contacto con las autoridades médicas administrativas para que subsanen, corrijan y tomen todas las medidas necesarias que permitan prevenir, investigar y subsanar cualquier caso donde se determine o sospeche abuso”.
El funcionario indicó que se ha reunido “de manera continua” con gremios médicos, como la Fenameri, para “atender sus necesidades dentro de un equilibrio entre derechos y deberes, diálogo que hoy día se mantiene con la finalidad que todas las partes tengan condiciones favorables”.
Pero Herrera, de la Fenameri, afirmó que los internos y residentes no sólo quedan solos sin supervisión en los turnos, sino que “son obligados” en muchos servicios quirúrgicos a llegar antes de las 7:00 de la mañana. Algunos residentes, señaló, tienen que llegar a las 4:00 de la mañana a realizar visitas, mientras que los internos a las 5:00 de la mañana “y nadie se va a las 3:00 de la tarde”.
Críticas
El neurocirujano Francisco Sánchez Cárdenas consideró que no puede continuar esta cadena de maltratos entre médicos que –aclaró– no es de ahora, sino que tiene décadas, porque, incluso, él la sufrió en la década de 1970, durante su formación médica. “Me duele que esta condición de trabajo siga dándose. Esto es frustrante para un médico”, resaltó.
El médico aseguró que ha sido testigo de hechos “casi frecuentes”, en los que residentes se quedan dormidos en los microscopios. Lamentó que haya una recarga horaria por falta de nombramientos, pues “hay 500 médicos sin nombrar que lo pudiesen aliviar, pero prefieren darle el dinero a constructores de hoteles turísticos, que hasta se quedan con la propiedad, y gastar millones en una Asamblea [Nacional] que no lo requiere”, criticó el también dirigente perredista.
Por su parte, el médico dirigente de la Asociación de Médicos, Odontólogos y Afines de la Caja de Seguro Social (Amoacss), Fernando Castañeda, indicó que debe haber un equilibrio entre formación y trabajo: “Sí pueden humanizarse más los horarios, si los médicos hicieran sus funciones y no suplir al camillero, al flebotomista y a todo aquel funcionario que hace falta”.
Castañeda señaló que el sistema de salud “no se puede acostumbrar a suplir sus necesidades esclavizando a los médicos jóvenes”. Advirtió que “existe una cadena de bullying. Hay directores, ministros o autoridades que hacen bullying a sus trabajadores al culparlos de los errores del sistema”.
Un doctor –que prefirió el anonimato, aseguró que, al no entregar una solución, Sucre sería “cómplice” de un sistema que no garantiza la seguridad de los médicos ni de los pacientes.
36 horas sin dormir estuvo mi hijo en CSS CAAM en urgencias durante el COVID 19, inhumano, la.privacion del sueño es una técnica de tortura física. Aquí les dejo una foto de lo que viven a diario estos muchachos. Y los especialistas ? Buscalos !! pic.twitter.com/k9jwskewnv
— Armando Maestre Solé ®️ (@ArmandoMaestre8) August 17, 2023
Sigue la ‘fiesta’
La propuesta de los residentes e internos –de marcación de entrada y salida para que los especialistas cumplan con sus horarios de trabajo– se desvanece con Sucre.
A nueve meses de salir del cargo como ministro de Salud, Sucre aseguró que “los médicos, en virtud de acuerdos gremiales, no usan métodos de marcación biométrica, pero sí se determina su productividad a través del número de pacientes asignados, número de procedimientos realizados y la firma de entrada y salida en el caso de los turnos presenciales”.
Pero Herrera, de la Federación Nacional de Médicos Residentes e Internos, coincide en que no todos los médicos funcionarios permanecen en sus turnos. “Nosotros somos médicos en formación y debemos estar supervisados, pero esto no se cumple. Firmar no garantiza que la persona permanezca en su turno”, advirtió.
En cuanto a la mora en la contratación de personal médico, el ministro Sucre justificó que la solución depende de varios factores: instalaciones sanitarias que cumplan con los requisitos de la comisión de docencia para formar a los médicos internos. Además, que las residencias médicas dependen del aprobar los exámenes académicos.
Agregó que, en el caso de las áreas de difícil acceso, existe mucha dificultad para que especialistas nacionales acudan, pese a las “múltiples convocatorias” de dos días que publican en los medios impresos. Sin embargo, los gremios médicos, como Fenameri, anunciaron que si no mejoran los horarios y sus condiciones laborales, se irán a un paro de labores, a mediados de septiembre próximo.