Literatura panameña ‘con orgullo’

Literatura panameña ‘con orgullo’
En esta historia, un personaje es homosexual y tratará a toda costa de ocultarlo. Cortesía

Uno de los grandes clásicos de la literatura panameña es sin duda El ahogado (1957), del escritor Tristán Solarte (1924 - 2019). Una novela negra llena de misticismo y cuyo personaje central, Rafael, es quizás uno de los principales representantes de la diversidad sexual dentro de las letras nacionales.

Si bien la bisexualidad de Rafael no es el único caso que se puede encontrar, para nadie es un secreto que la literatura panameña no se ha caracterizado por mostrarse del todo abierta a este tipo de historias.

Aunque, han habido grandes exponentes de este género, como Roberto Mackay (1948 - 1991) y Agustín del Rosario (1945 - 2010) que en 1972 ganó el Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró con su poemario De Parte Interesada, de contenido homoerótico.

Pero no todos los escritores han tenido dicha valentía, como comenta el teatrista Javier Stanziola (De Mangos y Albaricoques - 1996), muchos de ellos deben “escribir desde el armario porque piensan que su orientación sexual será un impedimento para que sus textos sean leídos y aceptados”.

Esto sumado a que “algunos en el círculo de artistas y escritores de Panamá piensan que tocar esos temas en tus textos te convierte en activista o que te tildarán de que solo sabes escribir un solo tema. No creo que haya labor más importante para un artista o escritor que narrar, contar, ilustrar historias y vidas que han sido obligadas a vivir desde la marginalidad. Es importante sacarnos esos prejuicios de qué es buena literatura o no. La buena literatura es la que comunica, emociona, te transforma” explica Stanziola, agregando que “es importante que desde el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación se valoren artistas y escritores LGBTIQ+ para comenzar a visibilizar y reducir prejuicios”.

Pero para las nuevas generaciones, que han forjado y crecido en una sociedad más tolerante, escribir sobre estas temáticas, sin importar la orientación sexual del autor, es cada vez más normal.

“En la medida en que la sociedad cambia, cambian con ella los gustos, así como lo que leemos. Los lectores nacionales están siendo influenciados por lo que se lee afuera, y en la actualidad las grandes editoriales están apostando por publicar obras con este subgénero, y los lectores están reaccionando de forma positiva”, afirma Linda Atwood, presidenta de la comunidad de Escritores Independientes de Panamá (EINPA) y escritora de la novela juvenil Nunca, nunca me sueltes (2019) en la que aborda un poco temas de la comunidad LGBTIQ+. “En la historia, uno de estos tres personajes es homosexual y tratará a toda costa de ocultarlo sin importar el daño que se hace a sí mismo y a los demás. Esto repercute en todas sus esferas, personal, profesional y familiar”, adelanta Atwood sobre parte de la trama.

Atwood admite que muchos de sus lectores se sorprendieron al verla incursionar en esta temática, pero el libro fue bien recibido. “En lo personal me encantó escribir acerca de este personaje LGBTIQ+. Muchas escenas protagonizadas por este personaje me representaron un reto”.

Para ella es importante que tanto los escritores como lectores entiendan que “que es algo natural, el amor entre dos personas conscientes dignifica, no debe ser razón de discriminación. El autor tiene libertad para escribir sobre cualquier cosa, pero lo que más sucede es que escribe sobre lo que observa, su entorno. El mundo ha cambiado y debemos ir en consonancia con él.”

Para muchos otros, escribir sobre esta temática tiene un poco de catarsis. Como para la autora Laisy Montenegro quien confiesa que para ella por mucho tiempo su orientación sexual le causó pesares por falta de apoyo. “Me tomó años entender que son normas inventadas de la sociedad y por eso decidí que en mi obra siempre habría representación para que mis lectores sepan que el amor LGBTIQ+ puede ser igual de lindo y sano que cualquier otro”.

Esta sinceridad, tanto con ella misma y con sus lectores, ha hecho que siempre reciba feedbacks positivos. Además de hacerla ver que en Panamá se está avanzando mucho en este tipo de temáticas literarias, tanto escritores como lectores. “Veo un futuro brillante de inclusión y respeto”.

Para ella la literatura LGBTIQ+ no busca adoctrinar o imponer ideologías, como muchos dicen. “Siempre hemos existido, simplemente decidimos que ya fue suficiente de escondernos. Escribir a personas LGBTIQ+ es una oportunidad maravillosa para traer abajo los prejuicios de la sociedad y educar al público”, remarcó.

Literatura panameña ‘con orgullo’
La literatura LGBTIQ+ no es nueva en Panamá, pero cada día gana terreno para que nuevos autores y lectores le den una oportunidad a este tipo de historias. Cortesía

LAS MÁS LEÍDAS

  • Las rutas que están usando los viajeros para entrar y salir de Venezuela en medio de la crisis aérea. Leer más
  • Aprehenden a funcionaria de la CSS que presuntamente cobraba por agendar citas en la Ciudad de la Salud. Leer más
  • Mulino califica como ‘negligencia absoluta’ las medidas cautelares dadas a presuntos narcotraficantes. Leer más
  • Entrevista exclusiva: IATA revela cómo el aislamiento aéreo de Venezuela tendrá un fuerte impacto en la región. Leer más
  • Inicia la construcción del hospital para perros y gatos por $14.1 millones, adjudicado a la empresa que restaura la villa diplomática. Leer más
  • Otorgan depósito domiciliario a César Caicedo, padre de Dayra Caicedo, por condición médica. Leer más
  • Nota de la Junta Directiva de Corporación La Prensa, S.A.. Leer más