El pop británico, de Duran Duran a George Ezra, organiza el sábado un gran concierto por el “jubileo de platino” de Isabel II quien, agotada por los festejos a sus 96 años, deberá perderse lo que más ama: las carreras de caballos.
En la explanada frente al Palacio de Buckingham, en el centro de Londres, se instalaron tres escenarios unidos por pasarelas para proporcionar una experiencia de 360 grados y 70 columnas de luz, que representan los 70 años pasados en el trono por una reina coronada con solo 25 años en 1952.
Unas 22 mil personas asistirán por la noche a un gran concierto organizado por la radiotelevisión BBC. Casi 8 mil serán trabajadores de sectores claves durante la pandemia, miembros de las fuerzas armadas y voluntarios de organizaciones benéficas, invitados en agradecimiento por sus servicios.
El cartel anuncia una lluvia de estrellas y los organizadores prometieron algunas sorpresas.
Miembros de la familia real, entre ellos el príncipe Carlos, heredero al trono de 73 años, y su hijo mayor Guillermo, de 39, representarán a la reina, que, con una salud cada vez más frágil, seguirá el acto por televisión.
Apasionada de la hípica, la reina debía asistir el sábado a la 243ª edición de la carrera más prestigiosa del país, el Derby celebrado en Epsom Downs, a unos 30 kilómetros de Londres, que se ha perdido en poquísimas ocasiones.
Pero, tras aparecer de pie el jueves en el balcón del palacio para inaugurar los cuatro días de festejos por su jubileo sintió “un cierto malestar”, que el viernes la llevó a cancelar su presencia en una multitudinaria misa de acción de gracias.
Aún cansada, tampoco asistirá a las carreras, confirmó después la casa real, que el sábado divulgó una foto de la monarca, con vestido de flores, collar de perlas y gran sonrisa, participando en un encuentro virtual con ganadores de un premio en Australia.
La salud de Isabel II suscita preocupación desde que en octubre los médicos le ordenaron guardar reposo y pasó una noche hospitalizada para someterse a “pruebas” médicas.
Desde entonces canceló su presencia en numerosos actos oficiales y empezó a caminar con bastón. También contrajo el coronavirus en febrero, lo que en sus propias palabras la dejó “muy cansada”.