Los rostros de Ligia Elena, Pablo Pueblo y otros personajes de la salsa vistos por la inteligencia artificial



¿Has imaginado alguna vez cómo lucía Ligia Elena cuando Rubén Blades cantó su historia de amor con un trompetista? ¿Era rubia o castaña? ¿Alta o bajita? ¿Bailaba bien? Seguro, como yo, la esculpiste en tu imaginación con la belleza imposible de las diosas griegas, ¿cierto?

El mito indica que Ligia Elena existió. Tendría un nombre y apellido registrado en el Tribunal Electoral, votaría y trabajaría, si es que fuera el caso, en Panamá. Pero los mitos dicen muchas cosas, como esas, incomprobables. Son alimentados y, a la vez, se alimentan, de la imaginación. Como la imagen, la historia y las maneras de ella que nos hacemos nosotros. ¿Cómo habrá sido?

Incertidumbres de otros ámbitos han alimentado otras fantasías, como las que parió el hallazgo de la inteligencia artificial: acabará con el trabajo que hacemos los humanos, porque será reemplazo por robots; hará que las máquinas dominen todo y será manejada por un puñado de millonarios que acabarán con el mundo tal como lo conocemos. Todo eso, se sabe, es cuento. Lo que sí puede hacer la inteligencia artificial es mostrarnos a Ligia Elena.

Con la ayuda de esa tecnología, una bloguera colombiana le ha dado rostro a la cándida niña de la sociedad. La artífice de la ocurrencia, que se identifica como activista y entusiasta de la salsa, nos habla a través de su personaje: Juana Peña (en Twitter @Chris_Montz). También en azucalola.com.

Al algoritmo le dio la información que la madre de Ligia Elena aporta en la canción: su sueño de un nieto rubio de ojos verdes, sugiriendo así su perfil físico. Y el resultado fue una chica de ojos verde esmeralda, tez blanca y pelo castaño, tal y como se la imaginó Juan Peña.

Además de la muchacha conocida por haberse fugado con un trompetista de la vecindad, Juana Peña rastreó los rostros de otros personajes famosos y entrañables de la salsa que han formado parte del imaginario popular de los últimos 50 años, como Pablo Pueblo o Cipriano Armenteros. Pasen a ver.

La autora y la idea

Juana Peña es pura salsa. Su personaje salió de la canción de Héctor Lavoe y Willie Colón lanzada en 1969. “Ay Juana Peña ahora me lloras/ Ahora me llora y no te quiero yo/ Era bonita pero traidora, tú ve /(Juana peña ahora me llora)”.

En su biografía se describe “como maelómana” y “faniática”, lo cual no es un gazapo, sino una forma de dejar constancia de su pasión por la salsa de Ismael Rivera. O de su preferencia por los músicos de Las Estrellas de Fania (Fania All-Stars), entre los que están Rubén Blades, Willie Colón, Bobby Valentín, Luis Perico Ortiz, así como los ya fallecidos Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Tito Puente, Celia Cruz y Cheo Feliciano.

Tanto imaginar los personajes paridos por sus ídolos, que un día quiso darles existencia física. O intentarlo. Cuando vio unos bebés dinosaurios que inundaron las redes sociales con sus múltiples facetas, pensó que era su oportunidad para jugar. “Me dije, por qué no usar la inteligencia artificial para ver cómo lucirían 10 personajes de la salsa”, contó a La Prensa.

Sabía que sería difícil acotarlo a 10 y mucho más complicado sería decir: he aquí los personajes más famosos de la salsa, si ya millones los tienen en su cabeza, los moldearon con su imaginación y, al mismo tiempo, nadie más que los cantantes que les dieron vida pueden visualizar el verdadero rostro de sus personajes. Como fan incondicional, también temía que la ocurrencia ofendiera a su ídolo Blades, algo inimaginable porque honra más de lo que podría molestar: los personajes a los que Blades dio existencia, ya tienen existencia en todos los que los abrazan.

