Un festín culinario está en marcha en Panamá. Del 1 al 25 de marzo se desarrolla el Burger Week, un evento multi-restaurante que promete ofrecer una variedad de innovaciones al tradicional plato de hamburguesa.
Organizado por PICA Productions, esta actividad, que celebra su 11° aniversario, cuenta con la participación de 92 restaurantes en todo el país, cada uno ofreciendo su creación original de hamburguesa.
Con nombres extravagantes como La Tía Rica, Smokyzilla Burger, La Chomba y El Fulo, los platos tienen un precio que oscila entre los $12 y $16 e incluyen un acompañamiento y una bebida a elegir entre Coca Cola Original o Sin Azúcar y Cerveza Stella Artois.
Además de disfrutar de estas creaciones gastronómicas, los comensales tienen hasta el 22 de marzo para acceder a week.pa y votar por su restaurante favorito para coronar a la hamburguesa ganadora del premio Fan Favorite. En 2023, este título lo obtuvo La Niña Bonita, de Macchiato en Chitré.
Durante la duración del festival, un panel de jurados visitará todos los restaurantes participantes para seleccionar las mejores hamburguesas, las cuales competirán en el concurso del Burger Master Chef para coronar a la mejor.
La Culeca Burger, del chef Armando Bramwel, de La Tapa del Coco, fue la ganadora de este reconocimiento en la edición anterior en 2023.
La competencia y el anuncio de los ganadores se llevarán a cabo en el “Burger Week Fest And Challenge”, que tendrá lugar el 6 de abril de 2024 en el parque Felipe Motta, ubicado en Costa del Este, donde también se ofrecerá comida, bebidas, entretenimiento, música en vivo y degustaciones de productos.
En las últimas ediciones, el Burger Week ha vendido más de 150 mil hamburguesas durante la duración del festival.
De acuerdo a la revista National Geographic, el origen real de la hamburguesa actual es el Rundstück warm, un sándwich de cerdo típico de Alemania que, traducido, significa “pedazo redondo caliente” y que es el ancestro de la popular hamburguesa.
Este plato solían comerlo los que trabajaban en los puertos; era más parecido a un emparedado, en el que se ponían las sobras del cerdo que se solían asar el domingo en las casas, pepinillos, tomate y remolacha entre dos panes redondos.