Maraña, galimatías, berenjenal, esperpento. Elige la palabra que más se ajuste a la situación entre Estado y la empresa First Quantum Minerals Ltd., canadiense.
El Estado se postra durante una década ante esta compañía, en una situación que, guardando proporciones, recuerda el Tratado Hay-Bunau Varilla, de noviembre de 1903, que formalizó un enclave en nuestro territorio.
¿Cómo podrá superarse el embrollo causado con la aprobación en 1997, en la era Ernesto Pérez Balladares, de un contrato ley que facultó a explorar y explotar a la compañía antecedente nuestros recursos minerales en el occidente colonense?
Nuestros poderes rechazan los términos de la explotación de toneladas de minerales, la nación no ve ni el cobre ni el oro ni el moro ni la plata ni el molibdeno, mientras la empresa canadiense elige Panamá como sede de su cumbre.
¿Será por arbitraje o negociación que podrá desmantelarse el presente enclave? ¿Habrá que desempolvar la experiencia de los tratados del Canal, de 1977, y negociar un calendario de descolonización?
Mientras se allana un camino, hoy las partes han optado por emular el modelo Shakira-Piqué, activando el parlante radiofónico de sus desavenencias.
First Quantum mueve sus acciones en la Bolsa de Valores de Toronto, en la participan poderosos fondos de pensiones, a los que les interesa que esa explotación prospere. El Gobiernito está desganado, no hay ventilador que le haga cambiar de parecer, sobre una propuesta ante la sequía anunciada de los fondos de nuestras pensiones. Le ha salido el cobre, si bien llegó a prometer engrosar plata de la plata que dejaría First Quantum y su subsidiaria Minera Panamá.
Inversión de miles de millones -6,700 millones de dólares- para explotar ese yacimiento de cobre y afines. Gracias a su matriz sólida, de la que se calcula que su base es del 40% de recursos de China, el 10% de Corea del Sur y otro porcentaje de Singapur. ¿Cómo mira Estados Unidos este paso de avanzada de su competidor económico asiático?
Este embrollo retrata el vacío estatal, gestado con el contrato ley de 1997, los daños a las fuentes de agua y bosques, la frágil institucionalidad y el irrespeto a fallos de la Corte Suprema de Justicia. Se agrega un componente geopolítico, sostiene Rodrigo Noriega Adames, abogado y experto en derecho internacional. Lo expone en una sesión de Trinka, el think tank de Panamá.
Zambia, Estado mediterráneo de África, número 156 en el índice de desarrollo humano, obtiene compensación muy superior a la que esa compañía ofrece por los metales extraídos de Donoso.
¿No pueden con la múcura nuestros gobernantes y los zambianos sí? La Corte Suprema ha rechazado los recursos contra un fallo de 2018 que declaró inconstitucional el decreto-ley que avala la operación (a cielo abierto) de la mina de cobre de Donoso, una de las más grandes de América Latina.
Noriega sustenta que nuestro territorio vale más sin minería. Panamá ocupa la posición 19 entre las naciones por su diversidad biológica, que reúne el 5% de la del planeta. Es de los pocos Estados con un ecosistema que genera más oxígeno del que consume. Denominador común de Suriname y Bután.