El 22 de junio de 1826 se imprimió en la historia como una fecha que trascendental para Latinoamérica y el resto del mundo.
Ese día, se instaló en la capital panameña del Congreso Anfictiónico, evento que se constituyó como la primera asamblea de países del continente americano, que buscaba ser un medio para que los Estados pudieran dirimir sus diferencias y poner en perspectiva los problemas que los aquejaban para buscarles solución, un paradigma que, a la postre, rige los organismos internacionales de hoy, como la Organización de los Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas.
Fue, en esencia, un evento que visualizó el sueño del Libertador Simón Bolívar de profundizar la integración regional de los pueblos.
Para conmemorarlo, la Sociedad Bolivariana de Panamá (SBP) realizó ayer una sesión solemne, que tuvo la participación de Germán de La Reza, doctor en Economía Internacional por la Universidad de París, doctor en Filosofía de la Ciencia por la Universidad de Toulouse y quien ha sido investigador de las universidades de Estocolmo y Nacional de México. En la actualidad, es profesor investigador de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
Antes de la sesión hubo un acto solemne en la Plaza Bolívar, en el que el primer vicepresidente de la Sociedad Bolivariana de Panamá, Enrique de Obarrio, se refirió a la efeméride como “el punto de partida de la anfictionía americana.... ”.
Hace 196 años, dijo, “se instaló en lo que entonces era conocido como la sala capitular del convento de San Francisco –hoy Salón Bolívar– el primer congreso de los Estados del nuevo mundo, el punto de partida de la anfictionía americana [...]. La celebración de este congreso, la más trascendental de todas las reuniones internacionales llevadas a cabo en nuestro país, fue fruto del pensamiento genial del Libertador Simón Bolívar, el estadista sobresaliente al que honramos hoy, frente a esta formidable estatua que lo presenta vestido de civil, para simbolizar su aporte incalculable a la fundación de nuestras repúblicas, como hombre de Estado y gestor del derecho internacional americano, en cuyo ámbito tiene, como lo indicó el Dr. Harmodio Arias Madrid, ‘un puesto preferente’”.
La circular emitida el 7 de diciembre de 1824, por medio de la cuál Bolívar convocó al Congreso Anfictiónico, resaltó la importancia de instituir una asamblea de plenipotenciarios que “sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias”.
“Muy presente en su ánimo estaba la defensa de la independencia americana, ganada con mucho esfuerzo a lo largo de tres lustros de luchas emancipadoras iniciadas en 1810 y, sobre todo, el mantenimiento de la forma republicana de gobierno, recién estrenada en nuestras latitudes”, agregó De Obarrio.
A su juicio, las amenazas que hoy en día acechan al sistema republicano son la corrupción, la indiferencia ciudadana, el populismo, las tendencias autoritarias y los grandes intereses económicos. “Todo lo cual arremete contra el andamiaje de la república y su forma representativa de gobierno, su separación de poderes, su sistema de pesos y contrapesos, su base ciudadana, sus libertades y su Estado de derecho”, dijo.
Por su lado, De la Reza dijo a La Prensa que sería buena una iniciativa similar al Congreso Anfictiónico, especialmente en el contexto mundial, marcado por la invasión rusa a Ucrania y sus efectos en todos los órdenes económicos y sociales.
“Sería una iniciativa magnífica poder congregar, así como lo preveía Bolívar en el istmo, una reunión multilateral que pudiera discutir los asuntos más importantes del mundo y devolverle a Panamá ese sitial que tiene y que podría en este momento quizá acercar puntos discordantes mucho más que antes”, comentó.
Asimismo, De la Reza señaló que la integración regional parecería una quimera ante las dificultades que enfrentan los esquemas de integración que nacen y no alcanzan sus objetivos y que vuelven a replanteárselos periódicamente. Sin embargo, cada una de estas iniciativas van dejando un sedimento de integración, ya sea en lo económico o en lo relativo a la cooperación entre las instituciones.
“Esto puede derivar en un proceso de integración cada vez más incierto o lento, pero sobre bases sólidas”, puntualizó.
Por otro lado, el profesor e investigador mexicano calificó como lamentable que se haya dejado caer el ideal de la integración, sobre todo porque el panorama está dominado por circunstancias críticas, muy serias, que “nos han alejado de la búsqueda de la cooperación”.
“Estamos ensimismados en una problemática individual, en los problemas de corto plazo y que nos han ido separando. Es en ese contexto que la sociedad civil juega un papel importante. Me atrevería a decir, a su vez, que en ese contexto las Sociedades Bolivarianas, en el caso de Panamá, juegan un papel aún más importante”, apostilló.
Y al cumplirse 196 años del Congreso Anfictiónico, la Sociedad Bolivariana de Panamá se prepara desde ya para la celebración del bicentenario, en junio de 2026.
La comisión encargada de organizar dichas celebraciones estará presidida por Enrique de Obarrio y contará con la asistencia de Germán de la Reza y Alfredo Castillero Calvo.

