El Biomuseo, ubicado en el área de Amador, recibió el pasado lunes 27 de marzo de 2023 a distinguidos visitantes.
Se trata del prestigioso arquitecto Frank Owen Goldberg, conocido como Frank Gehry, y su esposa, la panameña Berta Aguilera, quienes junto a sus dos hijos, sus nueras y dos nietas, recorrieron las instalaciones del museo dedicado a Panamá, en el que se explora la relación entre su biodiversidad y su cultura.
La visita de Ghery, ganador de múltiples galardones mundiales por sus innovadoras obras, marcó la primera vez que contemplaba la gran obra que él se encargó de diseñar. A su lado se encontraba Berta, cuya mediación fue fundamental para que el arquitecto aceptara diseñar este edificio en el istmo.
Y precisamente por esta vinculación a esta gran obra es que, el pasado lunes, la panameña fue distinguida al bautizar una plaza con su nombre, bajo un gran árbol de higuerón, en el Biomuseo de Amador. De paso, recibió también la orden Manuel Amador Guerrero –el honor más alto de Panamá– en el grado de Comendador.

En un acto celebrado en la plaza Berta Aguilera Gehry, se resaltó que el Biomuseo fue la primera incursión del afamado arquitecto en América Latina, la cual no hubiese sido posible sin el estímulo de quien ha sido su esposa en los último 48 años.
A la actividad, en una cálida tarde de marzo, asistieron autoridades gubernamentales, benefactores, miembros de la junta directiva de la Fundación Amador (organización detrás del Biomuseo), integrantes del comité asesor de este centro tropical, además de invitados especiales.
Con agrado y satisfacción
“Primero, yo le dije ‘vas a construir algo en Panamá. Es muy distinto, ¿tú estás seguro que quieres comenzar esa obra?... Bendiciones”. Esto es parte de lo que Berta Gehry recuerda que advirtió a su esposo cuando se le presentó la propuesta de levantar una de sus obras en Amador.

Relató que su esposo “se ponía furioso” con las demoras que tuvo su construcción. Dichas labores se iniciaron en el año 2006 y el sitio fue inaugurado oficialmente en 2014.
“Pero está contento, quedó tan bien... Ahora, todos nos dicen fuimos a Panamá y vimos el museo”, dice Berta Ghery, de padre antonero y madre tableña. “De Las Tablas tengo el folclore, aunque el tamborito antonero es muy bonito también”, expresa, entre risas.
Célebre por el museo Guggenheim de Bilbao (Euskadi), Gehry –que nació el 28 de febrero de 1929 en Canadá– realizó, entre otras obras, la Casa Danzante de Praga (República Checa); el Museo de Arte Weisman, en Minneapolis, Estados Unidos, y la Sala de Conciertos Walt Disney, en Los Ángeles, Estados Unidos.
¿Qué le ha parecido el Biomuseo que diseñó? “Es muy bonito. La experiencia que brinda es fantástica. Luce muy diferente de cuando vi este lugar la última vez”, dice Ghery, en una breve pausa en medio de la marcha por las distintas exhibiciones del museo. Su anterior visita al Biomuseo fue cuando el proyecto estaba en construcción. Admite que su esposa panameña lo estimuló a diseñar en Amador, a orillas del Canal.
Gehry recuerda la inspiración que tuvo de los paisajes naturales y culturales de Panamá. “Estoy muy impresionado. Muy colorido... hay que venir a visitarlo”, expresa Ghery sobre el Biomuseo, que se distingue por sus techos amarillos, rojos y celestes.
¿Se imaginaba así el lugar? “Es mucho mejor de lo que me esperaba”, confiesa, con evidente emoción.

La materialización de un sueño
Fue en este acto de reconocimiento celebrado en la nueva plaza que Berta Ghery se enteró que, desde hace tiempo, es considerada “la madrina” del Biomuseo.
“Ella es nuestra madrina porque simboliza la materialización de un sueño que un grupo de panameños le presentó y que llevó a la construcción de esta gran obra. Principalmente, porque de esa manera nos dio a todos una razón más de sentirnos orgullosos de ser panameños”, expresaba Ana Lucrecia Tovar de Zarak, presidenta de la Fundación Amador.

Tovar destacó que más de un millón de personas han visitado el Biomuseo, incluyendo más de 180 mil estudiantes de escuelas públicas y privadas del país.
En este centro, ocho galerías permanentes explican cómo el surgimiento de Panamá cambió el mundo hace 3 millones de años. “Vitrina de la biodiversidad”, “El puente surge”, “La huella humana”, “Red viviente”, “Panamarama”, “El gran intercambio”, “Océanos divididos” y “Panamá en el museo” son las ocho exposiciones permanentes que componen el Biomuseo.