Tenemos patria desde que el primer ser humano suspiró por acá. Hace 16,000 o 14,000 años, informa un inglés extraordinario, que integró en nuestra exuberante selva, William Cooke.
Desde entonces, hemos vivido en este lugar mágico del planeta entre la virtud y el pecado, entre honorables y pendencieros; entre héroes y piratas. Es un sino nacional; es el adeene patrio.
Empecemos una heroína extraordinaria, empecemos por ella para subir las defensas, que están bastante bajas, no solo por la covid.
Todos reconocemos a nuestra poetisa mayor, Amelia Denis, en su poema Al Cerro Ancón. Amelia divina, Amelia de Panamá…Aprendió sus primeras letras leyendo, desde niña, y en la Escuela Elemental de Santana. Se inspiraba en el canto de las aves y en la flora de los bosques vecinos.
Amelia contrae nupcias con un nica y se traslada por décadas a Centroamérica. Pasa temporadas en Managua y Guatemala. Llega a ser la figura maternal de un gigante de América, el poeta Rubén Darío, cuyo abuelo paterno era veragüense de San Francisco. A los 70 años, arriba por el Muelle Fiscal, en El Terraplén, procedente de Managua. Y se tropieza con el enclave de entonces: la Zona del Canal. Es 1906. Encuentra la Patria hipotecada. Los gringos llevan a cabo la segunda fase, después de la francesa, de la vía, inaugurada en 1914, cuando ya Amelia había fallecido. Su poema selló el periodo literario romántico.
Hablamos mucho del negocio y cláusulas del más famoso contrato ley; no lo censuro, Dios me libre. Y se nos olvida con facilidad que somos poesía, amor, también amor patriótico; se nos olvida que también somos alma
Trabajadores de Quantum: Ustedes representan la sagacidad y destreza del panameño. Trabajan allí por su talento, por su conocimiento y habilidades. Esa es de cada uno de ustedes. Y ello beneficia a esa transnacional pirata. Ustedes, un segmento, reciben emolumentos superiores, a los de empleados de otras compañías establecidas en nuestro país. Ojalá sea mayor, cada mes. (Digo nuestro país, porque renuncio a enunciar “este país”, como si se tratara de otro contiguo; es nuestro país, incluidos malandrines, que no superan ni el 1% de la población humana. El 99 % es de gente noble, como verificó el papa Che, Francisco hace 3 años, 8 meses y tres días.
Como gusta tanto la palabra equiparación, que se equiparen en otras empresas, sobre todo nacionales, esos salarios. Y que ustedes tengan un beneficio económico adecuado por sus desvelos y participación de estos días como modelos testimoniales. Manden sus facturas por su labor, que no debe ser voluntaria, pues la manta estira. Nuestro Estado recibe una bicoca, de vergüenza, por la explotación de esos recursos naturales. Esa sí es EXPLOTACIÓN.
El modelo Quantum es sublime. En su misión, está el apoyo a comunidades locales, empleos satisfactorios y retorno a los accionistas, varios Estados entre ellos y fondos de pensión del Primer Mundo. Y a los propietarios del bien, GUAYABA. Ni siquiera guayabita madura. Les conocemos su swing y en las grandes paradas europeas se presentan como humanos de bien.
Es un modelo que en la emblemática Canadá es de pulcritud y en la letra del contrato de sombra para el dueño de la materia prima, y de ocultación y ocultismo.
El autor es docente, periodista y filólogo