El Área de Recursos Manejados Cordillera de Coiba, en el océano Pacífico, ganó el prestigioso premio Blue Park, por la conservación excepcional de su vida silvestre marina.
El galardón fue anunciado en el Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas, el cual se llevó a cabo en Canadá. Dicho foro mundial reúne a profesionales de la conservación de océanos y funcionarios de alto nivel para informar, inspirar y actuar a favor de las áreas marinas protegidas.
Por Panamá, recibió la condecoración José Julio Casas, director de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente, a principios de febrero. Mientras que el premio fue entregado por los representantes del Blue Parks Science Council, un consejo internacional de expertos en conservación marina que determina qué áreas marinas protegidas cumplen con los criterios de adjudicación, y el presidente del Marine Conservation Institute, Lance Morgan.
En palabras de José Victoria, director Nacional de Áreas Protegidas de Ministerio de Ambiente, se trata de un “reconocimiento” al esfuerzo de conservación de cientos de personas entre entidades, comunidad científica y sociedad civil, que trabajan en garantizar la protección de estos ecosistemas ricos en biodiversidad e impulsar el desarrollo de información basada en estándares científicos.
La Cordillera de Coiba protege alrededor de 67 mil 900 kilómetros cuadrados de ecosistemas de aguas profundas frente a la costa del Pacífico de Panamá. Según el Ministerio de Ambiente, esta reserva ecológica marina abarca nueve cadenas montañosas, 24 montes submarinos y una fosa abisal, creando una diversidad de hábitat única.
Por su parte, José Julio Casas, secretario técnico pro témpore del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, indicó que la Cordillera de Coiba, juega un rol “importante” en los procesos de conectividad ecológica de las especies altamente migratorias que se mueven a lo largo de esta zona del océano Pacífico, por lo que los esfuerzos para su protección aseguran los procesos biológicos de importantes que se comparten entre los diferentes países (Costa Rica, Ecuador, Colombia y Panamá).
El valor
La Cordillera de Coiba fue creada como reserva ecológica en el año 2015, junto a Banco Volcán en el mar Caribe, para ampliar la protección de las zonas marinas que hay en el país.
Según los expertos, en ambos sitios protegidos hay montañas submarinas que albergan una gran biodiversidad, por siglos desconocida, y que si bien estudios científicos han proporcionado información, aún falta por descubrir las especies que allí habitan.
De acuerdo con la información de los científicos, esas formaciones geológicas que se encuentran bajo el mar generan unos paisajes de belleza extraordinaria y desempeñan un papel crucial en el ciclo de vida de especies altamente migratorias, como ballenas, tortugas marinas y tiburones, así como especies de valor comercial, como el atún.
Además, resaltan que la abundancia de plancton, nutrientes y alimento en general hace de estas áreas en medio del mar el lugar perfecto para que esas especies migratorias se alimenten, apareen y reproduzcan.
De hecho, Héctor Guzmán, científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, se refirió a la premiación: “Panamá recibe con orgullo y mucha motivación este reconocimiento internacional. Sabemos que el reto es la implementación del plan de manejo, pero sobre todo, la coordinación con el sector pesquero, a fin de impulsar una pesca sostenible y legal en esta vasta y productiva área oceánica del Pacífico”.
Guzmán ha seguido muy de cerca lo que ocurre con la Cordillera de Coiba desde su creación hasta la ampliación de los límites de la reserva, lo cual ocurrió en el año 2021.
El premio Blue Park reconoce los esfuerzos destacados de los gobiernos nacionales, las organizaciones sin fines de lucro, los administradores de las áreas protegidas y las comunidades locales para proteger eficazmente los ecosistemas marinos ahora y en el futuro.
Este galardón se ha otorgado anualmente desde su lanzamiento en 2017. A la fecha, hay 27 áreas marinas protegidas con este premio.