Crecer, desarrollarse. Etapa difícil esa de 14 a 18 años, cuando se cursa la educación media. Debe ser atendida por profesores con una disposición y vocación especiales. Adolescencia y adulto, esos vocablos, derivan del verbo latino adolescere, que significa crecer, desarrollarse. Nada de dolor o dolencia, si bien esa etapa de la vida es compleja. Más que otras.
Por la propia biología -y la psiquis-, esta etapa está signada por la crisis y en ella se fortalecen los lazos de amistad y el amor en sus distintas facetas, la sentimental en portada. La amistad: /cultivo una rosa blanca/ en julio como en enero/ para el amigo sincero/ que me da su mano franca/, cita a Martí Roberto Sandoval Muñoz, pedagogo, en su obra Fundamentos de la educación media, enfoque holístico-humanístico de la adolescencia.
Se apoya en distintas disciplinas el profesor para entender la formación de quienes deben guiar en esas edades a los jóvenes que cursan sus estudios, con el empeño de capacitarse para el mercado laboral o prepararse para proseguir otros peldaños educativos.
Ese guía -más que un educador de aula- está capacitado en el conocimiento psicológico del alma juvenil en condición previa para orientar a los adolescentes.
Ellos están en esa búsqueda afanosa de su personalidad. O construyéndola. Y mirando, más que nunca, hacia su propio espíritu. A excepción de quienes están enfocados en esa dimensión, por opción u oficio. El joven toma conciencia, distingue, jerarquiza. Etapa definitoria.
Quien guía, por tanto, tiene como prioridad centrarse en interpretar, comprender, reflexionar. Producir conocimiento. ¿Educadores o guías de adolescentes poseen esas competencias? ¿Quién las evalúa?
El sistema finlandés recluta temprano a los jóvenes destacados para motivarlos a ingresar al sistema pedagógico. Cuando está en el sistema, puede ejercer con imaginación su cátedra, sin camisa de fuerza anticreativa. ¿Cómo funciona en nuestro pago?
Si el sentimiento fraternal está a flor de piel, un pilar de la formación es la interacción y aprendizaje entre colegas, el trabajo y proyecto colaborativo, estimulado por el guía, con orientación eficaz.
Es una etapa misteriosa, difícil de comprender. Es un estadio de desarrollo, no obstante. En la escuela y fuera de ella. ¿En qué momento se cierra la mollera? A unos antes y a otros después. ¿A algunos no llega a sanárseles ni en la adultez mayor?
El ego sube y baja. A veces está muy alto y a veces por el piso. Quien es orientador de jóvenes está en la obligación de echar mano de otras disciplinas, como la astronomía, aconseja Sandoval. ¿Acaso es el planeta Tierra el único con vida? Humana compuesta por 8 mil millones de vivos, con el recién agremiado merenguero Damián, quien llegó a este valle de incertidumbres en este noviembre de 2022. Mil millones de galaxias, se calcula, integran ese amplio Universo, ¿infinito? En la Vía Láctea, de nuestra Tierra degradada y depredada, son muchos nos planetas similares. ¿En ninguno hay vida? ¿Estamos tan solos los 8 mil millones, incluso el bebé Damián?
Educación es ámbito de Sandoval: la preparación desarrollo, disciplina, construcción, formación, ideal de la personalidad, función cultural, función comunitaria. Para ello se educó en Panamá, Brasil y México, y ha dictado en todo el espectro académico.
Con responsabilidades de liderazgo colegial, universitario y ministerial, que empezó como director del primer ciclo de su Natá de origen, hoy Colegio Mariano Prados.


