Senadores republicanos y demócratas de Estados Unidos dirigieron una carta el pasado 11 de enero de este año al Departamento de Resoluciones y Consultas de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) para solicitarle que investigue a 189 buques de bandera panameña –aproximadamente el 50% de una flota fantasma– dedicados al trasiego de petróleo de Irán, país que desde hace décadas está sometido a sanciones de Estados Unidos por su apoyo a grupos terroristas, incluidos Hizbulá y Hamás.
“Nos preocupa que la Autoridad Marítima de Panamá no está haciendo la debida diligencia necesaria” para el abanderamiento de estos barcos y “nos preocupa, además, que las prácticas utilizadas para evadir las sanciones estadounidenses al petróleo iraní también podrían utilizarse para evadir las sanciones estadounidenses al petróleo ruso, contribuyendo a las abominables atrocidades de esa nación en Ucrania y otros lugares”, señala la carta.
Los senadores le recuerdan a la AMP que “Estados Unidos ha promulgado una serie de sanciones contra el régimen iraní en respuesta y en condena de los graves abusos contra los derechos humanos y el patrocinio estatal del terrorismo por parte de Irán. Desde apoyar grupos como Hizbulá y Hamás, respaldar el brutal régimen sirio, acelerar sus programas nucleares, de drones y de misiles balísticos, hasta matar a cientos y arrestar a miles de su propio pueblo, en la violenta represión de protestas internas. Irán trabaja consistentemente, en oposición a la paz, la estabilidad, la democracia y valores e intereses estadounidenses compartidos en todo el Oriente Medio”.
Además, subraya que “el bárbaro ataque de Hamás contra civiles israelíes el 7 de octubre pone de relieve la urgencia de privar a este régimen del financiamiento que utiliza para avanzar en su malvada agenda”.
La Prensa llamó a los dos teléfonos de Noriel Araúz, adminstrador de la AMP, pero no respondió.
Sanciones
La carta del Senado a la AMP explica que aproximadamente un 25% de los ingresos de Irán se deriva de las exportaciones de petróleo y que en 2018 y 2019, Estados Unidos impuso sanciones al petróleo iraní, a fin de restringir –como lo ha hecho– significativamente esas exportaciones.
No obstante, “en años recientes, Irán y sus compradores han utilizado una ‘flota fantasma’ de embarcaciones que emplean técnicas creativas para ocultar el origen del petróleo iraní, permitiendo que los ingresos petroleros de Irán se recuperen. Estos mecanismos incluyen transferir petróleo entre petroleros en el mar, apagar los rastreadores GPS antes de atracar en Irán, repintado de embarcaciones a mitad del viaje, ‘salto de bandera’ entre diferentes registros nacionales y etiquetado de petróleo como diferente tipo de combustible”.
Flota fantasma
Precisamente, es aquí donde entra Panamá, que tiene un registro abierto para el abanderamiento de conveniencia.
La AMP, en un despliegue de orgullo, muestra en su página web que Panamá cuenta con 8 mil 501 buques con bandera panameña, lo que representa ingresos para el fisco de $117.1 millones. Esto sitúa a Panamá como el líder mundial de abanderamiento de naves, con el 16% de la flota mercante mundial.
“Gracias a la flota fantasma –señalan los senadores a la AMP– Irán ha podido exportar cientos de millones de barriles de petróleo iraní en los últimos años, que, en última instancia, financian la continuación del régimen de violaciones de derechos humanos, fuerzas terroristas y el programa de proliferación nuclear”.
La carta indica que “datos satelitales de fuente abierta pueden ayudar a identificar este comportamiento. A diciembre de 2023, la organización sin fines de lucro United Against Nuclear Iran (UANI) ha identificado 383 buques sospechosos de pertenecer a la ‘flota fantasma’, de las cuales,189 (el 49%) tienen bandera de Panamá”. Este señalamiento está contenido en un artículo de la organización, publicado el 2 de enero de este año, bajo el título The Armada Ghost.
AMP ignora advertencias
Aunque la carta no lo menciona, la UANI se ha puesto en contacto con la AMP desde agosto de 2020, al menos, una 60 veces, a través de cartas, y solo ha conseguido que la AMP le retire la bandera panameña –hasta ahora– a 18 de más de 172 buques sospechosos de ser parte de la flota fantasma que se presta para el trasiego del petróleo iraní.
La UANI tiene serias dudas respecto de la seriedad de la AMP en estos temas.
“A modo de ejemplo, alertamos por primera vez a la AMP sobre una sospecha de transferencia de petróleo iraní de barco a barco (…) con el buque Bright Sonia, con bandera de Panamá, en octubre de 2020. [Pero] Bright Sonia sigue bajo bandera de Panamá en la actualidad”.
Y es que “desde octubre de 2020, se sospecha que Bright Sonia ha realizado numerosos cargamentos de petróleo iraní, transportando un total estimado de 6.8 millones de barriles de petróleo crudo iraní. Teniendo en cuenta el importante descuento que ofrece Irán por las ventas de crudo, estimamos que este único buque ha llenado las arcas del régimen por una suma de $548 millones. Una gran parte de estos ingresos terminará siendo desembolsado para financiar el terrorismo del régimen, las guerras indirectas iraníes y las malignas actividades de inteligencia de Irán. Al no eliminar la bandera de Bright Sonia, la AMP ha invalidado seriamente su responsabilidad”.
De acuerdo con los senadores, la AMP ha retirado la bandera panameña de solo 28 de 217 buques en cuestión, sin embargo, a algunos de esos buques “se les quitó la bandera porque fueron dados de baja, no por preocupaciones relacionadas con esos movimientos de embarcaciones y cumplimiento de sanciones”.
Pero lo preocupante es que “en comparación, otros registros han sido mucho más diligentes a la hora de retirar el pabellón de los buques identificados como parte de la flota fantasma de Irán, y ninguna otra nación abandera más del cinco por ciento de los buques que se sospecha es parte de la flota fantasma” (ver gráfico de la UANI).
Los altos funcionarios estadounidenses finalizan su carta solicitando a la AMP que “investigue a fondo” la presunta participación de estos 189 barcos sospechosos de transportar el petróleo iraní, bajo sanciones de Estados Unidos.
Además, le solicita a la AMP que, siguiendo los procedimientos establecidos “quitarles el pabellón a los barcos cuya participación se ve corroborada por las pruebas disponibles, negarse a abanderar dichos buques nuevamente en el futuro, y extender un escrutinio similar a los buques bajo sospecha de evadir sanciones en otros países”.