El martes 5 de marzo se llevó a cabo el conversatorio “El camino del artista: la actuación y las artes como canal terapéutico regenerativo del individuo y el colectivo”, dirigido por el reconocido actor venezolano de telenovelas, Jean Carlo Simancas, junto a su hija, la escritora y también actriz, Ileana Simancas.
Padre e hija expresaron a La Prensa que este evento se llevó a cabo con el propósito de motivar e inspirar a los asistentes a vivir apasionadamente su vida, encontrando un propósito profundo en ella.
“Cuando uno vive, no solo sobrevive y aprovecha todas las experiencias y encuentra su vocación; esto comienza a convertirse en un arte vital. Un arte que te va a complementar y desarrollar lo que tú eres. Que lo que hagamos, lo hagamos bien y profundamente, pues a eso nos debemos y es nuestra manera de vivir”, comentó Jean Carlo Simancas sobre lo que se dictó en el conversatorio.

Ambos expresaron que, si bien es cierto que el conversatorio estaba dirigido a artistas, no hay que caer en el error de pensar que solo se habla del mundo del espectáculo, ya que todo en esta vida puede ser considerado un arte. Durante la entrevista, Ileana Simancas incluso mencionó que comer un pedazo de pastel era un arte; que es sumamente importante descubrir en qué la persona es creativa y qué fluye dentro de ella.
Este conversatorio surgió por la estrecha relación que mantiene Ileana Simancas con el Ministerio de Cultura, siendo que ya ha participado en varias actividades en Panamá.

Durante el evento, ambos artistas compartieron sus experiencias y cómo han utilizado el arte para convertirse en los individuos que son hoy en día, resaltando la importancia de no quedar atrapados en las modas efímeras del momento, sino de vivir más profundamente las cosas que rodean al mundo.
Esta no es la primera ocasión en la que padre e hija trabajan juntos, pues ambos recuerdan con mucho cariño haber rodado una película juntos cuando Ileana aún era una niña.
El desarrollo del conversatorio fue muy orgánico; ambos expresaron que deseaban fluir en el momento y que no tenían expectativas, sino que iban a compartir sus pensamientos y esperaban que cada uno de los asistentes escuchara lo que necesitaba escuchar.
