Es difícil imaginar una China distinta a la que se conoce hoy. Con sus ciudades modernas y vanguardistas, siendo punto importante del comercio global, mientras va creando lazos con países de distintos continentes. Pero, esta realidad del gigante asiático es relativamente reciente, su pasado, está más ligado a la pobreza de lo que occidente puede o quiere recordar.
Los escritores y periodistas argentinos Gustavo Ng y Néstor Restivo, hablan de esta nueva realidad en su libro Podemos vencer la pobreza - La experiencia de China.
Gustavo Ng estará presentando su obra en el marco de la Feria Internacional del Libro de Panamá 2024 (Filpa) el día miércoles 14 de agosto, en el salón Chino del Parlatino, a las 3:30 p.m., mientras se desarrolla un conversatorio sobre la ‘Eliminación de la pobreza América Latina y China’. Además, de estar presente en el Centro de Convenciones de Atlapa.
Ng conversó con La Prensa sobre la obra, compartiendo sus puntos de vista acerca de la gestión política y social que llevaron a que, en 2021, el presidente Xi Jinping declarara “el fin de la pobreza extrema” en China.
“El libro es básicamente la experiencia de un país que estaba en condiciones muy malas, no hace muchas décadas. En condiciones catastróficas hace unos 70 años. Luego, de que estaban de regulares a malas hace 50 años, pero, que, sin embargo, ha tenido la enorme habilidad de, primero, crear riquezas y segundo de distribuirlas de manera tal que ninguna persona del país tenga sus necesidades insatisfechas”, comenta Ng.
Para ir directo a la gran pregunta que seguro todo el mundo hace, se le cuestionó a Ng sobre ¿cómo poder asegurar que este dato es real? “Hay 2 cosas: por un lado, ¿cómo se mide que no hay más pobres? China tomó la línea mundial de pobreza del Banco Mundial, que es de 2.2 dólares, es decir, una persona está en pobreza extrema si vive con menos de 2.2 dólares por día. China, en vez de crear una medida propia para medir la pobreza extrema, para que “no se diga”, adopta entonces la del Banco Mundial. Y la segunda, es que se hace auditar por el Banco Mundial para confirmar los datos. Los primeros anuncios fueron del Banco Mundial en 2016″.
¿Aparte del monto diario, qué otras herramientas se usan para medir la erradicación de la pobreza?
Teniendo una sociedad donde no hay ninguna persona sin casa, comida, sin ropa, sin salud y sin educación. Esto es un hito. Por un lado, es un hito en la historia de China, porque China siempre tuvo pobreza, aún en sus grandes esplendores con dinastías como la Ming (1368 - 1644). Este es el primer momento en su larga historia que no tiene pobreza. Y, por supuesto, es un hito de la historia del mundo. Hay países que sí han salido de la pobreza, pero no del tamaño de China.
Esto pone sobre la mesa una discusión muy larga que tiene que ver con el capitalismo y el socialismo.
Si es un hito, ¿por qué no se le da tanto reconocimiento a China sobre esto en occidente?
Esto es una herencia de la Guerra Fría de cuando el mundo se dividía en dos. En esos momentos, China era un país pobre que no representaba ninguna amenaza. Allí el comunismo se instaló como demonio. Todavía es un símbolo muy pregnante, muy fácil de entender. Ahora renace con China que se le atribuye todo lo demoníaco del comunismo
¿Cómo atestiguan este logro en el libro?
Para mí fue importante hacer contacto con proyectos de la erradicación de la pobreza. Los vi crecer, evolucionar, a varios proyectos en muy distintas zonas. Es muy impresionante el afán que ha tenido el gobierno, incluso en algunas zonas donde la gente fue movida a otros lados, para que pudieran crecer económicamente. Si bien es cierto que se tuvieron que trasladar, cambiar de profesión, de vida, la gran mayoría estaba contenta. Podían enviar a sus hijos a la universidad, podían comer a diario, en algunas zonas lograron tener acceso a hospitales, por ejemplo. Esto lo fui viendo en provincias muy alejadas de las grandes capitales.
¿Qué otras fuentes utilizaron para darle base a esta obra?
El libro es producto de una investigación que tuvo una estrategia doble. Por un lado, una estrategia académica en la que consultamos a funcionarios del gobierno, sociólogos, antropólogos, historiadores, etc. Con esto investigamos cuál fue la historia de la lucha contra la pobreza, cuál fue la metodología. Hicimos muchas entrevistas, hay mucha literatura.
La segunda parte ha sido el campo. Ir a visitar cada uno de los proyectos que mencionamos, ir a hacer contactos, tomar fotos, hablar con la gente.
¿Cómo son estos proyectos?
Visitamos por lo menos ocho regiones, donde vimos todo tipo de proyectos. Unos muy distintos a otros. Algunos están relacionados con la agricultura, otros con el turismo, otros con la artesanía. Lo que China hizo fue ver qué problema había en cada lugar y diseñar una solución específica para cada problema.
Son dos argentinos hablando sobre las maravillas chinas, una perspectiva que su presidente Javier Milei no comparte. ¿Cuál es su opinión sobre el futuro de Argentina y China?
El presidente Milei ha dicho “yo no voy a tener relaciones con comunistas, los comunistas han matado millones de personas, no voy a comerciar con comunistas”, y varios de su gobierno han hecho gestos que para China es un insulto grave.
La canciller Diana Mondino igual fue a China a pedir dinero. Fue a pedir que, por favor, China no cancelara ese crédito. Melei está alineado con Estados Unidos, mucho más que lo que Estados Unidos le pide.
La relación económica de Argentina con China está congelada. Hay empresas argentinas que le siguen vendiendo a China productos agrícolas. Pero, Argentina y China tenían una cantidad enorme de acuerdos económicos, obras de infraestructura muy importantes acordadas: ferrocarriles, puentes, una planta nuclear inclusive, dos represas en la Patagonia, todo ha sido congelado.
Melei es un hombre impredecible, así que nunca se sabe qué va a hacer, pero, por ahora, uno puede ver que no hay chance de que se retome la relación con China.
El libro Podemos Vencer la Pobreza - La experiencia de China está disponible en la página web de la Editorial China Intercontinental Press: www.es-libros.com

