Antes de comentar el más reciente libro del prolífico escritor panameño Enrique Jaramillo Levi (1944), titulado Seducciones y otros desvaríos (60 minicuentos), publicado en Panamá por “El duende gramático”, conviene aclarar ciertos términos que suelen confundirse, pero que el autor siempre ha tenido muy claros para quien ha seguido su larga y fructífera trayectoria. Me refiero a los términos “minificción y “minicuento”.
El concepto “minificción” suele incluir al “minicuento”, pero también alude a otros tipos de textos narrativos que sin necesariamente contar historias ni plantear conflictos que le suceden a personajes, aluden a diversos tipos de situaciones o conceptos de forma breve y concisa, de tal manera que también la realidad y la imaginación suelen fusionarse (parábolas, alegorías, breves reportajes reducidos a su mínima expresión, prosa poética). En cambio el minicuento, como tal, no deja de ser en ningún momento un auténtico cuento, pese a su brevedad y concisión; por más experimental que sea, como en no pocos casos sucede con los de Jaramillo Levi, se mantienen los elementos básicos de la cuentística tradicional: personaje, situación, ambiente, trama.
Entendido así, el minicuento (denominado “microrrelato” en España y Argentina) en aspecto de su composición deja de ser un auténtico cuento si el talento narrativo del autor y su empeño en mostrar aspectos novedosos de la realidad vía la ficción están presentes. En Seducciones y otros desvaríos, el libro más reciente de Jaramillo Levi, hay un casi obsesivo afán experimental, que busca mostrar aspectos poco tratados de la problemática humana desde muy diversos puntos de mira.
Tanto en los temas eróticos como en los de índole fantástica, onírica, política, metafísica, de ciencia-ficción o metaficcional sorprende por incisivo a veces, y otras por su corrosivo humor negro. Se trata de cuentos que oscilan entre un solo párrafo impactante y página y media, prologados de modo acucioso por Francisco Javier Rodríguez, uno de los más recientes editores de nuestro autor en España (con la publicación de Urdimbres, Ed. Azimut, Málaga) este mismo año.
No dudo en declarar como salvadoreña que este autor panameño, también respetable poeta, ensayista, promotor cultural y editor, es uno de los mejores y más prolíficos minicuentistas de Centroamérica desde hace más de treinta años, y líder en su país -en calidad y cantidad- en este sub-género fascinante… Otros libros que certifican con creces esta afirmación, como he podido comprobar en varias visitas recientes a Panamá, son: Lo efímero perdurable (2021), Epifanías circulares (2022) y Disparates y anomalías (2022), productos de un largo encerramiento durante la pandemia, según declaraciones del autor.
Hasta donde conozco su obra, este es el libro en el que más ahonda en temas de política nacional (como la corrupción y la impunidad) e internacional (la cruel guerra de Rusia contra Ucrania). También insiste en un tema que al parecer siempre le ha fascinado: el de la existencia de OVNIS y por tanto de vida extraterrestre. Hasta donde he podido investigar, ya en 2021 había publicado todo un libro de cuentos sobre este tema, titulado en inglés Top Secret. Todo ello sin por eso renunciar en esta nueva entrega a varios de sus temas axiales de otras épocas, tales como la confrontación con el absurdo, el mundo de lo onírico, el erotismo a veces desmedido y poco tradicional, lo metaficcional como experimentación formal permanente, el mundo tropicalizado de los fenómenos fantásticos que asedian a la razón.
Jaramillo Levi es probablemente el cuentista panameño más experimentado, constante, abundante y variado, pese a ciertas obsesiones que reaparecen a cada rato, sobre todo las relacionadas con los espejos, la muerte, las metamorfosis, la memoria y las profundas introspecciones que ya estaban en su libro más reconocido internacionalmente: Duplicaciones (México, 1973). En una entrevista reciente publicada en un periódico de su país reconoció que entre 1965 y la actualidad ha publicado un total de 34 libros de cuentos (incluidos los de minicuentos). Otras colecciones memorables suyas de cuentos son: El búho que dejó de latir, El fabricante de máscaras, Gato encerrado; Sigilosamente nocturnos, En un instante y otras eternidades y Luminoso tiempo gris, entre otras.
Los minicuentos de Seducciones y otros desvaríos gozan de una ostentosa impunidad temática y formal marcada por la fuerza de sus siempre sorprendentes planteamientos discursivos, más allá de cualquier polémica que pudiera yacer en el trasfondo de lo planteado. Y es que se trata de un autor que no entiende de límites ni de mesura pese a la brevedad de sus narraciones. Los polémicos temas sexuales, existenciales, metafísicos y políticos que plantea en este nuevo libro Jaramillo Levi a menudo ya lo son desde la primera frase; y por tanto no es raro que sus finales se cierren sobre sí mismos de forma inapelable. Así, los minicuentos de esta obra en efecto representan auténticas seducciones y a veces verdaderos desvaríos en el mejor sentido de un arte literario plenamente logrado, rompedor. Una brillante lucidez surrealista -si es que tal cosa es posible- permea todo el libro elevándolo a categoría de arte posmoderno.