Nicolás Guevara, letras, fantasía y sueños que se cumplen

Nicolás Guevara, letras, fantasía y sueños que se cumplen
Nicolás Guevara nació en Cali (Colombia) y a sus 27 años ya ha publicado tres libros, entre ellos Piel de lobos y brujas, un ‘retelling’ del cuento ‘Caperucita roja’. Cortesía / Calixta editores


¿Qué es la magia, sino sueños? Y ¿Quién no ha soñado con dejar, así sea por un instante, la realidad? Si bien, las personas tienen la capacidad de soñar en singular, la literatura es una de las tantas puertas para soñar en plural. Compartir y entrar en la imaginación de otra persona, a través de las letras, es una aventura. Misma que comienza, una vez más: con un sueño.

Sobre el tema, el escritor Nicolás Guevara tiene mucho que contar y lo hará durante la próxima Feria Internacional del Libro de Panamá, al realizarse del 13 al 18 de agosto en el Centro de Convenciones de Atlapa, presentando su obra El arca del zodiaco.

Durante una entrevista con La Prensa, el colombiano que se presentará en la FIL el 17 de agosto, en el Salón Chaquira, a las 2:00 p.m., habló de sus libros de fantasía, sobre sus lectores, su método de escritura y cómo un ‘mapa de sueños’ le ayuda en su labor, explicando que “un mapa de sueños es un collage, en el que uno va a poner lo que quiere proyectar o quiere manifestar en su vida dentro de determinado tiempo. Como recortes de algún destino de viaje, los tiquetes, algo relacionado con el destino, cosas que me ayuden a visualizar y aterrizar mucho como ese sueño que deja de ser algo que está en mi mente y se vuelva realidad”.

¿Realizo uno de estos mapas para su trabajo de escritor?

En mi caso, yo hice el mío con cositas muy mágicas, tipo cartas del tarot, el horizonte profesional a dónde quiero llegar, lo que quiero que pase en mi vida. En mis redes sociales, como que traté de hacer como esa construcción completa.

¿Cada cuánto tiempo lo hace?

Lo ideal es hacer un mapa de sueños cada año, en teoría como para ir moldeando ese año y, a mi parecer, sirve para dar una guía, pero al mismo tiempo para soñar un poco más. Uno siempre dice “ay, quiero hacer esto, tengo este sueño”, pero ¿qué tengo que hacer para llegar a ese sueño, cuáles son los pasos o ese sueño cómo lo materializo? Entonces, mi manera de ordenar mis ideas es hacer ese tipo de cosas.

¿Cómo lo aplica a su proceso de escritura?

Al ser la fantasía, casi todo es inventado y a mí ese tipo de herramientas me ayudan a aterrizar mejor las ideas que voy creando. Lo imagino, pero tengo que imaginarlo de la misma forma todas las veces que escribo. Por ejemplo, debo recordar la apariencia de los personajes, cómo van a ser los mundos e ir llenando los huecos, porque si todo se queda en la cabeza del escritor, pues va a tener muchos huecos. Y la idea de los libros es que haya la menor cantidad de huecos o vacíos posibles.

Al ser una saga de libros, ¿cree que los huecos son igual de detectables?

Yo soy lector y me doy cuenta de cuando los autores dejan huecos, Y a pesar de que es algo normal que puede pasar, lo ideal es que no ocurra. Yo, como autor, tengo que evitar que eso suceda para que mis lectores lo disfruten lo más que pueda. Entonces, hay lectores que no se fijan en ese tipo de cosas y leen descomplicados. Pero, hay otros que sí, que llenan todos los detalles y dicen que hay un hueco, porque faltó “esto”.

¿Cómo logra llenar esos huecos?

Lo mejor es tener la historia lo más redonda posible. Los mapas, los diarios, los cuadros, las fichas de personajes, todo eso ayuda a que la historia sea redonda y no haya como cabos sueltos.

Nicolás Guevara, letras, fantasía y sueños que se cumplen

Ya nos habló de ‘Nico’ el escritor y lector, ¿cómo es el ‘Nico’ crítico de su trabajo?

Ese rol es difícil de conciliar en realidad, porque creo que soy una persona muy autocrítica. Le doy muy duro a mi obra sin dejar de apoyarme muchísimo a mí mismo. No sé cómo decirlo, pero, yo considero que uno tiene que ser su principal fan y al mismo tiempo su crítico más grande. Tiene que haber un balance. No es darse muy duro de: “tener un concepto negativo de uno mismo”, pero tampoco alabar cualquier cosa que uno haga.

¿Qué tanto piensa en los gustos de sus lectores al momento de escribir?

Tengo la fortuna de que mis lectores realmente tienen gustos muy similares a los míos. Muy pocas veces me ha pasado tener que decidir entre sus gustos o los míos, pero creo que sucede más cuando tengo que tomar la decisión de matar a un personaje, por ejemplo. Que eso es algo que pasa en las sagas de fantasía, pues porque es lo más verosímil. En una guerra es imposible que sean 20 personajes, y sobrevivan los 20 al final. Lo más probable es que lleguen 10, 8 o 12 si tienen suerte.

Ya que lo menciona, ¿cómo es su proceso para matar personajes?

Es no matar por matar. Pero, sí, de manera que sirva la trama, que tenga un impacto en la historia y que genere emociones, que a la larga yo escribo para eso, para generarle emociones a las personas.

¿Cómo decide qué personaje debe morir?

Soy muy de corazonadas. Hay personajes que yo ya sé desde el principio de la historia, que en algún momento voy a tener que sacarlos, y a lo largo que voy desarrollando la saga, pues lo voy haciendo. Algunos se han salvado. Estos son muy chistosos, porque es como si tuvieran vida propia, pero a veces estoy escribiendo las escenas, y me llegan como estas ideas, en las que digo: “uy, tiene potencial este personaje, no merece morir así, o sea, tal vez lo puede desarrollar mucho más”.

¿Qué opina sobre revivir personajes?

Esa pregunta me cuesta, porque yo como lector, sí diría: “uf, por favor, revivan a este personaje, lo quiero, lo necesito, no me importa qué pase”. Como escritor, volvemos al tema de la verosimilitud, yo soy muy pegado a eso, y mi editora también, es como: “si un personaje muere, no debería volver”.


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