En el contrato con First Quantum Minerals, alias Minera Panamá, la contraparte oficial, el Gobierno CACO (Carrizo Cortizo), se comporta como “un país espectador”, receptor pasivo de la inversión privada y sin atisbar ni valorar las ventajas competitivas de la posición geográfica istmeña.
La conclusión es del empresario y exfuncionario Tomás Paredes Royo, en el libro sobre el más famoso contrato. José Chen Barría, profesor y excontralor, convocó a Paredes y otras 11 personalidades en su obra compilación de los alcances de ese documento, que es manoseado en la Asamblea Nacional, que no puede modificarlo. Excancilleres, abogados, comentaristas y otros profesionales están en la lista de Chen Barria.
Ante los juicios de ese libro, al que se adiciona el texto del contrato, empezarás a mentar madre y no querrás saber de esa negociación. Hasta palidecería al empresario e ingeniero francés Bunau Varilla (1903), al que se le invoca: Ni él se atrevió a tanto…
Tomás sustenta que ese Panamá espectador surgido del pensar CACO reniega de “ser socio de su propio desarrollo” y exhibe una visión oficial de mansedumbre, sumisión y sesgo.
“Este contrato nos daña nuestro patrimonio natural, pero, aún más- endilga-, nos lesiona nuestra soberanía y nuestra dignidad nacional”.
Son leoninas las cláusulas, con el visto bueno, a principios de año, del Consejo de Ministros, y, por tanto, son lesivas a la soberanía e interés nacional, expresa Ritter, excanciller, abogado y comentarista.
Chen Barría no aspira a detener con su esfuerzo a la maquinaria perredé en la Asamblea, más sus aliados del cedé martinellista, en la ratificación en ciernes, no obstante deja un testimonio sobre él y el sentir de ese grupo de personalidades. Cree, no obstante, que “la historia deberá juzgar” a los entusiastas ministros del equipo CACO y a la mayoría de diputados que se les ve en el rostro que lo apoyarán.
Pregúntame si les importa que sus descendencias lleven el mote Bunau Varilla. Ni le preguntes a ORMU (Ortega Murillo) si le importa ser peor que Tacho Somoza García. ¡Viva Roberto López Pérez!
¿Qué sucede con la cuenca hídrica que integra los dos San Miguelito de territorio que se ofrece a First Quantum Minerals? Pone en riesgo la operación del Canal, actividad genuina ístmica. Lo señala Ricardo Bermúdez hijo.
Frente al aumento de la demanda del tránsito de barcos y a los acelerados efectos del cambio climático, así como del Fenómeno del Niño, la vía requiere disponer de las cuencas a su occidente, como la del Río Coclé del Norte, en el ajo de la región extractivista, sustenta Bermúdez.
En una entrevista ante Sabrina Bacal, Ricardo Alberto Arias, excanciller y abogado, define el documento como “lo más cerca de uh enclave colonial”, que no solo autoriza la destrucción del ambiente, la vulneración del compromiso internacional de cuidar el Corredor Mesoamericano (santuario de especies) y la limitación del espacio aéreo sobre áreas de extracción de minerales (cobre y además, oro, plata y molibdeno).
“Lo único bueno que tiene el contrato, en relación al anterior, es que posee más cláusulas violatorias de la Constitución”, previene Carlos Bolívar Pedreschi, referente moral y constitucionalista.
José Chen Barría, compilador.
Contrato de Minera Panamá. El nuevo enclave de Panamá en el siglo XXI. Panamá, Editorial Portobelo, Impreso en Imprenta Panamericana, Bogotá, Colombia.
Autores:
Tomás Paredes Royo, José, Dídimo Escobar, Nelva Reyes, Anayansi Turner,Marcel Salamín, José Stoute, José Ramón Sevillano, Ricardo Bermúdez,Jorge Ritter,Rodrigo Noriega y Ricardo Alberto Arias.
El autor es docente, periodista y filólogo