Maribel Gordón atiza una asamblea constituyente, en su modalidad originaria.
Nuestro país padece una crisis de magnitud en sus órganos del Estado, y la Carta Magna de 1972, escudo del régimen militar, emparchada, ha perdido vigencia.
Experta en política económica y ambiente, la docente universitaria cree que debe sobreponerse la aspiración del desarrollo económico y social al intenso crecimiento económico, a la vanguardia en América Latina. No obstante sus índices positivos, se encuentra en la vergonzosa lista corta de desigualdad planetaria.
“La economía va más allá de la ganancia”, predica. Aspirante sorpresa en la consecución de firmas por la libre postulación -al frente con la diputada Zulay-, previene: su proyecto político pondera que se requiere “un consenso real” entre los diversos actores, como el empresariado, y con las reglas panameñas. No es el proyecto de Cuba, Nicaragua y Venezuela, otras realidades.
Criada entre Penonomé y Chitré -ciudades de su padre y madre- y San Miguelito, se declara de izquierda, enraizada en el movimiento social y de mujeres, y reclama que solo a ella entre los presidenciables se le identifique con la ideología. Ni la radio ni la tele ni los diarios hablan, en contraste del candidato de derecha o candidato de ultraderecha.
Maribel abanica un discurso diferente, incluso al de la izquierda tradicional, menos de ortodoxia, no de recetas mágicas, y sí surgido de debate de ideas. Lleva ventaja por su formación y experiencia universitaria, que implica su paso por la prestigiosa Flacso, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Ella es invitada a conversar sobre sus ideas en el centro de pensamiento Trinka, donde destaca su participación en la mesa del diálogo (de Penonomé), que, mediado por la Iglesia Católica, surgió después de las impactantes protestas antigubernamentales de julio de 2022. Desde entonces, ha estado recogiendo firmas para garantizar su candidatura presidencial. Se aproxima a las 170 mil.
¿Cómo mejoraría la economía? Control de presupuesto, que sea equitativo, eficiente y que beneficie sin discriminación también al segmento femenino. En ese presupuesto está la clave y en la materia fiscal, no para crear nuevos impuestos, aunque sí elevar las tasas de tributos de las fortunas. Y, además, frenar la evasión, que es alta.
Alto al derroche y despilfarro. Critica el viaje faraónico del vicepresidente a Bruselas para participar en la reunión de Celac/Unión Europea, y el uso de recursos públicos con motivaciones particulares, como aquellos llamados de la descentralización paralela.
Padecemos de una estructura institucional en crisis, reflejada a través de la impunidad, la no certeza del castigo para quienes infringen la ley, así como la abultada mora judicial.
El endeudamiento externo es alto. Supera los 45 mil millones de dólares, casi la mitad contraído por el gobierno Cortizo. “La deuda no es mala, pero sí el endeudamiento galopante”, indica Maribel Gordón. Mucha de esa deuda está ligada a los fondos de la CSS.
Gordón cree que existe un interés de un sector empresarial de convertir el restante sistema solidario de la CSS en administraciones privadas de fondos de pensión, modelo fracasado en otras naciones. Contra las iniciativas para subir la edad de jubilación (hasta 65 y, poco a poco, hasta 70) y el aumento de cuotas para que sea garantizada la jubilación.
El autor es docente, periodista y filólogo