Influencers de IA, ¿Qué tanto ayudan o no al ambiente?

Influencers de IA, ¿Qué tanto ayudan o no al ambiente?
Bruno, el influenciador creado por IA. Instagram


Durante la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) a desarrollarse en Cali, Colombia (del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024), uno de los tantos asistentes que cubrirá el evento es un tanto especial. Su nombre es Bruno y será el embajador de Noticias Caracol para cubrir este foro global para la discusión y negociación sobre el Convenio de las Naciones Unidas para la Diversidad Biológica.

Lo que hace especial a Bruno es que se trata de un influenciador creado por Inteligencia Artificial (IA), el cual es, según el mencionado medio de comunicación, “una combinación de tecnología, conexión con la naturaleza y un profundo enfoque humano”.

“En un mundo donde el medio ambiente es cada vez más en la agenda informativa, política, económica y social, este personaje llega para sumarse a la conversación con una mirada informada, accesible y sostenible”, anuncia Noticias Caracol en su sitio web.

Pero, influenciadores creadores por IA hay varios, incluyendo los que, al igual que Bruno (@Bruno.ambiental), se enfocan en transmitir mensajes sobre la biodiversidad y el cuidado del planeta. Como el caso de Sena Zaro (@zena.zaro), que es una influenciadora de viajes responsables y respetuosos con el medio ambiente. O Aràn (@ecovidrio), que aborda temas de reciclaje y su lucha contra el cambio climático.

Pero, si bien son ingeniosas herramientas para crear conciencia en la población sobre la necesidad imperiosa de proteger el medio ambiente, la propia IA contribuye de forma negativa a ese propósito. Según recoge el El Heraldo, “para el funcionamiento de los dispositivos que utilizan inteligencia artificial se requieren unos centros de datos muy potentes que consumen una gran cantidad de electricidad. Además, estas infraestructuras necesitan un 40% más de energía para refrigerarse”.

Se calcula que entre el 1 y el 1.5% de la demanda total de electricidad a nivel mundial procede de los centros de datos, lo que equivale a unos 220-320 teravatios/hora. Además, un único modelo generativo de IA puede consumir hasta 284,000 litros de agua. “Se espera que todos estos impactos ambientales aumenten considerablemente, y se proyecta que la demanda mundial de energía de IA aumentará exponencialmente hasta al menos 10 veces el nivel actual y superará el consumo anual de electricidad de un país pequeño como Bélgica para 2026″, comentan Shaolei Ren y Adam Wierman, en un artículo publicado en Harvard Business Review, agregando que “en muchos casos, los impactos ambientales adversos de la IA afectan desproporcionadamente a las comunidades y regiones que son particularmente vulnerables a los daños ambientales resultantes”.

Pero, a pesar de esto, lo cierto es que la IA (de ser bien utilizada) puede ser beneficiosa y ayudar a combatir los problemas ambientales. Optimizando el uso de recursos, mejorando el transporte, impactando en la agricultura, gestión de residuos, eficiencia en construcción, etc., todo dependerá del uso que se le dé.


LAS MÁS LEÍDAS