Busan la segunda ciudad más importante de Corea del Sur, cuna del K-Pop y llena de cultura, historia y espiritualidad, es una de las más visitadas por los turistas que viajan a este país asiático.
Desde las brillantes arenas de la playa Haeundae hasta los antiguos muros del templo de Haedong Yonggungsa y las coloridas calles del pueblo cultural Gamcheon, cada lugar cautiva con su singular encanto.
Las brillantes arenas de la playa Haeundae
Desde muy temprano, la playa Haeundae, una de las más famosas de Corea del Sur, ubicada en el distrito de Haeundae en Busan, se llena de personas que quieren conectarse con la naturaleza, con la energía del mar y comenzar el día viendo uno de los amaneceres más espectaculares del océano Pacífico en la región de Asia Oriental.
Esta playa tiene una costa que se extiende aproximadamente por 1,5 kilómetros (alrededor de 0,93 millas). Con su arena dorada y aguas cristalinas, es un destino popular para los residentes locales y turistas por igual, especialmente durante los meses de verano.
Alrededor de esta playa hay grandes hoteles, rascacielos, restaurantes y tiendas, un lugar para disfrutar Busan al máximo con sus deportes acuáticos. Y al caer la noche durante verano se presentan algunos grupos musicales y realizan actividades culturales en la playa.
El distrito de Haeundae uno de los más buscados por los turistas para alojarse, tiene una animada escena nocturna con bares y clubes para aquellos que deseen disfrutar de una noche vibrante. Hay salas de karaoke y algunos hoteles tienen casinos.
Otra de las recomendaciones es caminar y explorar el mercado nocturno cercano a la playa que ofrecen una variedad de productos locales, alimentos callejeros y souvenirs.
Un encuentro espiritual en el templo de Haedong Yonggungsa
Ubicado majestuosamente en un acantilado que se eleva sobre el mar, el templo budista Haedong Yonggungsa, es un lugar para el encuentro consigo mismo, con la paz y con la naturaleza.
Independientemente de la religión que se profese, este centro espiritual está abierto a los visitantes de todo el mundo sin distinción.
Datos del templo
Distancia: El Templo Haedong Yonggungsa está ubicado a aproximadamente 25 kilómetros (alrededor de 15.5 millas) al sureste de la playa Haeundae en Busan, Corea del Sur.
Historia: Haedong Yonggungsa fue construido en el año 1376 durante la dinastía Goryeo por el erudito budista Naong, quien lo estableció con el objetivo de proteger la nación y promover la prosperidad. Originalmente, el templo estaba ubicado en una colina sobre el mar, pero fue destruido durante las invasiones japonesas del siglo XVI.
El templo fue reconstruido en su ubicación actual en el siglo XVII durante la dinastía Joseon.
Los practicantes del budismo se toman el tiempo para conectarse son sus deidades, mientras que otras personas admiran el paisaje, se llenan de energía y disfrutan de la fuerte brisa marina, que les ayuda a llevarse sus preocupaciones y a recordar que se debe alzar la mirada hacia el cielo y pedir socorro.
En la cima de la montaña que alberga el templo, se contempla una vista única. Además algunas personas amarran sus peticiones para que no se las lleve el viento y otros que elevan una oración y la dejan fluir libre esperando recibir una pronta respuesta.
“Hay que aprender a guardar silencio”, suspira uno de los sacerdotes del templo que nos recibe para almorzar y luego degustar un te o un café. “Tratamos de mantener la paz en medio del bullicio”, admite al mirar la gran cantidad de personas que visitan el lugar.
El proyecto se construir otra área contigua para la meditación y la reserva que requieren la espiritualidad del templo.
Los antiguos edificios de madera, adornados con intrincadas tallas y pinturas, transporta al turista a un mundo de tradición y devoción.
Gamcheon, un refugio lleno de arte y cultura
Del acantilado frente al mar, a una colina en el corazón de Busan, la Villa cultural de Gamcheon.
Esta comunidad tiene una historia que nace con la cantidad de desplazados que huyeron tanto de Corea del Norte, como de las ciudades y pueblos del Sur que estaban sufriendo los embates de la Guerra de Corea (1950 - 1953).
Aunque su crecimiento fue irregular y el barrio se pobló densamente, al punto que en sus primeros años carecía de servicios y organización, en las siguientes décadas en la medida que prosperaba la economía coreana, esa comunidad también se transformó en un polo de atracción turística y cultural.
