El mejor desayuno para cada etapa es diferente, te has preguntado ¿cuál es el mejor desayuno o el más saludable? La respuesta de los expertos se inclina por aquel que sea variado, adaptado a tus necesidades y, mientras más natural, mejor.
El desayuno es una de las tomas alimentarias más significativas del día porque aporta energía después de ocho o más horas de ayuno, y porque suele ser por la mañana cuando se afrontan las tareas más intensas como trabajar, estudiar o ejercitarse.
¿Cuál es el desayuno ideal?
Lo ideal es ir variando el desayuno a lo largo de la semana para asegurar todos los elementos de una dieta variada. Según el informe Estado de situación sobre el desayuno en España de la Fundación Española de Nutrición, el desayuno saludable debe incluir los siguientes elementos:
Leche o lácteos
Aportan proteínas con alto valor biológico, grasa, hidratos de carbono, vitaminas liposolubles, fósforo y calcio. ¿No te sientas bien los lácteos? Se recomienda evitar galletas, sopas o purés que estén elaborados o enriquecidos con leche u otro producto lácteo.
Cereales y derivados
Como pan, avena, arroz, maíz o quinoa, se pueden tomar hervidos o tostados. El pan integral, de centeno o trigo, en forma de tostadas o de bocadillo son una alternativa saludable y es preferible consumirlos sin azucarar.
Frutas
Esenciales para conseguir una dieta variada. Las frutas y verduras ofrecen una amplia gama de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Aunque los jugos no son su mejor versión, tienen vitaminas, pero a falta de fibra se digieren rápidamente y pueden causar picos de azúcar en la sangre. Los dietistas recomiendan limitar estas bebidas y en cambio, consumir la fruta entera.
Proteínas
Tradicionalmente, se ingieren en forma de huevos y en patés vegetales con garbanzos, sésamo, anacardos, almendras y levadura de cerveza.
La clara del huevo contiene principalmente agua y proteínas. En la yema se encuentra proteína y micronutrientes como vitamina A, vitamina D, vitamina B12, luteína, selenio, colina, hierro y ácido fólico, según datos del Instituto del huevo.
También puedes añadir frijoles, tofu, seitán, quinua, nueces, semillas, mantequilla de nueces, pescado, mariscos y aves de corral.
Grasas saludables
Pueden mejorar los niveles de colesterol en sangre, aliviar la inflamación y estabilizar el ritmo cardíaco como los aguacates, nueces, cacahuates, chía, linaza y mantequilla de nueces.
Si la prisa de primera hora te impide comer en la mesa, se recomienda tomar una fruta o zumo y se complementa con un bocadillo saludable a media mañana o viceversa, un yogur o unas tostadas y leche de soja, en la pausa, una fruta será suficiente.
Un desayuno bien equilibrado no se trata de un tazón de cereal azucarado con alguna fruta decorando y un vaso de jugo. Se requiere de una comida que te de la energía para iniciar bien tu día, con los nutrientes que tu cuerpo necesita y que también sea saludable.
Para saber qué alimentos debes evitar, es importante que conozcas tus necesidades con un especialista en nutrición. Recuerda que cada cuerpo es diferente y presta atención a las etiquetas nutricionales de cada alimento.


