La Galería Nohra Haime, fundada en 1981 en Nueva York, tiene el enfoque principal de representar a un grupo internacionalmente diverso de artistas contemporáneos con diferentes conocimientos en pintura, escultura, fotografía, arte conceptual e instalación multimedia.
Durante más de treinta años, la Galería ha exhibido nuevas voces y arte innovador, y ha organizado importantes exposiciones individuales dentro de los Estados Unidos y en el extranjero. Ha colaborado con museos e instituciones, y asesorado colecciones privadas de todo el mundo. Entre estos artistas próximamente se encontrará el panameño Nessim Bassan. La dueña y directora de la galería, que lleva su mismo nombre, vino a Panamá para ver su arte en persona y evaluarlo con más detalle para su exhibición.
¿Cómo empezó este llamado al arte?
Desde que era chiquita, después del colegio ibamos a recoger a mi mamá a las galerías y allí nació. Cuando nos ibamos de vacaciones antes de ir a la piscina siempre teníamos que ir a los museos. No me di cuenta, pero yo estaba fascinada.
¿Hubo un momento en concreto en qué se dio cuenta de esa pasión?
Un día mi mamá me dijo que cuando yo estudio un arte se me olvida el mundo y pensé: “esto no puede ser posible”. Entonces fui a una feria y le había dicho a mi madre que me demoraría dos horas, pero cuando me di cuenta ya habían pasado cinco.
¿Y cómo llegó a pensar en abrir una galería?
Empecé una firma de consultoría en la que atendíamos toda clase de servicios en las artes porque la gente no sabe a dónde ir. Y un día un artista me pidió que lo representará y le dije: yo no representó. Varios meses después me pidió exposiciones de museos y le conseguí una. Me llegaron los cuadros y decidí colocarlos en mi oficina. Hice un cóctel y a la semana, en otro cóctel, una amiga me dijo: ‘¿usted tiene una oficina o una galería?’ Le pregunté por qué y me mencionó que quería escribir un artículo sobre el artista en una revista, pero que tenía que ser de una galería. Le pregunté para qué revista y me dijo que era para Art Forum, una de las más importantes sobre arte en el mundo. Le dije que pusiera “galería”. Llamé a mi abogada al día siguiente y le cambié el nombre.
Entiendo que la Galería Nohra Haime tiene artistas tanto de América como de ámbito internacional.
Cada vez que iba a Colombia salían noticias que decían ‘artista colombiano llega a Nueva York’. Un día hice una exposición para una artista colombiana y el día de la inauguración llovió y solo aparecieron cinco gatos. Al día siguiente en la noticia salía así mismo y me di cuenta que si un artista llega a Nueva York, especialmente un latinoamericano, no quieren llegar solo como latinoamericanos sino que quiere pelear al nivel de todos los del mundo. Allí fue cuándo decidí que la galería iba a ser verdaderamente internacional.
Y cuando se trata de la elección de esos artistas que se encuentran en su galería, ¿cómo los escoge?
Muchas veces comparo el proceso de elegir a un artista para mi galería con enamorarse. A veces uno sale con una persona una noche y disfruta esa vez. Lo mismo pasa con un artista del que a veces solo quieres un cuadro. En cambio, a veces uno lo quiere todo y allí es que me doy cuenta porque no puedo dormir pensando en los cuadros. Por más que uno piense mentalmente, el estomago es el que le dice a uno que mostrar y que no mostrar.
Y de estos artistas elegidos, ¿cuáles son las exhibiciones más próximas?
En este instante vamos a empezar una exposición de una artista griega, Sophia Vari, con la que he trabajado 40 años y es una retrospectiva. Falleció hace poco. Cuento también con dos figuras monumentales que tenemos en Park Avenue. Luego seguimos con una americana que empezó como escultora y cada una de sus series es totalmente diferente. La obra de ella siempre es muy dura. Esta obra nueva es muy bonita e intrigante. Y luego, por supuesto, tenemos al panameño Nessim Bassan.
¿Cómo supo de él?
Estaba en la galería en Nueva York y paso por mi oficina un día de forma imprevista. Usualmente no recibo a artistas así. Prefiero ver su arte antes de conocerlos. Él me dijo ‘yo solo quiero saber si esto es bueno’. Me gustó y le dije que sí. Después ya le pregunté para exhibir sus cuadros.

Estamos muy orgullosos de próximamente tener a un artista panameño en una galería tan prestigiosa en Nueva York. ¿Es por esto que se encuentra en Panamá?
Es correcto. Vine específicamente para ver sus obras en persona. Porque como dije, hay que enamorarse del arte antes de ponerse a trabajar con él. Vine a enamorarme.
Y, ¿cómo cree que va ese proceso de enamoramiento?
Lo que he visto hasta el momento ha sido maravilloso. Después vamos a estudiar las obras a fondo, pero me siento tranquila de que he elegido correctamente. Creo que todos llegamos a ese momento en el que ya no le prestas atención a lo que piensan los demás y haces lo que quieres. Creo que hasta allí ha llegado.