La villa de Gamcheon fue revitalizada con un proyecto de regeneración urbana hacia el 2008 y 2009, cuando el gobierno convocó a artistas urbanos locales que embellecieron el vecindario, para convertirlo en lo que es hoy, un barrio lleno de brillo y color, con hermosos murales que cuentan su historia, esculturas como la del Principito y el Zorro, los 148 escalones para ver las estrellas y otros artes callejeros.
Sumergirse en sus calles de la mano de un guía local es conocer la raíz de la historia de Busan. En Gamcheon, sus habitantes gerencian la historia, la conservación y la divulgación de la cultura.
Uno de sus guías es Kim Moon-saeng, que a sus 81 años recorre sin dificultad las empinadas calles de la zona, mientras cuenta cómo llegó del norte a los 8 años huyéndole a la guerra, y a los 13 se trasladó a Busan, para hacer de esa colina su hogar.
La villa se fundó con cerca de 800 familias de refugiados. Muchos ya han muerto. Los que quedan como Kim, son guardianes de la historia, que siembran en las nuevas generaciones la importancia de la libertad y la democracia.
Gamcheon es un destino turístico para propios y extranjeros. La primera impresión de muchos latinos es exclamar que se parece a los barrios de Medellín, de Caracas o de Río de Janeiro con sus calles estrechas y los miles de colores en sus casas y techos. El modelo cultural de Gamcheon bien se puede replicar en esas urbes de este lado del planeta. Calles limpias, centros culturales, tiendas de recuerdos turísticos y un ambiente apacible lleno de arte y diversidad.
Las huellas del pasado en el presente de Busan
Busan fue un bastión de defensa y lucha por la libertad durante la guerra de Corea entre 1950 y 1953.
Las fuerzas aliadas comendadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se establecieron en esa ciudad para luchar contra el comunismo que imperaba en el norte.
Busan fue la única ciudad que no sufrió las consecuencias devastadoras de la guerra, por lo que se transformó en un refugio. Su ubicación permitió el avance hacia el norte y recibió las tropas internacionales, fortaleciendo la resistencia contra la invasión comunista.
La historia de la guerra, la lucha de las tropas y los logros alcanzados como la tregua que finalmente se firmó en el 27 de julio de 1953, queda plasmada en el Salón Conmemorativo de la paz, de las Naciones Unidas en Busan.
El lugar que se estableció en noviembre de 2014, honra los servicios y el sacrificio de los soldados de la ONU que dieron su vida durante la Guerra de Corea, y recuerda a los veteranos. Es un punto de encuentro para conocer el pasado de esa nación asiática.
La visita al recinto permite que las personas puedan conocer todo el proceso que llevó la guerra hasta lograr la tregua.
El salón alberga varias exhibiciones permanentes como la sala de la guerra, la sala de las Naciones Unidas aliadas, igualmente muestra la indumentaria que se usó durante el conflicto bélico, además de varias maquetas donde se puede apreciar cómo era Busan en esa época y donde estaban apostadas las tropas aliadas y la importancia estratégica del puerto de esa ciudad.
Una de las joyas de la exhibición es la réplica del acuerdo de armisticio firmado el 27 de julio de 1953. Este documento establece la suspensión de la guerra de Corea.
Otra visita obligada es el Cementerio Conmemorativo de las Naciones Unidas, un lugar de descanso final para los soldados que perdieron la vida durante la guerra. Ubicado en el distrito de Nam-gu en Busan, Corea del Sur, este cementerio es un sitio conmovedor y reverente que rinde homenaje a aquellos que sacrificaron sus vidas en la lucha por la libertad en Corea del Sur.
En el Cementerio de la ONU en Busan, se encuentran enterrados un total de 2,320 soldados de los diferentes países que participaron en la Guerra de Corea bajo la bandera de las Naciones Unidas.
Los países representados incluyen Estados Unidos, Canadá, Australia, el Reino Unido, Francia, Turquía, Filipinas, Tailandia, Nueva Zelanda, Colombia y Países Bajos. Cada tumba está meticulosamente cuidada y marcada con la bandera del país del soldado y una placa con su nombre, rango y fecha de fallecimiento.
Busan es una ciudad llena de contrastes, modernidad fusionada con la historia y la espiritualidad en un solo lugar.
Sin duda un destino por descubrir en un viaje a Corea del Sur. Desde su vibrante vida urbana, pasando por los templos milenarios, las comunidades que emergen de las cenizas y un pasado que sirve para hacer fuerte a su gente y valorar la libertad, Busan deja huella y se alista para ser la ciudad más futurista en ese extremo sur del Pacífico oriental.