Lo visceral del amor

Lo visceral del amor
De izquierda a derecha, el elenco de ‘Closer’: Simón Tejeira, Carlota Allen, Andrés Clemente y Ana Gabriela Moreno. Cortesía


Dan es un escritor de obituarios que detesta que no lo tomen en serio como autor. Anna es una fotógrafa que goza de éxito. Larry es un dermatólogo que ama su trabajo y Alice es una bailarina con un alma colmada de cicatrices.

El amor, el sexo, la fidelidad y los engaños, así como los errores, los aciertos, las traiciones y los egos, pululan entre este cuarteto de personajes que conforman la obra Closer, un drama escrito por Patrick Marber y que se presenta en el Teatro La Estación del 22 al 31 de octubre.

A lo mejor la primera referencia que tenga usted de Closer sea la versión cinematográfica que dirigió Mike Nichols en el 2004 y que fue protagonizada por Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman y Clive Owen (los dos últimos nominados al Oscar en las categorías de actores secundarios por esta producción).

Para la intérprete Carlota Allen, quien encarna a Anna en escena, recuerda vagamente esa propuesta. “La película, aunque fue adaptada por Marber, tiene un cambio que la hace un poco más safe, ya que confronta menos a la audiencia. Yo prefiero la versión teatral. Todos sus personajes están buscando aceptación con las únicas herramientas que tienen. Para unos, se ve como sexo, para otros se ve como lealtad, para otros como honestidad. La verdad es que ninguno sabe pedir lo que realmente quiere, y hay que ver si al final lo descubren”.

Simón Tejeira, quien hace las veces de Dan, era muy joven cuando la vio en la pantalla grande. “No capté muchas de sus sutilezas. Recuerdo que sí me impactaron mucho las actuaciones. No la he vuelto a ver. Me he ceñido al texto teatral para la interpretación de mi personaje”.

Andrés Clemente, Larry en este regreso de Closer, era un estudiante universitario cuando estrenó el largometraje y de inmediato quedó impactado, “específicamente del ritmo y la honestidad de los diálogos. Los personajes hablan de manera tan elocuentes y siempre con la perfecta retórica, lo cual es un estilo que siempre me ha atraído en guionistas como Aaron Sorkin. No la he visto en más de 10 años, no quiero sentirme influenciado por la actuación de Owen como Larry. Curiosamente Owen abrió la obra de teatro en Londres en el papel de Dan”.

Lo visceral del amor

Vigencia

El estreno mundial de Closer en las tablas londinenses ocurrió en mayo de 1997 y ganó los premios Laurence Olivier y el London Critics Circle. Desde entonces se ha presentado por medio planeta, incluyendo Panamá, donde estuvo sobre el escenario del desaparecido Teatro La Quadra en el 2012.

¿Por qué se mantiene vigente más de 25 años después? Ana Gabriela Moreno, quien entra en la piel de Alice, tiene una teoría: la realidad social siempre es y será pura confusión existencial. “Nuestro alrededor cambia, pero nuestra complejidad como personas no”, añade. “De cierta forma, todos los personajes en Closer buscan lo mismo: una relación monógama que pueda soportarlo todo. Todos tienen su propia idea de la relación o el matrimonio perfecto en el que todos pueden navegar el terreno siempre y cuando tengan un lugar seguro al que llegar”.

Simón Tejeira opina que la clave está en que nuestras relaciones sentimentales están marcadas por “el rol del sexo, los celos, los tipos de apego, del amar como una decisión o como un estado. A cada uno de los personajes los conocemos, ya sea por pedazos o en reflejadas en otras personas en nuestras vidas”.

Carlota Allen piensa que el meollo de Closer está en el peso que tienen las relaciones personales en el imaginario colectivo. “Estamos obsesionados con el mundo interno de los demás, necesitamos validar que tenemos los mismos dolores que otros. Esta obra nos recuerda que el amor y la pasión son difíciles de estructurar y encajetar. Queremos unas cosas mientras hacemos otras, nos contradecimos en lo que prometemos, exigimos lo que no damos y al final estamos buscando la misma aceptación”.

Andrés Clemente plantea que por todo eso Closer estuvo adelantada para su época. “Su honestidad sobre el sexo y el amor era rara vez visto en mitad de los años 1990, cuando todos aparentaban o declaraban ser completamente abiertos, pero la realidad es que todos vivíamos bajo ese filtro por el que queremos que las otras personas nos perciban. Closer muestra lo que hay detrás de las redes sociales, lo visceral y crudo que puede ser el amor y la lujuria, tanto en hombres como mujeres, no importa si estamos en 1996 o en el 2024″.


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