La conexión con Jenené

La conexión con Jenené
Esta exposición refleja las sensaciones y memorias de la comunidad Emberá Drúa, que vive en el río Chagres.


Jenené es una exposición que sirve como fiel testimonio de la visión que tiene la comunidad Emberá Drúa –que vive en el Alto Chagres– sobre la naturaleza y la vida.

La fotógrafa Enea Lebrun contó a La Prensa que esta muestra fotográfica e interactiva –que se puede ver hasta el 12 de mayo en la Alianza Francesa– se ha venido gestando desde inicios de 2019 y que además de los retratos fotográficos contiene las voces y los fragmentos extraídos de la memoria emberá para ahondar en la relación entre el río Chagres –que se constituye en el afluente primordial de la cuenca hidrográfica de la cuenca del Canal de Panamá– y sus habitantes.

De acuerdo con Lebrun, el propósito de la exposición es proponer una narrativa recíproca a la cosmovisión emberá, con el agua puesta como un elemento cardinal de comunión y coexistencia.

Por ello, dijo, las fotos son un reflejo de esa relación entre los habitantes de la comunidad Emberá Drúa con el agua, un elemento que está en peligro conforme avanza el calentamiento global y sus efectos devastadores sobre la naturaleza, lo que se refleja, por ejemplo, en crecidas del río a destiempo, de acuerdo con el testimonio que los residentes compartieron con Lebrun.

La exposición –que aboga por la creación de la comarca Ejua So en el Parque Nacional Chagres– se inspira además en la activista Andrea Lino, quién junto con su comunidad reivindica el derecho a una tierra propia, preservada y protegida como legado para las futuras generaciones; es decir, por la seguridad de la tierra en la que habitan para tener la libertad de vivir, sembrar y cosechar.

La conexión con Jenené
Los habitantes son los protagonistas de la muestra.

Lebrun –quién lleva nueve años radicada en Panamá– explicó que esta exposición nació de forma orgánica. “Yo iba al Chagres por razones personales para escapar un poco de la ciudad. Allí conocí a algunos miembros de la comunidad Emberá Drúa y al compartir mucho con ellos semanalmente, me enfrenté un poco a su realidad y este proyecto nació con la intención de hablar de los desafíos de esa área, usando como vehículo mi propia experiencia al compartir con ellos. Es muy importante resaltar que este es un proyecto colaborativo, ya que los miembros de la comunidad lo nutrieron de diferentes modos”, agregó.

En Jenené , la memoria colectiva se hace carne, y en las fotografías se pueden ver las sensaciones de algunos de los habitantes del lugar, reflejadas en relatos y experiencias sobre su relación con el río Chagres.

En la exposición está disponible un un código QR, tras cuyo escaneo se pueden escuchara las declaraciones de varios de los protagonistas en idioma emberá.

Lebrun resaltó que este proyecto fotográfico también busca provocar una reflexión sobre el modelo de desarrollo imperante y el extractivismo, además de proponer una distinta forma de pensar en la que los recursos naturales como el agua no sean sinónimo de dinero, sino que más bien sean entendidos como elementos naturales que tienen vida propia y carácter propio.

“Tiene que haber una cohabitación armoniosa entre las comunidades, el río y los intereses económicos del área canalera”, opinó la autora.

“Para proteger el Canal [de Panamá], nos hemos olvidado de los habitantes y las comunidades y se están percibiendo los efectos sobre la naturaleza y la cultura, que está estrechamente ligada a la naturaleza”, agregó.

El título de la exposición, Jenené, viene del mito del jenené, que relata cómo se repartieron las aguas entre los seres humanos, resaltando el carácter universal e inalienable de esta, y en el que se encarga a los emberá el cuidado de los ríos y los pantanos.

La crítica de arte Adrienne Samos, quién colaboró en el montaje de la muestra, expresó que Lebrun es el ejemplo de una artista que se involucra de lleno en la temática en la que está trabajando, dejando que los protagonistas de la historia tengan la palabra y que el artista sea el vehículo de esas ideas.

“El artista tiene que encontrar la manera de transmitir eso e involucrarse para que los protagonistas de las historias sean los que hablen. Para que eso pase, hay que encontrar las herramientas para que eso sea una obra de arte”, dijo.

“Esto es lo que hizo Enea, quién demostró una verdadera empatía con sus fotografías, en las que transmite el espíritu de los habitantes de la comunidad. Son fotografías que tratan de transmitir lo que ellos sienten”, opinó.


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