Exclusivo Suscriptores

MH370: la verdad desaparecida

MH370: la verdad desaparecida
Según la investigación oficial, el avión voló unas 6 horas más hacia el océano Índico hasta supuestamente quedarse sin combustible y caer al agua. Tomado de @Netflix

El 8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines partió de Kuala Lumpur con 239 personas rumbo a Beijing China. Este vuelo de seis horas de duración desapareció del radar de la aeronáutica civil de Malasia a los 40 minutos y, según los radares militares de ese país, dió una vuelta en “u” hacia el océano Índico. La búsqueda de este avión es la mayor operación de esta naturaleza emprendida en la historia de la humanidad; aún así no fue encontrado y lo que pasó no ha sido explicado a cabalidad.

Con motivo del noveno aniversario de la desaparición de este avión, Netflix estrenó en su plataforma una miniserie de tres capítulos llamada MH370: el avión que desapareció. Es difícil llamar a esta producción como un documental, porque la principal narrativa de la miniserie es el conjunto de teorías conspiratorias alrededor del vuelo MH370, las tareas de búsqueda, la investigación y hasta el cuestionamiento inmerecido de entidades sumamente serias.

La miniserie dirigida por Louise Malkinson cuenta las teorías conspiratorias esbozadas por, entre otros, el periodista aeronáutico estadounidense Jeff Wise y la periodista investigativa francesa Florence de Changy. A este respecto, se propusieron tres teorías que “explicarían” la desaparición del vuelo MH370. Cada capítulo de la miniserie, está dedicado a una teoría.

Crowd Finding

Con la masificación de las redes sociales, cada persona se ha convertido en una experta sobre los más diversos temas. La propia Netflix tiene una excelente serie denominada Diagnosis, en la que una doctora de la Universidad de Yale analiza casos de pacientes con diagnósticos muy complicados y, a través de su columna en la revista dominical de The New York Times, expone los hechos del caso para que la audiencia aporte pistas para la respuesta. Entre esa audiencia hay otros médicos, científicos de toda gama, investigadores aficionados y, por supuesto, otros pacientes que comparten su sabiduría y ayudan a encontrar el camino.

A este proceso colectivo se le puede llamar crowd finding. En el documental del vuelo MH370 se evidencia lo que pasa cuando el crow finding no tiene filtros. Esto causa que ganen las teorías conspiranoicas, que son las verdaderas protagonistas de esta miniserie. Las afirmaciones irracionales e infundadas de estos esclavos de la teoría de la conspiración reciben más tiempo en cámara que las posibles explicaciones técnicas.

El terrible hecho de que un avión moderno con 239 personas se perdió en la vastedad del océano, no es tan sorprendente. En 1937, la piloto estadounidense Amelia Earhart se perdió en su avión tratando de cruzar el Pacífico y en 86 años no se ha encontrado pista del bimotor que pilotaba.

Etnocentrismo disimulado

Malasia es una de las grandes naciones del sudeste asiático. Su historia, desarrollo económico y modernización es sumamente relevante. Malasia también es un país musulman sunita. Todo esto se combina para crear una cultura de un profundo respeto a las autoridades gubernamentales y respaldo a sus instituciones. La miniserie tiene un fuerte tono de menosprecio a Malasia, que a ratos es pintada como una nación tercermundista y a veces como un país con un gobierno cipayo de China o Estados Unidos.

Lo que debería ser un verdadero escándalo, a pesar de que es mencionado repetidas veces en la miniserie, es que un piloto pueda desconectarse del radar y apagar sus radiotelecomunicaciones en un avión cargado de pasajeros civiles. Igualmente es inexplicable que pilotos o cualquier persona que se apropie de los controles del avión pueda dejar sin oxígeno a los que van a bordo. Sorprende que con todo el tiempo que ha pasado desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, todavía los aviones tengan sistemas tan vulnerables, como aquel ubicado en la primera clase de la cabina y que con solo levantar una alfombra y abrir una escotilla (que no está herméticamente cerrada) se puede acceder a la electrónica del avión.

En la miniserie reinan los personajes con visiones alternativas de la realidad, que no son contrastadas por expertos. Por ejemplo, se recoge el testimonio de una fotógrafa de Florida que examinó las fotos satelitales disponibles de la zona en la que posiblemente cayó el avión. Ella afirma y muestra a la cámara las fotos en las que supuestamente se pueden ver restos del avión en el mar cerca de China y Vietnam (muy lejos de la zona identificada por la búsqueda oficial). Los productores del documental pudieron llevar esas fotos a algún instituto especializado o expertos calificados que confirmaran o cuestionaran el hallazgo. No lo hicieron.

Si este documental hubiese sido hecho por Fox News o alguien similar, la buena prensa estadounidense lo habría desbaratado y hubiese cuestionado tanto su legitimidad como su precisión histórica. Siendo un producto de la plataforma de Netflix, le dieron un pase con un guiño. Eso es sumamente peligroso, ya que se ha legitimado el rol de la “conspiranoia” en un campo que exige un trabajo de investigación y de verdadero periodismo.

El vuelo MH370 sigue desaparecido y parece que a bordo también se llevó la ética periodística y la responsabilidad de producir documentales serios.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Estados Unidos incluye a Ramón Carretero Napolitano en la Lista Clinton. Leer más