Dice el Canal de Panamá que su campaña Orgullosos de ser de aquí mismo vincula a los representantes de la comunidad emberá por vivir en la cuenca canalera y por estar ligados históricamente a los ríos que alimentan los lagos que permiten la operación de la vía acuática.
De aquellas mismas fuentes hídricas proviene el agua que consume más de la mitad de la población del país, valora el Canal en un comunicado, por lo que una fuente de la entidad profundiza en que esta “promueve la integración cultural de las comunidades que comparten con nosotros el interés en la protección del ambiente, haciendo énfasis en el agua”.
De manera que la campaña se sostiene en dos recursos capitales del país: el agua y la cultura.
Los emberá, que entraron al istmo desde el siglo XVIII, habitan y custodian varios hábitats naturales cercanos al Canal mucho antes de concebirse su construcción, y son ellos a quienes el administrador Ricaurte Vásquez reconoció en la presentación de la campaña en el teatro Ascanio Arosemena.
“El lanzamiento que hacemos hoy acoge la historia y el respeto reverencial que tienen nuestros hermanos emberá por el agua, lo cual es parte intrínseca del Canal de Panamá y que como panameños también respetamos”, señaló.
Más adelante recordó que el 15 de agosto “celebramos 109 años de esta historia y nos sentimos responsables de ese relevo en la comunidad, de la función panameña de unir el mundo”.
Es este un rol que durante los 23 años contabilizados desde la transferencia del Canal a manos panameñas, genera el orgullo de haberse gestionado con el mismo profesionalismo de sus poseedores anteriores, y en coyunturas semejantes.
Hace un siglo, en la mitad de la década de 1910, cuando se abrió la vía al mundo, esta mantuvo sus operaciones pese a la Primera Guerra Mundial y a la llegada de la gripe española.
Al final de la misma década, pero cien años después, empezó la subsiguiente pandemia, la del Covid-19, y después ocurrió la invasión de Rusia a Ucrania y por ende la primera gran guerra tecnológica de la humanidad… y pese a todo eso, los barcos continúan su tránsito tranquilo por el Canal.

Agua y rumba en el Ascanio Arosemena
Esta campaña conmemorativa rebasa la cuenca del Canal y resulta auténticamente panameña porque incorpora trozos generosos de la cultura del país. “No solo nos quedamos con el talento dentro de las áreas del Canal, sino que además salimos al país con una serie de iniciativas [de corte artístico] y de vinculación de los panameños”, detalla Mario Goti, especialista de marca de la entidad.
Durante más de un año el Canal trabajó detectando escenarios y talentos humanos que interpretan el país en el arte plástico, la música, los bailes, la gastronomía, las letras y la vestimenta. “Esta búsqueda nos permitió plasmar el concepto de la campaña en tal forma que fuera real y a la vez emocional”, explica Goti.
La presentación empezó con una danza de ballet y la overtura Bhaido y Nepono, una composición sinfónica sobre melodías y ritmos de los emberá, encomendada al compositor Dino Nugent, que dirigió la Orquesta Sinfónica de Panamá. Tuvo la intervención de músicos y bailarines de la comunidad emberá Querá, del río Gatún.
Detrás de ellos, unas pantallas de tamaño respetable iban proyectando parajes del país cubiertos de neblina, lo que no es otra cosa que partículas de agua hechas un solo cuerpo que se mece, como los 4 millones y más de panameños que hacen de este un solo país.
El video pasa revista a las granjas chiricanas, destaca el café más fino del mundo -el cual se produce en Chiriquí-, y muestra las piñas chorreranas, a las cuales los consumidores extranjeros suelen calificar como “una miel”.
Luego, otro video exhibe a los artistas panameños que se suman a la exposición colectiva del Canal denominada Gota de Agua. Ana Elena Garuz, Lucio Kansuet, Luis Valdespino y Aristides Ureña han pintado su arte en gotas de agua del tamaño de una puerta de casa.
Kansuet, nacido en Guna Yala, a propósito del recurso líquido, dice esta frase irrebatible: “Nuestro primer patio es el mar”. Valdespino recuerda haber estado 25 años dentro de una cuenca donde aprendió para siempre que “el agua es como el corazón”, es decir, “un motor de vida que llevamos por dentro”.
Ureña revela esta visión: Imagino la zona canalera, esos manglares, esas quebradas que la alimentan. “Son lugares de la soledad [donde] el Tío Muleto toca violín con personas que lo acompañan. Debemos acostumbrarnos a que las artes forman parte de nuestras vidas”. Y Ana Garuz sintetiza en una corta frase una significativa realidad nacional: “Los panameños crecemos viendo el mar”.
Tras esta aventura plástica, irrumpió en el escenario ese huracán que son Sammy y Sandra Sandoval. Los dos hermanos herreranos tocaron su cumbia que nace también de las flautas de los emberá cuando simulan el ruido de los pájaros y que galopa en letras irreverentes pero inocentes y que la cantante agita en sus caderas con la misma pasión de una colonense cuando se sacude bailando.
Ambos hermanos cerraron la presentación teniendo de fondo un coro espontáneo formado por el público integrado por funcionarios, trabajadores del Canal, cuerpo diplomático y periodistas locales y extranjeros.

Lo que viene
La campaña enmarca una serie de iniciativas que apuntan a forjar el sentimiento de los panameños de sentirse orgullosos de ser de aquí mismo, destaca Jovanka Guardia, gerente de Comunicación del Canal.
Y no solo es el video que combina imágenes de los barcos y del carril marino con parajes y personas de otras provincias...
…Son también las actividades programadas, algunas de ellas en marcha, como Casa Espacio Canal, muestra itinerante sobre la ruta acuática que empezó en enero y que termina en septiembre; y el libro Tito y Lola y el poder del agua en la Cuenca del Canal de Panamá, cuento infantil relatado por personajes emberás.
Son dos estands dispuestos en la Feria del Libro, el primero denominado Biblioteca Presidente Roberto F. Chiari, y el otro con Tito y Lola y las muestras en vídeo y promocionales de la campaña y las acciones sostenibles de la cuenca. Este último diseñado como una especie de libro de aventuras cuyas exhibiciones son páginas gigantes habitadas por la presencia de los visitantes.
En unos meses empezará Verano Canal con su calendario cultural, tal cual se celebraba hasta antes de la pandemia. En la cartelera aparecen Sammy y Sandra con su show Evolución 3, que se anticipa antológico, y el retorno del Musicalion a las escalinatas del edificio de la Administración del Canal.
Y muy cerca, festivas pero sabias, casi como unos tótems de conocimiento, las cuatro gotas gigantes que testimonian artísticamente los principales activos del país: el agua y la cultura. Un orgullo nacional y a la vez una gran responsabilidad.