Un santiagueño casado con chiricana fue el proponente en Bogotá para que se convirtiera en provincia Chiriquí, con el territorio de Bocas pegado, desgajándose de Veraguas, donde había nacido.
José de Obaldía y Orejuela, de envidiable formación jurídica, era dignatario del Gran Círculo Istmeño, en el que se activaron Mariano Arosemena, redactor y firmante del acta de independencia de España y de Tomás Herrera. Tanto De Obaldía como Herrera fueron presidentes de Colombia (Nueva Granada). Otro patriarca, Pablo Arosemena de La Barrera, justamente hermano de Justo, fue el primer gobernador.
Senador por Panamá, De Obaldía logró que ese 26 de mayo de 1849, el Senado colombiano creara la provincia de Chiriquí. A finales del siglo XVI, el conquistador Gaspar de Espinosa había puesto pie en la región, que denominó Chiriquí, en atención al decir de una de las tribus, que se cree significaba valle de la luna.
En 1903, días después de la separación de Colombia, un cartagenero, Manuel Amador Guerrero, dividió Chiriquí y fundó la provincia de Bocas del Toro. En 1997, se creó dentro de tres provincias la comarca que reúne las etnias Nobe (Ngäbe) y Buglé.
Con 14 municipios y 106 corregimientos, emocionan en aquel territorio la variedad de fuentes de agua, así como la cercanía entre mar y montaña, en un espacio que reúne el 10% de la población del Estado panameño y el 8% de su territorio.
El Volcán Barú es la de la nación, y sobresalen cascadas y exhibiciones de agua: Islas Paridas y Los Canjilones, de Gualaca, donde el caudal se ha impuesto en centenares de metros a una masa rocosa. Ríos: Chiriquí, Chiriquí Viejo, Estí, Gualaca, San Félix, Fonseca, Piedra, Agua Blanca.
En Melbourne, ciudad australiana, hasta 250 dólares es el valor de una taza de ocho onzas de un tipo de café boqueteño, cuando el proveedor lo puede conseguirlo, porque está peleada su adquisición.
Café, banano, carne, leche, naranja. Caoba, macano guásimo, ciprés. Perdiz, paisana, quetzal. Mono, almojábano, puerco asado, bienmesabe, pesada de nance, arroz con leche, huevitos faldiqueros.
Crear una ruta de cascadas, propone Milagros Sánchez. Solo en el municipio de Gualaca se calcula que hay 100. Las hay en los municipios de Tierras Altas, Renacimiento, Boquerón y Dolega. “A los turistas extranjeros les fascinan”, informa.
Milagros es motor del devenir cultural y cronista de la región. Tiene más de 20 títulos sobre historia, cultura, personalidades y chiricanidad.
¿Qué chiricanos no pueden estar por fuera en una lista de notables? Ella sabe: Guillermo Tribaldos, fundador de la Carta Vieja; Aristides Romero y Henrique Halphen, comerciantes. Dedicados a sus empresas y muy comprometidos con el progreso comunitario. Todos nacidos a finales del siglo XIX. Y en la educación, Sebastián Ríos, quien se formó en el Instituto Nacional y en Berlín obtuvo su doctorado en Filosofía. Fue el creador de la Escuela Normal Rural hace 100 años y que hoy es el Colegio Félix Olivares. No deben quedar fuera de la lista las literatas María Olimpia Miranda de Obaldía y Elsie Alvarado de Ricord, adiciono.
Solo la participación del ciudadano impulsa a las comunidades, me recuerda Roger Patiño, héroe de la chiricanidad. Es el creador de la sede cultural regional anual rotatoria, en cada municipio. Con esta festividad, Gualaca le está entregando la bandera a Remedios, primera plaza fundada por los españoles en la provincia, a finales del siglo XVI.
El autor es docente, periodista y filólogo

