Hablar con el cuerpo

Hablar con el cuerpo
La coreógrafa israelí subraya la autenticidad como el factor clave para conectar con el público. Elysée Fernández.


En el momento que efectuamos esta entrevista, Inbal Pinto tenía un día de haber llegado a Panamá para participar de la clausura del Festival de Danza Contemporánea Prisma que finalizará con las presentaciones de su pieza Living Room, que se llevarán a cabo el próximo sábado 15 de octubre a las 2:00 p.m., y el domingo 16 de octubre, a las 8:00 p.m., ambas en el Teatro Nacional.

La función del sábado está reservada para los niños de las fundaciones Valórate, Programa Enlaces, Danzarea, Movimiento Nueva Generación, Down Panamá, Recuperando Colón, Voces Vitales, Fútbol con Corazón, FundaMorgan, Centro de Salud del Chorrillo, Colibríes de mi barrio, Ni 1 más, Escena Circo, Olimpiadas Especiales, Fanlyc y Casa Esperanza; y para la presentación del domingo se pueden adquirir los boletos en Panatickets.

La artista, que vino por gestión de la Embajada de Israel en Panamá, manifestó que siente un gran interés por conocer la historia y la cultura panameña, al verse rodeada de la arquitectura art-deco de varios de los edificios que componen el paisaje del Casco Antiguo, que contrasta con otras edificaciones que se encuentran en ruinas o están en remodelación.

La coreógrafa israelí expresó a La Prensa que en su proceso de creación afloran las emociones y las situaciones en las que se encuentra inmersa en un determinado momento, que allí piensa en algo nuevo para mostrar en el escenario al público. Esas experiencias pueden ser propias o las que está atravesando algún ser querido.

Hablar con el cuerpo
'Living Room' aborda la volatilidad de los sentimientos. Cortesía.

“Para todos es sabido que hemos atravesado por una pandemia en la que hubo muchos cambios pero que, a la postre, también es cierto de que hay cosas que son inesperadas o bien se salen de nuestro control y tratamos de hacer un camino para sortearlas pero la naturaleza intrínseca de la vida nos guía por un camino diferente. En este caso, Living Room trata del poder que tienen aquellas cosas que se salen de nuestro control. La obra tiene diferentes etapas que hablan temas como las relaciones interpersonales, el estar solo, el sentirse atrapado y no tener el control de las acciones de uno mismo como si fuera un poder foráneo que se apodera de la vida de uno”, explicó.

Pinto y sus bailarines expresan sus sentimientos en el escenario tal como si fuesen un libro abierto. “Siempre doy un pedazo de mí en el escenario y por eso hago lo que hago”, agregó.

La bailarina y coreógrafa considera que la danza es su primer idioma, en el sentido de que es un lenguaje que se puede expresar por medio del cuerpo. Después de tres lustros, la trayectoria la lleva a reflexionar sobre los éxitos logrados que implicaron diversas obras tales como una explosión de colores representada en una obra que mezcló la danza con el arte. Si bien Pinto no pensó en ser bailarina desde temprana edad, empezó a involucrarse desde muy joven en el ámbito de la danza (23 años de edad). “Llevo 30 años de ser coreógrafa y bailé en diferentes compañías y desarrollé mis propias obras y todo esto me pasó sin desearlo”, expresó.

En el año 1992, la artista estableció la Compañía de Danza Inbal Pinto y fue su directora artística hasta el año 2018. Por otro lado, sus obras más destacadas son Dio-Can, Wrapped y Oyster, entre otras. Desde 2018, trabaja como artista independiente. Su obra más reciente la dirigió junto a Amir Kliger y diseñó la obra musical basada en la novela Crónica del pájaro del escritor japonés Haruki Murakami, presentándola en suelo nipón.

Ya retirada de los escenarios y trabajando totalmente detrás de escena, confiesa que al momento de bailar sabe lo que el cuerpo puede expresar y para mí se convierte en algo rico en contenido.

“Por ejemplo, en una obra que contiene ópera, yo suelo incluir lo que las palabras no suelen expresar por medio de la danza, y siempre trae un contexto visual que se encuentra más allá de las palabras y que en ninguna forma se puede expresar de otra forma. Es algo abstracto. Solamente definir cómo una idea se transforma en algo que puede ser representado en el ámbito abstracto de la danza, porque no dices algo específico en particular tú hablas con el movimiento, es algo complejo. Pero la simplicidad puede convertir algo sencillo en algo poderoso. Es más, lo más difícil es decirlo claramente y sin ninguna confusión de por medio en el mensaje que se trata de transmitir con la danza. Cuando el mensaje es claro lo logras entender y es poderoso”, relató.

Hablando de historias complejas, Pinto desarrolló una pieza artística, el cortometraje Outside, a raíz de los escritos del escritor israelí Etgar Keret y que presentaron en conjunto durante el contexto de la pandemia a mediados de 2020 en distintas ciudades como Tel Aviv o Nueva York.

La coreógrafa apuesta por la autenticidad del artista que también es importante a la hora de representar una determinada situación en escena. “Si me habla a mí y si me mueve, espero que la audiencia sienta que ese sentimiento les pertenece también”, añadió en relación con Living Room.

Inbal Pinto

Datos sobre la entrevistada

Pinto incursionó desde muy joven, a los 23 años de edad, en la danza.

En el año 1992, estableció la Compañía de Danza Inbal Pinto y fue su directora artística hasta 2018.

Desde ese mismo año, es una artista independiente.

Su obra más reciente la dirigió junto a Amir Kliger y dirigió la obra musical basada en la novela ‘Crónica del pájaro’ de Haruki Murakami.


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