Elvis, de Baz Luhrmann, es un sueño febril de colores, sonidos y música. Con una cinematografía y edición hiperactiva y a toda velocidad, las dos horas y cuarenta minutos del filme biográfico se sienten más cortos de lo que son.
La película se mueve ferozmente entre secuencia de monólogos del narrador, dramas familiares y números musicales, dándole a la audiencia la sensación de estar en una frenética montaña rusa, como era la vida de Elvis Presley.
Este estilo por momentos eleva la película a tener secuencias verdaderamente memorables, especialmente cuando se interpretan alguno de los grandes momentos de la leyenda del rock, pero en otros momentos puede desorientar al público, y confundirnos sobre porqué tomas que deberían ser mundanas, son presentadas con tanto dramatismo y tensión.
Se destaca la actuación de Tom Hank, como el coronel Tom Parker, representante de Elvis y narrador de la historia, una actuación caricaturesca de un personaje muy nefasto. Una bocanada de aire fresco de parte del veterano actor, muy diferente a los roles que estamos acostumbrados a verle en años recientes. Pero, sin duda alguna, la estrella de la película es Austin Butler como el Rey del Rock & Roll. Butler es absolutamente electrizante en todas sus escenas como Elvis.
Como el mismo icono del rock en su época, cada vez que está en escena demanda la atención de todas las cámaras, absorbiendo a la audiencia con una interpretación de época. Baila, canta, se mueve y se expresa con los mismos manierismos, idiosincrasias y teatralidad que se volvieron tan característicos del propio Elvis.
Los números musicales son sencillamente espectaculares. Vemos a un Butler desencadenado y salvaje, en secuencias que reviven estos icónicos momentos de la historia de la música. Acompañado de un vestuario digno de un Oscar, la interpretación de Butler revive la figura de “El Rey” para las nuevas y viejas generaciones.
Elvis termina siendo un divertido desorden, una película con mucho corazón y su propio estilo, cuyo peso recae en la interpretación del actor principal, la música y la mística que rodea a una de las grandes figuras de la música.


