Con una velada en el domo del Parque Omar a partir de las 2:30 p.m de este viernes 6 de enero la Red Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Panamá cierra su agenda navideña tras 80 conciertos que llenaron de música y alegría casi todos los rincones el país.
Detrás de este titánico esfuerzo cultural está la maestra Electra Castillo (La Palma, Darién, 1964), quien desde octubre de 2021 dirige esta creciente red de orquestas y coros de niños y jóvenes de entre 4 y 26 años de edad.
Los conciertos de Navidad empezaron el 30 de noviembre de 2022 en el parque Andrés Bello en la ciudad de Panamá, extendiéndose a lugares inusitados como Macaracas en Los Santos, Changuinola en Bocas del Toro, Altos de los Lagos y Coclesito en Colón.
El concierto del Día de Reyes de hoy viernes -explicó Castillo- incluye un repertorio navideño con música clásica, popular y villancicos, interpretados por niños, jóvenes y adultos que han aprendido la ejecución en los cuatro programas de la Red: Iniciación Musical, Orquestal, Coral y Educación Especial. Vienen grupos del interior, habrá pintacaritas y trueque de libros, como parte del programa de la Dirección de Derechos Culturales y Ciudadanía del Ministerio de Cultura.
La directora ofreció un balance de 2022 en el que los 4,950 estudiantes miembros de la Red hicieron 109 presentaciones en iglesias, hospitales, aeropuertos, teatros, centros comerciales, parques e instituciones de enseñanza especial. Además, Castillo habló de sus perspectivas para el presente año: consolidar la Red y ampliarla, llegando a su natal provincia de Darién, la única que hacía falta.
La música, como terapia para el tejido social
Castillo, especialista en oboe y canto, está convencida de que la música, así como el arte y el deporte, es una pieza fundamental del organismo social, con un gran poder de generar identidad, enderazar vidas y, sobre todo, con alto efecto disuasorio para que los jóvenes no caigan en los ciclos de depresión, drogas, violencia e, incluso, narcotráfico.
De hecho, el objetivo de la Red, fundada el 12 de julio de 2016, es la creación de espacios seguros para la niñez y la juventud, particularmente en casos de vulnerabilidad a través de la enseñanza colectiva de la música.
Todos los conciertos de esta temporada le han dejado huellas -narra Castillo-, en especial el de Altos del Lago -por el perfil de los jóvenes, muy en contacto con el abismo de la violencia y el narcotráfico- y el de la Catedral en Panamá, que se hizo el 10 de diciembre de 2022 para celebrar el Día de los Derechos Humanos y recordar el legado y relevancia de la Declaración Univeral de los Derechos Humanos (1948).
La directora dice que está claro que en las llamadas zonas rojas los jóvenes están en mayor riesgo social, pero ahora estas vulnerabilidades también se dan en cualquier barrio del país, sin importar condición social.
“La música permite el trabajo en equipo y enseña a los jóvenes a enfrentar sus miedos. Una partitura por delante siempre es un reto por superar. Está claro que cuando un muchacho se hace músico contagia a sus pares y se gana el respeto de la comunidad”, reflexiona.
Castillo cree que si bien es importante enseñar los clásicos como Johann Bach (1685-1750), Wolfgang Mozart (1756-1791) y Ludwig van Beethoven (1770-1827) también se debe experimentar, por ejemplo, con música caribeña -como la de nuestro salsero Rubén Blades- o la folclórica, con sus violines, guitarras y tambores.