Conocida por su potente voz y como ganadora en 2008 de la primera temporada del concurso Canta Conmigo de TVN, Ana Elisa Miranda, pasó a ser de esas niñas inolvidables para los panameños. Ahora, con 26 años, busca mostrar quién es a través de sus composiciones musicales y su nuevo álbum EP Ninfa de un cuarto de hotel, que ya está disponible en Spotify, Apple Music, Deezer, Amazon Music y Tidal.
¿Cómo empezó esta pasión por la música?
Mi padre tenía un disco de Juan Luis Guerra, Ni es lo mismo ni es igual. Escuché tanto ese disco que lo rayé y cantaba las canciones con la libreta que traía la letra. Me parecía tan increíble cómo él podía retratar sentimientos tan profundos, tristes o alegres dentro de su género. Desde ese momento creo que me enamoré de la música. Diría que mi pasión nació de la admiración de otros artistas latinoamericanos. En cuanto a cantar, una amiga de mi madre me escuchó un día y le comentó lo buena que era mi voz y que debería tomar clases de canto.
¿Y cómo empezaste a escribir música?
Desde muy pequeña la percepción de la buena música no fue solo una buena melodía, sino algo que fuera memorable líricamente e ingenioso. Además, quise pasar de hacer ‘covers’ a componer mi propia música. No quería quedarme en ese mundo de imitar a alguien más. Mi objetivo dentro de mi proyecto musical es que no solo sea una canción más para bailar o cantar, sino transmitir un mensaje a través de mi letra o un sentimiento.
¿Y qué nos puedes contar de este nuevo EP?
El álbum EP Ninfa de un cuarto de hotel consiste de cinco canciones que escribí en distintos puntos de mi vida, bastante recientes sobre cosas buenas y malas que me han ocurrido. La canción homónima que sale hoy transmite la rabia que he sentido en ocasiones con la dualidad que se le ha dado a ser mujer.
‘Mi hermano Azul’ trata sobre la salud mental, y, en su momento mi hermano mencionó que se quería cambiar el nombre a Azul. Entonces diría que es una oda a mi hermano y quién es para mí. El tema ‘Solo espero que seas tú’ es una manera en la que transmito el sentimiento de extrañar a alguien, pero a tal punto que se vuelve delirante y abrumador. El cuarto tema ‘Llamarte amigo’ es sobre una corta relación que tuve, la cual floreció de una amistad e involucra este rogar indigno. La última canción se llama ‘Fiesta de dos’ en la que interpreto que mis relaciones han tenido una fecha de caducidad por así decirlo. Es la canción ‘más movida’ y cuenta sobre mis experiencias con el amor y desamor que tuve en puntos de mi vida.
¿Cómo te has sentido con este proyecto?
Ha sido una de las experiencias más satisfactorias de mi vida. Me siento muy agradecida e ilusionada de que me abra más puertas. Nunca pensé que tendría el talento para componer. Escribía poemas, pero cuando empecé a compartir mi música y recibí una respuesta positiva tuve ese sentimiento de validación necesario. El proyecto comenzó durante la pandemia, conmigo sentada en mi balcón. Para mí siempre ha sido un privilegio y una bendición. Nunca voy a dejar eso de lado porque la música en todas partes es difícil. Es muy complicado dar el primer paso. Necesitas muchas cosas para empezar, pero se logra.
¿Qué le dirías a nuevos músicos?
Es un proyecto que ha sido producto de un trabajo entre mis amigos, personas allegadas, familia y personas que me apoyan y creen en mí. Mi mensaje para aquellos que recién empiezan sería que si de verdad creen en su proyecto que se acerquen a aquellos que hagan lo mismo y te pueden apoyar. Sé que a muchos les cuesta pedir ayuda, pero como artista emergente creo que es una responsabilidad dejar el orgullo al lado. Tu proyecto y el mensaje de tu arte es más grande que tú. Lánzate, aunque te cierren las puertas en la cara.