Al fin, y por suerte, Juana Peña lo hizo. Escogió 10 personajes, aportó al algoritmo las características de las canciones y entonces vio el resultado, que compartió en Twitter y es el listado a continuación.

Juana Peña (1969)

El personaje de los puertorriqueños Héctor Lavoe y Willie Colón que cobró vida a través de la canción de mismo nombre. Resultado: una treintañera, pelo negro y con la piel lacerada por el sol o los tropiezos de la vida.

Simón (1989)

El personaje de la canción Simón, el gran varón, escrita por el panameño Omar Alfanno y popularizada por Willie Colón. Es la historia de una mujer trans que muere a causa del sida. Resultado: una hermosa treintañera de pelo castaño y piel bronceada.

Los rostros de Ligia Elena, Pablo Pueblo y otros personajes de la salsa vistos por la inteligencia artificial
10 personajes de la salsa vistos por la inteligencia artificial.

Juan Pachanga (1977)

Es la historia de un hombre golpeado por el dolor de una traición que lo intenta calmar con tragos, tabaco y tambor. Una canción de Fania All-Stars interpretada por Rubén Blades. Resultado: un treintañero trasnochado de mirada triste.

Ligia Elena (1978)

Escrita a principio de la década de 1970 por Rubén Blades y su amigo Roberto Cedeño. Es la historia de una “yeyesita” que se “ha ha fugado con un trompetista de la vecindad”. Resultado: una veinteañera dulce de ojos claros, cabello castaño y labios carmesí.

Perico Macoña (1975)

Es una canción del puertorriqueño Angel Canales cuya letra empieza así: “Que yo conozco a Perico Macoña,/un mulato sin igual/ Se mete un cigarro en los finos/ y enseguida empieza a encordiar”. Resultado: un adusto cuarentón de pelo corto y piel morena.

Pablo Pueblo (1977)

Es una canción del disco de Rubén Blades y Willie Colón que arranca así: “Regresa un hombre en silencio/ De su trabajo cansado/Su paso no lleva prisa /Su sombra nunca lo alcanza”. Resultado: un cuarentón de ceño fruncido, sudoroso y de dientes desalineados.

Cipriano Armenteros (1975)

Escrita como salsa narrativa por Rubén Blades para el puertorriqueño Ismael Miranda en homenaje al líder Victoriano Lorenzo, fusilado en 1903 tras haber participado como general en la Guerra de los Mil Días (1898-1902). Resultado: una especie de vaquero tejano de ojos verdes oscuros, labios apretados y mirada fija, que dista mucho del líder guerrillero coclesano.

Juanito Alimaña (1983)

Es una canción de Héctor Lavoe y Willie Colón, que cuenta la historia de un ratero que asalta, cuchillo en mano, pequeños negocios, pero que al día siguiente sale de la cárcel porque un primo suyo es policía. Resultado: un cuarentón enjuto de pelo largo y ojos claros y desafiantes.

Ana Milé (1985)

Es una canción del Grupo Niche cantada por el colombiano Jairo Valera. Se trata de una chica a la que un hombre le pintó pajaritos en el aire y la dejó sola con un niño. Resultado: una veinteañera de pelo descuidado y ojos chocolates profundamente tristes.

Juan Albañil (1980)

Es una canción del puertorriqueño Cheo Feliciano que empieza aclarando que se trata de una historia real: “Juan Albañil,/ el edificio que levantaste, /con lo mucho que trabajaste, /está cerrado, está sellado,/ es prohibido para tí, Juan Albañil”. Resultado: un cuarentón de frente amplia, ojos desorbitados, barba descuidada y piel tostada por el sol.

Muchos se quedaron esperando a personajes como Pedro Navaja, Juancito Trucupey, Carmelo Da Silva, Manuela Peré, Paula C, Anacaona, Camilo Manrique, Máximo Chamorro, Adán García, Amalia Batista o María Teresa y Danilo. Pero eso, al decir de Juana Peña, será para una próxima entrega.


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